Actual

Poveda, el 'frontman' del flamenco

  • El cantaor cierra el Festival con una actuación en el Generalife que une a Federico García Lorca y Enrique Morente

El cantaor catalán demostró su dominio del escenario

A Miguel Poveda un día se le quedó pequeño el escenario. A estas alturas se ha convertido en un frontman del flamenco, con ese punto teatral, trágico a veces festivo otras, que procede del mundo de la copla a la que se ha acercado en multitud de ocasiones. Pero en Miguel Poveda también cabe el cante jondo sin remisión, el de silla de enea que hurga en la herida. El cantaor catalán, Medalla de Oro de Andalucía e Hijo Adoptivo de Sevilla, cerró ayer la 65 edición del Festival Internacional de Música y Danza, una cita que en años anteriores fue clausurada por Daniel Barenboim o La Fura dels Baus. Pero es una comparación tramposa, porque el Festival tiene en su ADN la música popular, la que nació en tablaos polvorientos en los que actuaban artistas con el estómago vacío, y que ya ha conquistado los escenarios más importantes del mundo. Miguel Poveda presentó un recital dedicado a Lorca en el 80 aniversario de su muerte, y a una tierra como Granada, pero por que también sobrevoló Enrique Morente y Granada, una tierra que siempre ha señalado como fuente de inspiración.

Fue precisamente el Ronco del Albaicín, el mismo que puso el flamenco patas arriba con Omega, quien animó al de Barcelona a cantar en la lengua de su tierra. Ayer, Miguel Poveda fue quien escarbó en la dura tierra de Granada en la que sigue enterrado el poeta con poemas como Voz secreta del amor oscuro, Aquel rubio de Albacete o Romance de la dulce queja, adaptación aparecida en su disco Poemas y sonetos para la libertad que cobró vida de nuevo en el Generalife.

Junto a estas pincelada de las canciones populares que grabaron Lorca y La Argentinita el homenaje tuvo una mirada hacia Morente con Enrique y Granada y A Morente.

La primera, es la adaptación de unos versos que Joaquín Sabina dedicó al cantaor y que tuvo la ocasión de recitárselos cara a cara en el programa de televisión Séptimo de caballería. Con un güisqui en la mano, el 'ronco de Úbeda' entonó los versos mientras Morente mantenía la mirada perdida en el infinito. La segunda, a modo de collage morentiano, mezcló fragmentos del fandango Contando los eslabones y la canción La Aurora de Nueva York, basada en el poema homónimo que Lorca publicó en Poeta en Nueva York. Este último corte apareció en el celebérrimo disco

Acompañado Joan Albert Amargós al piano y Chicuelo a la guitarra, además de colaboradores habituales como Paquito González, Miguel Ángel Soto Londro y Carlos Grilo, el cantaor contó también con la otra gran protagonista del flamenco del Festival, la granadina Eva Yerbabuena, otra artista que ha conseguido que todo su cuerpo sea una metáfora en el escenario. Un cierre flamenco con un artista que va camino de convertirse en el cantaor oficial del Festival de Música y Danza.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios