La artista Paloma Gámez muestra desde el pasado viernes, y hasta el 16 de noviembre, la exposición Rojo en el Instituto de América de Santa Fe. Se trata de un nuevo proyecto concebido específicamente para las tres salas que conforman el espacio expositivo del Centro Damián Bayón, un proyecto pensado como una obra única en la que cada cuadro funciona como un fragmento o parte de un todo.

La selección se dispone de forma distinta en cada una de las salas, sobre la pared en los dos habitáculos laterales y sobre el suelo en la sala central. La serie en su totalidad impregna de rojo el espacio, "apropiándose del mismo", tal como explica la artista.

La pieza de la sala central se presenta en el suelo formando un inmenso cuadrado que ocupa totalmente la superficie, yuxtaponiéndose a los cuadros de las salas restantes y creando una oposición entre horizontalidad y verticalidad. En una de las salas laterales el espectador se encuentra con una pieza que, a modo de políptico, se extiende de pared a pared en el muro frontal.

Los distintos rojos desprenden una luz intensa que se refleja en el resto de la sala, tornándose en un elemento más de la muestra. Este efecto lumínico se repite en toda la exposición y es consecuencia directa del uso que la artista hace de pigmentos fluorescentes. En el montaje queda explícito el proceso de trabajo seguido por Paloma Gámez, quien plantea su práctica artística como una experiencia pictórica, "en la que lo narrativo no tiene cabida".