Felipe Romero dedicó su novela El segundo hijo del mercader de sedas a la que consideraba la mejor artista del mundo, su mujer Maripi Morales. La pintora recuerda cómo en ese duplex que ambos compartían, donde ella tenía su estudio de cuadros naïf, su marido le leía alguno de los pasajes fundamentales del libro que muchos expertos llaman El Quijote granadino. "Me subía un té y me pedía mi opinión". Él era su primer admirador. Ella, no podía ser de otra forma, su lectora más fiel. Hoy su familia recogerá un premio que "a él le hubiera encantado recibir. "Dudo que yo, por mi timidez y la emoción que siento cada vez que hablo de Felipe, pueda agradecerlo como debiera y le he pedido a uno de mis hijos que sea él quien diga unas palabras".

La Feria del Libro premiará hoy en el Paseo del Salón una obra que representa a la perfección la relación entre Granada, la novela y la historia, motivo de la feria de esta edición. El segundo hijo del mercader de sedas esel libro con el que Romero, tras años dedicado a la abogacía, quiso comenzar una trilogía literaria sobre la sangre derramada en Granada a lo largo de su historia. En esta primera novela contaba a través de la apasionante vida del personaje Alonso de Granada Lomellino hechos de un tiempo mágico pero excesivamente convulso que terminó con la expulsión de los moriscos. Maripi Morales recuerda cómo en sus planes estaba escribir "dos novelas más sobre las luchas intestinas durante el reinado católico en Granada y sobre la Guerra Civil" pero una muerte repentina le impidió completarlos. El mismo día que se fue me contó que había matado a uno de los personajes del libro Mar de Bronce", la segunda obra que salió a la luz incompleta sobre las relaciones entre musulmanes y judíos en la Granada zirí. Maripi recuerda hoy esa "trágica coincidencia" como también el vacío inmenso que dejó el escritor tardío pero reconocido y buscado por editoriales como Planeta.

Estos días, junto al libro editado por Comares, los lectores podrán adquirir una lámina que la artista le pintó "poco después de irse". Subió al Albaicín y desde allí dibujó la Alhambra imaginando que Felipe era una de aquellas "pequeñas criaturas" que asomaban en la Torre de la Vela. Aparece el autor rodeado de sus libros transformados en pájaros porque así es como su mujer lo recuerda. Él era sumamente humilde. "Empezó a escribir pero no sabía hasta dónde iba a llegar". El libro del que se editaron sólo mil ejemplares se presentó en el Hotel Victoria pero su éxito llegó gracias al "boca a boca" a oídos de la editorial Planeta. Un día le llamaron pero él les dijo que "sólo era un pobre jubilado sin pretensiones". Sin embargo, a aquel escritor le bastó sólo un libro: Comares, la editorial granadina que ha puesto sello a esta obra desde la cuarta edición (el libro lleva siete), ha vendido hasta ahora 20.000 ejemplares.

La inauguración de la Feria será a las 20 horas en el Paseo del Salón. En caso de lluvia tendrá lugar en el Teatro Alhambra.