Actual

El Museo de la Memoria exhibe los fondos del Arqueológico

  • La muestra acoge piezas como ochenta denarios de plata romanos o un cráneo Neardental

El Centro Cultural CajaGranada Memoria de Andalucía abrió ayer sus puertas a la exposición Tesoros de Granada. Fondos selectos del Museo Arqueológico, en el que muestra 83 piezas pertenecientes al fondo de ese centro museístico y que podrán contemplarse hasta el próximo 15 de julio mientras el edificio que las alberga se encuentra en un proceso de rehabilitación. Las piezas representan todo un recorrido por la historia de Granada desde 75.000 años.

Entre los objetos que pueden contemplarse se encuentran el frontal del cráneo de un niño Neandertal que vivió en la Cueva de la Carigüela de Píñar, una urna funeraria de entre 2.700 o 2.40O años antes de Cristo, más de 80 denarios de la época de Roma o una ballesta nazarí.

"Hoy es un día histórico en el más amplio sentido de la palabra", dijo ayer el vicepresidente primero de CajaGranada, Luis González Ruiz. "El Museo de la Memoria de Andalucía ha conseguido el logro de realizar aquí esta exposición, que es la puesta en valor de un activo como el Museo Arqueológico".

González Ruiz resaltó la cooperación entre diferentes instituciones para ofrecer la muestra, a la que calificó de "verdadero espectáculo". El presidente de CajaGranada, Antonio Jara, resaltó, por su lado la disposición de la entidad financiera para abrir sus puertas a cualquier otra institución que desee mostrar allí sus fondos y proyectos culturales. "En tiempos de crisis estamos llamados a hacer sinergias", dijo. "Ésta es una exposición simbólica, ya que trata de ser un exponente de la caja: poner sus instalaciones a disposición de distintas propuestas".

La muestra, ordenada cronológicamente, comienza con la exhibición del frontal del cráneo infantil, así como los restos de los primeros agricultores y pastores del Neolítico, hasta la aparición de la piedra pulimentada y las primeras cerámicas.

En la muestra pueden contemplarse también piezas de la Edad de Bronce y un apartado específico sobre la cultura megalítica y el mundo espiritual de la cultura argárica, que dan paso a los espacios dedicados a las culturas navegantes y comerciales como los fenicios, los griegos y los cartagineses. De hecho, hay incluso una escritura jeroglífica egipcia funeraria que demuestra la importancia en que su momento tuvieron las costas granadinas para otros pueblos.

Durante la presentación de Tesoros de Granada. Fondos selectos del Museo Arqueológico, en la que estuvieron presentes Antonio Jara, Luis González Ruiz y el director general de Museos y Promoción del Arte de la Junta de Andalucía, Miguel Castellano, este último dijo: "Gracias a CajaGranada, vamos a tener la oportunidad de contemplar una exposición excepcional, que abarca una historia de cientos de miles de años". Castellano resaltó también el "enorme trabajo" que ha realizado el director del Museo Arqueológico, Isidro Toro, a la hora de seleccionar las piezas, algunas de ellas desconocidas hasta el momento.

Castellano también hizo hincapié en el enorme valor que representan, por ejemplo, los más de ochenta denarios de plata romanos encontrados en Cogollos de Guadix y que se conservan en perfecto estado. En muchos de hechos pueden contemplarse figuras como caballos o águilas y la palabra Roma, lo que induce al visitante a sentir el vértigo de asomarse ante la historia y de comprobar que esos objetos que tiene presentes ante sí tuvieron en su día un fin cotidiano y pasaron por manos reales.

Castellano también insistió en el valor del frontal del cráneo infantil, "que era una pieza que no se veía desde hacía cuarenta años", explicó. "Es algo que ahora sí podrá contemplarse aquí".

La exposición es una forma palpable de contemplar toda la riqueza histórica que ha supuesto siempre Granada desde sus orígenes y todas las culturas que pasaron o se desarrollaron en su ámbito geográfico.

Entre esas culturas se encuentran los Tartessos, de cuya presencia en la provincia da fe un caldero tartésico-orientalizante como una de las piezas más destacadas de la exposición, dado que los calderos, en su tiempo, eran considerados símbolos de abundancia y riqueza.

Hay, asimismo, muestras del paso de los visigodos por la provincia que corroboran una cultura originaria cristiana en Granada que dio paso, por sus mayores avances tecnológicos, agrícolas y científicos, a la llegada del Islam. La cultura andalusí de Granada está representada, sobre todo, por los objetos que se muestran en la exposición y que van desde la lámpara de Medina Elvira hasta el Jarrón de Antequera o los paneles de azulejos nazaríes.

La exposición está ubicada de tal modo que, una vez que el visitante ha concluido un paseo por ella, puede desplazarse a otras zonas del Museo de la Memoria de Andalucía para contemplar las muestras permanentes que hay allí y que conforman el conocimiento completo sobre toda la historia de Granada a través de los siglos.

"Hoy damos acogida a una valiosa manifestación cultural", señaló el presidente de CajaGranada, Antonio Jara. "Dentro de unos meses tendremos también la ocasión de abrir nuestras puertas para exhibir el patrimonio pictórico que tiene la caja", dijo. "No tiene sentido que el fondo pictórico de la entidad esté en los despachos de los administradores".

Jara resaltó, del mismo modo: "El Museo Arqueológico tiene una historia muy interesante. En sus orígenes tenía ya mucha movilidad de sus sedes. Es llamativo que, de forma temporal, el museo pase de la Casa de Castril, un monumento renacentista, al complejo del Cubo de CajaGranada. Aquí tenemos siempre un lugar para las manifestaciones culturales".

El Museo Arqueológico de Granada, ubicado en la Carrera del Darro, junto al Paseo de los Tristes, fue fundado en 1879 y en sus fondos alberga todos los hallazgos patrimoniales desde las culturas primitivas hasta siglos pasados.

Como anécdota, hay que recordar que fue el museo arqueológico el que acogió los restos de la destruida Puerta de Bib-Rambla, que fue demolida a finales del siglo XIX y que, finalmente, pudo ser rescatada por el responsable de la Alhambra en los años veinte, Leopoldo Torres Balbás, que la reconstruyó y la instaló en el bosque del recinto nazarí para evitar nuevos desmanes. Con aquella intervención, Torres Balbás evitó que desapareciera una puerta que durante siglos estuvo en la Plaza Bib-Rambla, donde hoy se encuentra la calle Arco de las Orejas.

83

80

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios