Cultura

Muere el escritor J. D. Salinger

  • El autor de la obra de culto 'El guardián entre el centeno' ha fallecido a los 91 años. Desde hace casi 60 años vivía recluido y alejado de todo y de todos y hacía 40 que no publicaba nada.

El escritor neoyorquino J. D. Salinger, autor de la novela de culto El guardián entre el centeno, ha fallecido a los 91 años de edad. Según su representante, Salinger falleció el miércoles en su casa de Cornish (New Hampshire) por causas naturales. El escritor se había fracturado la cadera en mayo pero se había recuperado bien. Sin embargo, su salud empeoró considerablemente a comienzos de este año. El escritor pasó años viviendo recluido en esta pequeña localidad. No había concedido ninguna entrevista en tres décadas y, aunque seguía escribiendo, no publicaba nada desde 1965. "Salinger decía que estaba en este mundo, pero no era parte de él. Su cuerpo se fue pero su familia espera que siga estando con aquellos que ama, sean figuras históricas o religiosas, amigos personales o personajes de ficción", dijo su agente literaria Phillis Westberg.

Salinger deja a su esposa Colleen, su hijo Matt y su hija Margaret, además de tres nietos y su ex esposa y madre de sus hijos, Claire Douglas. "Para respetar su deseo intransigente de toda la vida de proteger y defender su privacidad no habrá funeral y la familia pide que el respeto por él, por su trabajo y su privacidad se extienda a ellos, individual y colectivamente, en estos momentos", añadió Westberg.

El autor, que ha marcado profundamente la literatura estadounidense del siglo XX, se hizo célebre por su debut novelístico: El guardián entre el centeno, publicado en 1951 y protagonizado por el rebelde adolescente Holden Caulfield. Pese al enorme éxito de su libro, después Salinger publicó sólo unos cuantos libros y colecciones de relatos, como Nueve cuentos, Franny y Zooey o Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción.

El escritor que decidió esconderse del éxito

Ernest Hemingway le reconoció ya en 1944 un "talento endiablado". Fue cuando Jerome David -abreviado J. D.- Salinger apenas había publicado un único cuento. En 1948 se ganó a los lectores más exigentes gracias a una colaboración con la revista The New Yorker y en 1951 logró seguidores en todo el mundo con la novela de culto El guardián entre el centeno. La historia del adolescente Holden Caulfield, que se resiste frente a la hipocresía y desesperanza del mundo adulto, incluso fue comparada con el Werther de Goethe. Fue su única novela. Molesto por el revuelo y la fama que generó su libro, se retiró poco después de la vida pública.

Desde hace casi seis décadas vivía aislado tras altas cercas en Cornish, un refugio en las colinas de New Hampshire, en el noreste de Estados Unidos. Al principio siguió en contacto con el exterior mediante sus relatos breves. En 1953 apareció su libro Nueve cuentos, que incluye dos de sus más famosos relatos, Un día perfecto para el pez banana, y Para Esmé, con amor y sordidez, y en 1961 Franny y Zooey, con dos relatos. Dos años después publicó Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción.

Hace más de 40 años, el 19 de junio de 1965, el New Yorker publicó su nouvelle Hapworth 16, 1924, un ciclo sobre la familia Glass. Luego Salinger, uno de los autores norteamericanos más leídos y respetados de posguerra, se sumergió sin anuncio en el silencio. Ni una línea suya volvió a salir a la luz en casi 45 años. "Sólo escribo para divertirme", señaló a The New York Times en 1974 en entrevista telefónica. Agregó que el no publicar le otorgaba "una paz maravillosa".

El resto de lo que se supo sobre J. D. Salinger provenía de fuentes secundarias. Una ex amante, la periodista Joyce Maynard, contó en 1998 en su libro de memorias Mi verdad que el autor de culto se sentaba diariamente con un sobretodo azul frente a la máquina de escribir para redactar libros enteros. Sin embargo, por la noche, guardaba las páginas bajo llave. "Sólo puedo soportar la sociedad allá afuera si uso mis guantes de goma", le confesó alguna vez a Maynard. Salinger tenía 53 años y Maynard era una estudiante de 19 años cuando compartieron durante nueve meses la mesa y la cama en Cornish.

Más fiable es la imagen que dibujó sobre su padre Margaret (Peggy) Salinger en su libro El guardián los sueños, donde contó que la había tratado con mucho amor en su niñez, aunque también que era egoísta de forma patológica. Nada ni nadie podía molestarlo durante su trabajo, contó la mujer. Asimismo, confesó que sólo pudo entrar a su estudio y dormitorio "tal vez dos veces en su vida". Margaret aseguró en su libro con franqueza que, según la familia, Salinger sólo escribía para sí porque temía cualquier crítica.

A fines de 1996, tres décadas después de la publicación en The New Yorker, el escritor autorizó la publicación de Hapworth 16, 1924 en forma de libro. El proyecto fue una pequeña revelación para todos aquellos que esperaron durante largo tiempo una palabra de Salinger. Sin embargo, también aparecieron los críticos, que atacaron en parte a él y a su obra. Hapworth es "una historia amarga, ilógica y, es triste decirlo, sin gracia alguna", señaló el New York Times sobre lo aparecido en el New Yorker. Poco después, el planeado libro fue cancelado por la editorial sin mayores explicaciones.

En julio del año pasado su nombre volvió a saltar a la opinión pública cuando Salinger demandó a un autor sueco, Fredrik Colting, que había publicado una continuación de su novela más famosa, El guardián entre el centeno, titulada: 60 Years Later: Coming Through the Rye.

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