Lúcida, descarada, crítica con el sistema, divertida, ácida, directa. La literatura de Cristina Morales es de armas tomar. La escritora granadina lo lleva demostrando desde su bautizo en este mundillo con Los combatientes (Caballo de Troya, 2013). Ahora publica Lectura fácil (Anagrama, 2018), el libro con el que ganó recientemente el Premio Herralde de novela y el que la confirma como una de las autoras más necesarias de este país.

'Lectura fácil’ de Cristina Morales promete desde la portada.

La novela narra la historia de Marga, Nati, Patricia y Àngels, primas con diversos grados de "discapacidad intelectual", según considera la Administración y la medicina, que comparten un piso tutelado en una Barcelona mestiza y opresiva con paro, desahucios, mentiras, okupas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los ateneos libertarios como telón de fondo. A las cuatro mujeres les caracteriza una extraordinaria capacidad para enfrentarse a las condiciones de dominación que les ha tocado sufrir.

La propia editorial define Lectura fácil como "una novela-grito, una novela politizadora que cruza voces y textos, un fanzine que pone en jaque el sistema neoliberal"; "un campo de batalla: contra el heteropatriarcado monógamo y blanco, contra la retórica institucional y capitalista, contra el activismo que usa los ropajes de lo alternativo para apuntalar el statu quo". El libro celebra además el cuerpo y la sexualidad -las protagonistas ven porno, llevan hombres a casa y tienen sexo en baños ajenos-, y el deseo de y entre las mujeres -de forma explícita-.

Pero ante todo, Lectura fácil es un retrato -visceral, vibrante, combativo y feminista- de la sociedad contemporánea a través de personajes que están en los márgenes de los márgenes, cuenta Anagrama en su web. Basta con leer los primeros capítulos para darse cuenta de ello.

"Creemos que votar nos beneficia y vamos a votar. Creemos que los beneficios da empresa nos benefician y trabajamos eficientemente. Creemos que reciclar nos beneficia y tenemos cuatro bolsas de basura distintas en nuestros pisos de 30 metros cuadrados. Creemos que el pacifismo es la respuesta a la violencia y recorremos 10 kilómetros haciendo una batucada", critica la autora de otros títulos de combate como Terroristas modernos (Candaya, 2017).

"La clave, digo, -continúa Morales- no está en la ridícula vida cívica sino en su constatación, en darse cuenta de que una está haciendo lo que le mandan desde que se levanta hasta que se acuesta y hasta acostada obedece, porque una duerme siete u ocho horas entre semana y unas diez o doce los fines de semana, y duerme del tirón, sin permitirse vigilas, y duerme de noche, sin permitirse siestas, y no dormir las horas mandadas se considera una tara: insomnio, narcolepsia, vagancia, depresión, estrés".

El nuevo libro de Justo Navarro, un 'caramelo' para los amantes de la novela negra.

Otro de los libros de ficción más prometedores de 2019 lo firma Justo Navarro. El escritor noir retoma el personaje del comisario Polo de Gran Granada en su nueva novela, Petit Paris, ambientada en el París ocupado por los nazis de 1943. En la presentación de la novela, Navarro dijo que le interesaba "la red de videovigilancia público-privada, que cubre hoy ya la realidad, así como la conexión entre policía, prensa y publicidad, con una policía que forma parte del mismo ambiente de los criminales a los que persigue, y que remiten a algunos episodios de nuestra historia actual".

Para el autor granadino, "la novela negra es como un visor para ver mejor la realidad, porque otorga una especie de distanciamiento de las cosas, que permite percibir aspectos de la realidad que sin esa lente que es el género negro se nos escaparía”.

‘Bajo la luz, el cepo' de Olalla Castro alerta sobre las grietas del sistema capitalista.

Olalla Castro y Jesús Montiel brillan con luz propia en el apartado de novedades de poesía. La autora indaga en su nuevo libro, Bajo la luz, el cepo (Hiperión, 2018), en las "fisuras del capitalismo" y sus consecuencias en los colectivos ignorados por la "fábula del progreso". El nuevo poemario de la granadina parte de una reflexión teórica que puso en marcha en el ensayo Entre-lugares de la Modernidad (Siglo XXI, 2017).

"Quería seguir indagando en esa idea del progreso que se pone en marcha en el siglo XVIII occidental y que a mediados del XIX empieza a mostrar todas sus fisuras. Es cuando aparecen los cepos bajo la luz de la Ilustración, de la racionalidad y la ciencia moderna, del capitalismo", explicó la autora en una entrevista reciente con Granada Hoy.

Montiel reúne en El amén de los árboles (Esdrújula, 2019) una exquisita selección de relatos poéticos donde defiende una vida sencilla y corriente -que no vulgar-, ajena a los ruidos de esta sociedad. "En algún momento de la vida, entre el niño y el mundo / se interpone el adulto. El poema lo bombardea", defiende. El escritor Ben Clark cuenta en el prólogo que se trata de "una antología de momentos eternos, instantes sublimes que sirven como poética, como guía, como respuesta y, claro, como literatura". Literatura granadina de armas tomar, crítica, serena, y muy necesaria en este vertiginoso siglo XXI.

'El amén de los árboles' de Jesús Montiel, un relato poético para leer en su tiempo libre.