Cultura

Picasso dialoga con los maestros del Bellas Artes de Sevilla para innovar desde la tradición

  • El Museo Picasso Málaga inaugura la muestra 'Cara a cara. Picasso y los maestros antiguos', que se podrá ver hasta el 26 de junio

  • La exposición pone en relación pinturas del malagueño con obras de Zurbarán, Pacheco, Bejarano y El Greco, entre otros

José Lebrero, Bernard Ruiz-Picasso, Elías Bendodo, Patricia del Pozo y María del Valme Muñoz junto a obras de El Greco y Picasso.

José Lebrero, Bernard Ruiz-Picasso, Elías Bendodo, Patricia del Pozo y María del Valme Muñoz junto a obras de El Greco y Picasso. / Javier Albiñana (Málaga)

En el recogimiento de una sala cuya iluminación invita a una contemplación callada y sin prisas, 17 piezas ofrecen en el Museo Picasso Málaga un rico diálogo entre pinturas de distintas épocas de Pablo Picasso y obras de maestros que lo precedieron hasta tres siglos atrás. Temáticas, técnicas, valores y, sobre todo, el compromiso artístico de los clásicos fueron fuente de inspiración del genio malagueño, que siempre tuvo presente la tradición para seguir innovando. 

Bajo el título Cara a Cara. Picasso y los maestros antiguosla pinacoteca malagueña acoge la primera colaboración con el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La muestra, compuesta por fondos de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA) y el Bellas Artes, además de una pieza prestada por el Museo de Málaga, se podrá ver en Málaga desde este martes hasta el 26 de junio. Y llega avalada por las más de 100.0000 visitas durante su estancia en el centro sevillano, desde el pasado 7 de octubre hasta el 6 de febrero. 

Obras de El Greco, Francisco Pacheco, Giovanni Battista Caracciolo, Zurbarán, Gijsbretchs, Bernardo Lorente Germán y Diego Bejarano se han adentrado en las salas del Palacio de Buenavista para aportar una nueva mirada sobre la creación de Picasso. El comisario Michael FizGerald descubre al visitante los vínculos entre la modernidad del malagueño y el pasado, el arraigo con la tradición española de un pintor que fue capaz de romper todos los moldes. 

Picasso, nacido en Málaga en 1881, fue formado por su padre, el pintor y profesor José Ruiz Blasco, de quien asimiló desde niño la pintura más academicista, esa que se puede observar en su primera etapa creativa. Y, a pesar de ser reconocido como el revolucionario del arte del siglo XX, fue un artista profundamente interesado y gran estudioso del arte del pasado. Y esa mirada es en la que ahonda la muestra que se inaugura este martes en el Museo Picasso Málaga. 

Dos obras de Picasso junto a 'Salomé con la cabeza del Bautista' de Caricciolo. Dos obras de Picasso junto a 'Salomé con la cabeza del Bautista' de Caricciolo.

Dos obras de Picasso junto a 'Salomé con la cabeza del Bautista' de Caricciolo. / Javier Albiñana (Málaga)

"Esta exposición pone de manifiesto a la cultura como instrumento para el entendimiento. Igual que Picasso fue capaz de entenderse con El Greco, que era 300 años anterior, con Pacheco o con Zurbarán, la cultura es entendimiento", ha comentado en la presentación de la exposición la consejera de Cultura, Patricia del Pozo. "La muestra también explica cómo la cultura es un gran instrumento para la evolución y el progreso social, igual que Picasso fue capaz de redescubrir a sus maestros con otra mirada y avanzar con ellos", ha agregado. 

María del Valme Muñoz, directora del Museo de Bellas Artes de Sevilla, ha explicado este lunes en Málaga que "pese a la complicada situación sanitaria, la muestra en el centro sevillano ha superado los 100.000 visitantes poniendo de manifiesto los beneficios de la colaboración entre instituciones culturales". 

Se trata, ha subrayado Muñoz, "de una excelente oportunidad de realizar nuevas y sugerentes lecturas en torno a maestros de la colección del museo y la obra de Picasso, una propuesta de recorrido para ir descubriendo la profunda comprensión de Picasso de la tradición clásica, de sus postulados más conservadores, pero también de sus manifestaciones de liberación y ruptura".

'Retrato del Infante don Felipe' de Lorente Germán y 'Busto de hombre' de Picasso. 'Retrato del Infante don Felipe' de Lorente Germán y 'Busto de hombre' de Picasso.

'Retrato del Infante don Felipe' de Lorente Germán y 'Busto de hombre' de Picasso. / Javier Albiñana (Málaga)

Para la directora del Bellas Artes, este itinerario "pone de manifiesto que la potente personalidad de los pintores españoles como El Greco, su singularidad al representar la realidad o la investigación, la búsqueda de las múltiples opciones de su representación por parte de los maestros de la escuela barroca sevillana como Pacheco y Zurbarán, inspiraron la liberación de la tradición necesaria para traspasar fronteras creativas". 

En marzo de 2020, cuando la actividad cultural cerró y la sociedad se aisló en sus hogares, cuando las exposiciones se suspendían a diario, "decidimos hacer algo, programar algo en este vació y tristeza cultural que se estaba viviendo", ha recordado Bernard Ruiz-Picasso. De ahí surgió "este proyecto sencillo pero con mucho carácter, profundidad y muestra de la modernidad que existe en el arte". Para el nieto del malagueño "a Picasso siempre le gustó trabajar sobre su historia, sobre Velázquez, El Greco o Goya". 

Así que desde la capacidad de la Fundación FABA decidieron crear este proyecto con el Museo de Bellas Artes de Sevilla en un momento especialmente difícil que fue superado con éxito gracias al apoyo de los equipos de ambas pinacotecas.

'El niño de la espina', de Zurbarán, y 'Hombre observando a una mujer dormida' (Picasso, 1922) 'El niño de la espina', de Zurbarán, y 'Hombre observando a una mujer dormida' (Picasso, 1922)

'El niño de la espina', de Zurbarán, y 'Hombre observando a una mujer dormida' (Picasso, 1922) / Javier Albiñana (Málaga)

José Lebrero, director del Museo Picasso Málaga, ha apuntado que si "en el caso de Sevilla, el visitante descubría obras de Picasso entre las colecciones clásicas, aquí va a ser de otra manera". Este museo monográfico dedicado a Picasso, con más de 160 obras suyas, va a tener como complemento esta "exposición de gabinete" en la que se presentan diez picassos en diálogo con siete obras procedentes del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

"Es un complemento intenso, profundo, porque cada uno de esos diálogos advierten de aspectos importantes tanto en la obra de Pablo Picasso como en la de los artistas de referencia", ha destacado Lebrero. A esto se añade la proyección de un documental de 13 minutos que pone la atención en la relación de Picasso con los museos y también un espacio educativo que ahonda en temas tratados en los diversos diálogos. Además, se ha programado un catálogo de actividades paralelas, entre ellas recitales barrocos. 

"La muestra pone de manifiesto cómo Picasso y el resto de artistas son expertos en las técnicas, él aprende de los clásicos. Otra de las similitudes son los valores que le dan al hecho artístico, creativo y otra el deseo de innovación", ha detallado Lebrero. "El manierismo español fue rebelde frente a otros manierismos europeos del mismo modo que Picasso perteneció a esa generación de artistas de principios del siglo XX que manifestaron también una rebeldía". 

Autoridades en la presentación de la muestra este lunes. Autoridades en la presentación de la muestra este lunes.

Autoridades en la presentación de la muestra este lunes. / Javier Albiñana (Málaga)

Según José Lebrero, "Picasso, como otros autores de su tiempo, pertenece a un grupo llamado hacedores de lo nuevo que, sin embargo, han sido neoclásicos, son muy respetuosos con el canon, con los valores del pasado y eso se puede ver en esta exposición". Igualmente ha destacado que "el modo de acercarse Picasso a la tradición fue de un modo dinámico, no para copiarla, no para doblegarse a ella, sino para aprender de ella esos valores, esas técnicas, esa sensibilidad y desarrollar su trabajo". 

Retrato de Jorge Manuel Theotocópuli (ca. 1600-1605) de El Greco se muestra junto a Busto de hombre (1970) y Cabeza de Mosquetero (1968) de Picasso. Olga Khokhlova con mantilla (1917) y Cabeza de hombre (1971) junto a Retrato de dama y caballero orantes, pintada por Francisco Pacheco en 1623. Y Salomé con la cabeza del Bautista, pintura tenebrista de Caricciolo de 1630, se relaciona con Naturaleza muerta con gallo y cuchillo (1947) y Composición (1933), dos piezas del malagueño que hacen alusión a la muerte. 

Un nuevo Busto de hombre (Picasso, 1970) se presenta en contraposición con el Retrato del Infante don Felipe, un cuadro de corte de Bernardo Lorente Germán. Y El niño de la espina de Zurbarán junto a la pequeña pieza Hombre observando a una mujer dormida (Picasso, 1922) demuestran como ambos artistas hacen gala de un notable dominio de la línea y el color. 

El trampantojo y el tratamiento de la luz, la muerte, el retrato, las naturalezas muertas son elementos constantes en la historia del arte, patentes en la muestra, y que sirvieron como motivo de inspiración también para el Picasso más transgresor. 

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