Emad Ejazeen. Comisario del Parque Arqueológico de Petra

"En Petra quieren poner un teleférico aunque no creo que sea una buena idea"

  • El responsable del monumento, declarado como una de las siete maravillas del mundo, afirma que la Alhambra es un modelo en cuanto a la gestión de recursos y la política de conservación del patrimonio

Indiana Jones bebió del santo grial en la tercera parte de sus aventuras y, de paso, dio a conocer al gran público la ciudad de Petra. El otro gran espaldarazo mediático le llegó cuando fue elegida como una de las nuevas siete maravillas del mundo, el mismo concurso en el que la Alhambra quedó excluida en la fase final. Sin embargo, el monumento nazarí ha aprobado un presupuesto de 25 millones de euros para el próximo ejercicio mientras que la ciudad jordana cuenta con 500.000 euros. "No se pueden comparar ambas realidades", explica Emad Ejazeen, comisario del Parque Arqueológico de Petra, que ayer participó en las Jornadas sobre Conservación y Gestión Cultural que organiza el Patronato de la Alhambra y el Generalife.

-¿Se ríe usted cuando hablan de las dificultades de acceso de la Alhambra?

-Aunque los dos monumentos son patrimonio mundial, en Granada hay mucho más progreso en cuanto a la conservación, circulación, el acceso de turistas discapacitados, el control del flujo de visitantes... Pero la diferencia principal es la conservación del lugar porque en la Alhambra hay un plan de gestión excelente y nosotros esperamos aprender mucho aquí.

-La Alhambra contará el próximo ejercicio con un presupuesto superior a los 25 de millones de euros. ¿Con qué respaldo económico cuenta Petra?

-El año pasado tuvimos 500.000 euros. Y eso gracias a que por primera vez se está destinando el 10% del coste de la entrada a la conservación y mantenimiento del complejo. Lo que genera Petra no se limita al precio de la entrada, también hay que cuantificar lo que supone en cuanto a restaurantes, hoteles, billetes de avión... El 90% de los turistas que llegan a Jordania vienen para ver Petra en primer lugar. El 25% de los ingresos por la entrada a Petra se asigna a las autoridades locales, el 10% a la conservación del lugar y el resto del precio de la entrada va para el Ministerio de Hacienda.

-En cuanto al número de visitantes, el monumento nazarí tuvo en 2010 más de tres millones de visitas. ¿La localización geográfica de Petra hace imposible llegar a estas cifras?

-El año pasado tuvimos 850.000 visitantes aunque ahora ha habido una reducción del número de turistas relacionada con las primaveras árabes. Pero en general hay una tendencia de crecimiento debido a que Petra es patrimonio mundial y ha sido reconocida como una de las nuevas siete maravillas del mundo. Petra es famosa por su carácter único, no hay nada parecido en el mundo por su entorno natural, su arquitectura...

-Precisamente la Alhambra quedó fuera del 'club' de las siete maravillas del mundo pese a una campaña de promoción que costó más de un millón de euros. ¿Qué supone realmente ser una de las maravillas del mundo?

-Ha tenido un impacto inmediato porque se ha incrementado el número de turistas en más de un 30%. Es sobre todo una herramienta de marketing. En cuanto a la conservación no ha tenido ninguno de los efectos prometidos. En cambio, con la declaración de patrimonio mundial se pueden conseguir proyectos y subvenciones, pero ser una de las siete maravillas sólo ha contribuido a incrementar el número de turistas y también incrementar los problemas.

-¿Qué le parece la propuesta del alcalde de Granada de poner un ascensor para acceder a la Alhambra?

-En Petra, los políticos tienen ideas similares, como poner un teleférico, pero estos proyectos suelen ir en contra de los convenios internacionales que rigen los monumentos que son patrimonio mundial. No creo que sea una buena idea.

-¿Cómo controlan el flujo de visitantes?

-Ahora tenemos un nuevo plan de control del flujo de turistas, una especie de tarjeta de entrada al parque que se combina con un nuevo sistema de transporte ecológico, que es algo que tenemos que consensuar con el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco de París. En la actualidad tenemos un único punto para la entrada y salida de turistas, que hacen un trayecto de ida y vuelta en el complejo. Habilitar otro punto de salida nos va a permitir reducir el efecto de la presión de los turistas y la degradación.

-Los políticos siempre resaltan el impacto económico de los monumentos. ¿Qué peso tiene Petra en la economía de Jordania?

-Jordania no cuenta con recursos naturales y tampoco tiene un sector agrícola o industrial muy desarrollado. El turismo supone aproximadamente el 14% del PIB del país, que es bastante elevado porque en otros países el turismo supone un 4%. Por eso es muy difícil convencer a los políticos de la necesidad de regular el turismo.

-De cuando en cuando, Petra y la Alhambra saltan a la actualidad con la visita de políticos o artistas famosos. ¿Siguen necesitando este tipo de publicidad pese a su fama mundial?

-No es necesaria la publicidad de este tipo, pero cuando un jefe de estado o un artista famoso visita Jordania lo primero que quiere hacer es visitar Petra y no podemos decirles que no.

-Sin embargo, el rodaje de 'Indiana Jones y la última cruzada' en Petra fue la campaña de marketing más importante con la que puede soñar un monumento...

-Indiana Jones fue algo importante porque Petra no era muy conocida en ese momento.

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