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'Pacific Rim': el peligro viene del mar

  • El cineasta Guillermo del Toro dice que nunca haría una película de realismo social sobre la violencia en México

El cineasta mexicano Guillermo del Toro dijo ayer que nunca podría hacer una película de realismo social que aborde la violencia por la que atraviesa México, pero admitió que sí que le gustaría hacerlo desde su propia óptica, acercándose a géneros como la metáfora o la fábula. "Sí, me gustaría encontrar la historia que me permita a mí hacerlo desde mi propia óptica. Evidentemente si me preguntas si haría yo una película de realismo social, absolutamente no, porque estaría impostando una voz que no es la mía", dijo en una entrevista.

"Hay gente que es muy buena en ese tono y no necesito impostar su voz y me permito permanecer en mi rango. Lo mío es todo aquello que me provoca, todo lo que me gusta y mis propios fetichismos, entonces tengo que quedarme en un área que sea genuinamente la mía", insistió.

En opinión del cineasta, "hay una gran película de ficción de género que podría abordar esos temas" y la parábola, la metáfora o la fábula serían "maneras perfectamente maduras, aceptables y completas de hablar de la realidad".

Del Toro (Guadalajara, Jalisco, 1964) estrena en España Pacific Rim (Titanes del Pacífico) en agosto, una cinta que narra la lucha que libran los seres humanos ante la invasión de unas criaturas monstruosas que surgen del fondo del mar.

Para combatirlos, los humanos crean unos robots gigantescos que se manejan mediante la unión cerebral de dos personas, una idea que busca transmitir que nadie salva al mundo solo y que los humanos "se necesitan los unos a los otros.

"La clave de esta película es que estamos cancelando el apocalipsis, que no hay una desesperanza mientras nos tengamos los unos a los otros y mientras confiemos los unos en los otros se puede sobrevivir lo que sea", explicó.

Del Toro cree que en un hipotético caso de que hoy llegara a la tierra un ser extraño para acabar con ella, los humanos dejarían de un lado las diferencias y lucharían juntos. "Siempre a nivel histórico, lamentablemente o no, ha sido demostrado que la manera más sencilla de unir a un país desunido o a un mundo desunido es un enemigo común. Eso es trágicamente un elemento muy común en la política, lo puedes encontrar en infinidad de anécdotas", aseguró.

Amante y fetichista de los monstruos y las criaturas fantásticas, en Pacific Rim Del Toro hace un viaje hasta su yo más niño en una cinta con "un corazón muy joven", pero desde un oficio "muy lleno de experiencia, de trabajo, de precisión técnica".

"Hay una frase de Picasso que voy a citar inexactamente, pero básicamente dijo: 'me llevó cuarenta años aprender a dibujar como un niño de siete', y a mí me llevó cuarenta y ocho años aprender a filmar como un niño de once", señaló.

Si bien Del Toro antes era reacio al cine en tres dimensiones, con Pacific Rim se ha atrevido a dar el salto y ahora está convencido de que es el mejor formato para ver esta cinta.

Sobre el resultado final, dijo que no sabe cómo la va a recibir el público puesto que de lo que él habla es de las cosas que le interesan, aunque admitió que sí es la película de la que más orgulloso está a nivel técnico.

"Espero que encuentre a un público que la quiera, eso siempre sucede, porque cuando un oficio se ejerce desde la absoluta sinceridad y desde la pasión, siempre vas a encontrar a alguien que lo reciba", sean diez personas o diez millones, "siempre habrá alguien que haga eco a una voz genuina".

Lo importante, apuntó, es "evocar en alguien ese momento de infancia en el que estas sonriendo en el teatro con la boca medio abierta viendo algo", como son sus inmensos monstruos y los robots.

"Si al ver a un kaiju (sus monstruos) y mirarlo chocar con un robot, que es como ver a un huracán peleando contra un tornado, vuelves a ser un niño por un momento, estaré feliz", concluyó el director.

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