Piedad Bonnett. poeta

"Muchas veces el olvido es una forma de abrir puertas al futuro"

  • La autora presenta en el Hospes Los Patos 'Tretas del débil', publicado en el sello granadino Valparaíso

La autora de El hilo de los días, una de las figuras más relevantes de las letras colombianas, presenta esta tarde (20 horas) en el Hospes Los Patos el poemario, Tretas del débil, que integra de forma flamante el catálogo de la editorial granadina Valparaíso. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, de la que es profesora desde el año 1981, y ganadora del premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval en 2012, es autora de poemarios como Nadie en casa,Ese animal triste o Todos los amantes son guerreros, además de varias novelas entre las que figuran Después de todo, Para otros es el cielo y la reciente Lo que no tiene nombre, sobre la vida y la muerte de su hijo Daniel.

-¿Cuáles son estas tretas y quiénes son los débiles?

-Ese título se lo debo a Josefina Ludmer, que lo usa para hablar de Sor Juana y en general de la literatura hecha por mujeres. La palabra poética sería la treta del débil, que en este caso sería la mujer. Pero en mi libro el título tiene un significado diferente: los poemas son las tretas del enamorado, del que no posee el poder, del desarmado.

-¿Cómo fueron sus primeros contactos con la poesía? ¿Qué autores le interesaban?

-Conocí la poesía desde muy niña, en casa, y mis primeros autores fueron los poetas colombianos. Ya en la adolescencia adoré a Antonio Machado, a Baudelaire, al Neruda de Residencia en la tierra y, sobre todo, a César Vallejo, que me reveló un modo distinto de hacer poesía. Luego la lista es larga, pero entre los poetas más recientes adoro la obra de la peruana Blanca Varela.

-¿Qué le ha aportado la poesía?

-Una forma distinta y honda de aproximación al mundo, temblorosa, emocionada, deslumbrada siempre. Y fe en el poder revelador e inagotable de la palabra.

-¿Qué determina el hecho de que escoja un género literario u otro a la hora de empezar un nuevo proyecto?

-Mi intuición me dice, casi de inmediato, qué género debo escoger para cada idea que en mi surge con fuerza: si es poesía, novela, o teatro. Muchos años de contacto con la literatura creo que me ayudan a vislumbrar a un mismo tiempo la potencia de lo que me obsesiona y la forma en que debo expresarlo.

-En términos poéticos, ¿cree necesario utilizar registros distintos a la hora de plasmar lo íntimo y lo colectivo?

-Creo que sí. Cambia el lenguaje y cambia el tono cuando de lo uno o de lo otro se trata.

-¿Cómo resumiría su poética?

-Difícil. Yo diría que apunto a un lenguaje donde convivan la oscuridad y la luz, versos que persigan una música que es mía y de nadie más.

-¿Qué es ser poeta?

-Yo misma no lo sé. Se me ocurre que un poeta es alguien que ama el lenguaje y batalla con él, pero que además se empeña, siempre al borde del fracaso, en hacer salir a flote, para compartirla con los demás, una dimensión oculta del mundo cotidiano.

-¿Cuáles son los privilegios del olvido?

-Creo que fue Benedetti el que dijo que todo olvido está lleno de memoria. Pero muchas veces el olvido es una forma de abrirle puertas al futuro.

-¿Cómo ve el panorama poético actual de Colombia?

-Dinámico, interesante, con voces muy singulares y muy hermosas.

-¿Y el de América Latina?

-Muy complejo, rico, diverso. Lleno de vitalidad y propuestas nuevas.

-¿Cómo se ve España desde allí?

-En mi caso, con sentimientos contradictorios. Como la cuna entrañable de nuestra literatura, la patria de muchos amigos, el país del sol, de la buena comida, del gusto por la vida. Pero también como una cultura que nos ignoró y nos desdeñó durante mucho tiempo, y que ahora pareciera estarnos redescubriendo. La poesía lo que hace es rodear el misterio, aludir, sin poder penetrarlo ni dilucidarlo" el día Piedad Bonnett , una aliada de la palabra. Un poeta es alguien que se empeña en hacer salir a flote una dimensión oculta del mundo cotidiano

-¿Qué significa 'Lo que no tiene nombre' en términos vitales y literarios?

-Es el libro que jamás habría querido escribir. Pero ya que tuve que escribirlo, creo que es el que me justifica. Vitalmente, me ha permitido darle una segunda vida a Daniel, así sea de palabras. Y hablar de temas que esta sociedad silencia: la enfermedad mental y el suicidio. Literariamente fue una oportunidad de imbricar narración y reflexión, y de hablar de la ausencia y el duelo imprimiéndoles aliento poético.

-¿A través del lenguaje se puede expresar todo?

-Por supuesto que no. La literatura y sobre todo la poesía lo que hacen es rodear el misterio, aludir, sin poder penetrarlo ni dilucidarlo, ese agujero negro en el que desemboca toda experiencia humana verdaderamente honda: el amor, el sufrimiento, la muerte, la dicha de la belleza.

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