José Luis Jiménez

"La OCG tiene que ser la orquestade toda Andalucía oriental"

  • El gestor granadino afronta sus últimos días en la orquesta antes de que se haga efectiva su jubilación. Desvela que que Salvador Mas se embolsaba cada año más de 170.000 euros.

José Luis Jiménez se jubila al término de esta temporada pero se seguirá sentando en el mismo asiento del Auditorio Manuel de Falla; el gerente de la OCG paga religiosamente su abono y el de su señora desde hace ocho años. Tomó las riendas de la orquesta el final de convulsa etapa Kantorow y, en los últimos meses, ha tenido que hacer frente al cambio en el modelo de financiación de la Junta. Los músicos acudían con desconfianza a actualizar su libreta a primeros de mes pero Jiménez consiguió que apareciese, flamante, el ingresos de sus nóminas.

-¿Qué balance hace de estos seis años en la OCG?

-El balance de estos años es bueno aunque es verdad que hemos tenido muchos baches. Me nombraron en 2007 y hasta ahora, aunque algunos pensaran que iba a durar tres meses.

-¿Pensaban que iba a ser más efímero aún que su antecesor, Carlos Magán, que duró apenas 10 meses?

-Los dos nos presentamos al concurso para esta plaza y yo quedé segundo, no sé por cuántas décimas. Pero colaboré estrechamente con Magán porque he trabajado con la orquesta desde la etapa de Pons y luego hubo desencuentros duros con el comité de empresa con las negociaciones por el nuevo convenio. Al final, como siempre, se rompió la cuerda por el lado más frágil ...

-Ya han pasado cuatro años desde la firma de este convenio. ¿Hay negociaciones con los músicos para negociar uno nuevo?

-En teoría, pero el convenio se renovó tácitamente en 2012 porque no había ninguna posibilidad de mejorarlo, todo lo contrario, Más vale que nos quedemos como estamos porque cualquier convenio que se firmara ahora sería a la baja. A los músicos, claro, les gustaría tener mejores condiciones. Pero si yo tengo que comprar instrumentos para la orquesta tiene que ser en detrimento de algo. Los músicos quieren que la orquesta tengan instrumentos propios. Por ejemplo, cuando llegué no teníamos ningún contrabajo y en estos años hemos comprado dos, que no son baratos precisamente.

-¿Cuánto cuestan?

-El último ha costado 29.000 euros. La suerte es que lo compramos hace dos años aunque nos lo entregaron en el pasado mes de noviembre porque tiene un proceso largo. Tenemos también dos juegos de timbales, uno comprado en tiempos de Oriol Ponsa y otro reciente. Claro, no puedes estar con un juego solo porque se estropea un parche, que vale más de 1.000 euros, y se te viene abajo el tinglado. También tenemos una celesta porque teníamos que alquilar una cada dos por tres y resulta que en dos años ya la hemos amortizado. Alquilar una celesta nos costaba 2.000 euros más transporte.

-¿Cuál será la próxima adquisición para el fondo de armario de la OCG?

-Necesitamos un órgano positivo. En las últimas reuniones de los gerentes de orquestas andaluzas hemos llegado al acuerdo de cedernos instrumentos porque, por ejemplo, alquilar el ógano positivo cuesta 2.800 euros.

-¿Ha tenido que echar para atrás muchos conciertos que necesitaban una gran inversión de músicos de apoyo y de alquiler de instrumentos?

-Tenemos que mirar con lupa todo porque en la OCG tenemos un gasto fijo en nóminas de personal que se lleva la mayor parte de los ingresos. A mí me gustaría hacer la Segunda de Mahler, pero yo no puedo contratar cuarenta refuerzos. Cuando hicimos con Salvador Mas La canción de la tierra tuvimos que contratar a 37 músicos de refuerzo, entre ellos cuatro contrabajos. Sobre todo he intentado que los cachés de los directores y músicos invitados sean más realistas. Por ejemplo, Paul Mann nos cobraba 8.000 euros por concierto y este año viene por la mitad. Y lo hace encantado porque dice que prefiere dirigir por menos dinero que quedarse en su casa. Hay mucha gente que se ha portado muy bien, más los directores que los solistas.

-¿Mozart se adapta mejor que otros compositores a la orquesta?

-No sólo Mozart, está Brahms, Mendelssohn e incluso músicos más actuales que tienen obras para gran orquesta y para orquestas más reducidas. El otro día escuché un concierto increíble de Les musicienes du Louvre con obras de Shostakovich que sonó exactamente igual que si lo hubiese hecho una gran formación. La Orquesta de Venezuela vino hace unos años al Festival de Música y Danza con 17 contrabajos en el Carlos V. Claro, llega un momento en el que te come vivo el sonido y no aprecias los matices cuando, por ejemplo, tocan siete trompetas.

-Pero hubo unos años en los que parecía que era cuestión de vida o muerte aumentar la orquesta...

-Sí, pero por ejemplo ahora sería muy necesario contar con un trombón. Tenemos a uno pero no está en plantilla y al final sale más caro. Al final lo importante es tener un buen equipo porque las ligas no las ganan Messi ni Cristiano Ronaldo, las ganan los equipos.

-La Junta de Andalucía está lanzando mensajes para que las orquestas salgan de sus provincias para buscar más recursos. ¿La OCG debe ampliar sus fronteras?

-El otro día tuve una reunión con la delegada de Cultura de Jaén en la que vimos distintas posibilidades de colaboración. Una de ellas es que la Diputación de Jaén entre en el Consorcio de la OCG. En Almería también hemos tenido contactos. Hay que buscar el mecanismo legal para incorporar a otras instituciones. Por ejemplo queda un hueco en el Consorcio después de la salida de CajaGranada, ¿por qué no se cubre este hueco con la presencia de otras diputaciones? Al margen de estas negociaciones seguimos a la búsqueda de recursos aunque somos la orquesta andaluza con más patrocinios.

-¿Los últimos meses, con el cambio del modelo de financiación de la Junta, han sido los más duros?

-Los primeros seis meses de 2012 fueron los más duros porque no llegaba el dinero, pero incluso así hemos conseguido que todos los empleados de la OCG cobraran su sueldo puntualmente.

-En una ocasión cobraron un día 2 porque el primer día del mes era fiesta y hubo cierta desazón entre los músicos...

-Y lo entiendo perfectamente por todas las noticias que salían esos días. Había mucha intranquilidad y tuve incluso que llamar al presidente del comité de empresa para asegurarle que la transferencia ya estaba hecha. Hay que reconocer que desde el mes de julio la Junta ya está pagando y el nuevo mecanismo de financiación empieza a funcionar. Pero lo cierto es que esta situación de nervios llegó a reflejarse en la calidad de los conciertos. Si la gente está contenta y se siente apoyada se traduce en que los conciertos están sonando cada vez mejor.

-¿El nombre de su sustituto saldrá de un concurso público?

-Claro, se está incluso pensando en que convivamos un cierto tiempo para que el nuevo gerente se adapte más rápidamente al cargo. En los últimos tiempos hay cierta simbiosis entre las tres administraciones porque no hay las luchas intestinas de otros años. La situación del gerente es difícil porque hay que ser absolutamente neutral.

-¿Cuánto cobrará Andrea Marcon como director de la orquesta?

-Marcon cobrará el 40% menos de lo que cobraba Salvador Mas, un poco más de 30.000 euros al año frente a los cerca de 70.000 de Salvador Mas. Pero Salvador Mas cobraba a parte por cada concierto que daba, 11.000 euros más IVA. Es un negocio, por eso se enfadó cuando no se le renovó porque se nos iba a más de 170.000 euros.

-Y Marcon viene por la mitad del fijo y sin querer dar muchos conciertos...

-Marcon es uno de los directores más solicitados y la semana que viene, por ejemplo, dirige a las orquesta de Chicago y de Nueva York. La idea de Marcon es hacer ópera en concierto, si no el año que viene sí a la siguiente temporada. Marcon estuvo en el teatro Isabel la Católica, que sería el sitio perfecto. Marcon hace mucha ópera y tiene la fuerza para decirle a los solistas que vengan con la OCG pero por el 10% de lo que suelen cobrar. Él no quiere hacer veinte conciertos con la orquesta, quiere que cada director invitado haga sus aportaciones. Creo que va a tener éxito porque además es una persona entrañable. Es un forofo de la ensaladilla rusa del Cunini.

-Su primera opción era la del granadino Pablo Heras-Casado...

-Hubiera estado bien, estuvo a punto de firmar pero en ese momento le ofrecieron dirigir una orquesta en Nueva York... Tiene todo nuestro cariño pero creo, sinceramente, que no hemos perdido calidad artística. Los músicos están muy contentos con Marcon.

-Pero los músicos pincharon con Kantorow...

-Yo viví el último año y medio de Kantorow como director de la OCG y fue tremendo, nos puso incluso una demanda en Francia. Cuando acabó su contrato recibimos una carta de su abogada en la que nos reclamaba que tenía que dar once conciertos la siguiente temporada.

-¿Cuánto dinero le suponía a Kantorow dar estos once conciertos?

-Pues a 11.000 euros el concierto es fácil hacer la multiplicación: 132.000 euros.

-¿Han bajado mucho los cachés desde entonces?

-Mucho, y con el tiempo bajarán más porque hemos vivido una época en la que en música se tiraba con pólvora de rey...

-¿Qué temas tendrá que afrontar el nuevo gerente de manera más inmediata?

-Me parece muy importante que el nuevo gerente tenga capacidad de cercanía con los músicos y las instituciones. Me gustaría que se mejorara el status de los músicos para que haya una mayor ocupación. Pese a que tenemos muchas semanas de conciertos se podría incluso ampliar la temporada y dar también conciertos en Almería , Jaén o Linares. Esto conllevaría un poquito más de dedicación por parte de los músicos, algo que no me parece excesivo.

-¿Espera un aluvión de candidaturas para la gerencia de la OCG?

-Sí, de hecho cuando yo me presenté hubo más de ochenta candidatos, algunos de ellos de mucho postín. Yo sabía, antes de que saliese Magán, que las instituciones querían contar conmigo. Yo me lo pensé porque tenía un despacho fiscalista de cierta importancia.

-¿Los dos años en el Palacio de Congresos durante las obras en el auditorio Falla fueron una travesía del desierto?

-Eso no fue el Gobi pero sin agua. Además de lo que nos costó, 4.500 euros más IVA cada conciertos. En una temporada de 26 conciertos fueron más de 300.000 euros entre unas cosas y otras. Los ensayos eran en el teatro José Tamayo y los músicos estaban muertos de frío.

-¿La OCG sigue siendo una orquesta joven?

-De mediana edad. Al músico más mayor aún le quedan siete años para jubilarse. La edad media ronda los cuarenta años.

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