La Orquesta Ciudad de Granada inaugura esta noche y mañana su nueva temporada musical en la Plaza de las Pasiegas con dos conciertos de música eminentemente latinoamericana de la mano del director colombiano Alejandro Posada y del vibrafonista y compositor mexicano Víctor Mendoza. El concierto se celebra en la Plaza de las Pasiegas por falta de un acuerdo económico con la Plaza de Toros, en donde venía siendo habitual la actuación inaugural de la OCG. Por ello se ha decidido que el concierto de esta noche se repita mañana para que pueda verlo una mayor cantidad de público.

El programa está ideado para sonar al aire libre y ofrece obras que pueden atraer mucho al público: desde las danzas sinfónicas de la película West Side Story, de Leonard Bernstein, la Obertura cubana, de George Gershwin, y tres piezas del propio Víctor Mendoza, Entrega, Si me perdiera en tus ojos y Chacalonga.

"Ésta es la tercera vez que dirijo a la OCG y cada vez la encuentro mejor", comenta Alejandro Posada. "Es una orquesta que me gusto muchísimo y a la que sitúo entre las mejores de España, porque tiene muchísima calidad, una gran capacidad de trabajo e infunde mucho respeto. Los músicos están abiertos siempre a cualquier sugerencia".

Posada decidió que un concierto con música eminentemente latina era lo ideal para un concierto al aire libre como el de esta noche y mañana. "Queríamos algo que se saliera de la rutina. Yo, como director, a veces necesito cosas así, hacer algo diferente. La OCG también lo agradece, porque el público al que se enfrenta es otro. Buscamos un programa que sea apto para todo tipo de público y para este escenario. La música latina, por otra parte, es una música muy alegre, muy rítmica".

Con él coincide el vibrafonista y compositor Víctor Mendoza, que espeta nada más comenzar a hablar: "¿Dónde hay que firmar para volver a tocar con esta orquesta?". "Es la primera vez que actúo con ella y me he llevado una buenísima impresión. Es una formación muy abierta, con mucha energía, con los músicos muy dispuestos a trabajar con uno".

Del vibrafonista se interpretarán tres composiciones. Mendoza se siente impresionado por la interpretación. "No sólo suena tal y como yo pudiera haber imaginado mientras componía las obras, sino muchísimo mejor", dice.

Mendoza destaca que lo esencial de la música latina "es el ritmo". "Siempre es un ritmo caliente, que pide ser bailado aunque no hace falta que sea rápido. Puede ser muy lento y muy sensual. Siempre se utilizan melodías muy cantables, muy fáciles de absorber y que llegan al corazón de uno".

Junto a las piezas de Bernstein, Gershwin y el propio Mendoza la orquesta también interpretará la obra Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez. El programa demuestra el auge que la música latinoamericana comienza a tener en Europa.

"Y no es de ahora, sino desde hace ya bastante tiempo. Muchos países europeos comienzan a estar muy interesados en la música latinoamericana", dice Alejandro Posada. "Lo esencial, además, es que cada compositor, por muy académico que resulte ser, tiene en su base esos ritmos latinos. Hay, además, un gran número de instrumentos de percusión que son propios de allí y que le dan mucha riqueza".

La actuación de esta noche promete ser toda una fiesta y de sonidos que incitan al baile, a la alegría y la celebración, como el carácter de América Latina.