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Rejuvenecer a golpe de viejos versos

  • Ismael Serrano regresa a Granada con su gira '20 años. Hoy es siempre', que repasa sus grandes éxitos

El cantante dejó pocos éxitos fuera de un directo muy esperado en Granada.

El cantante dejó pocos éxitos fuera de un directo muy esperado en Granada. / carlos gil

Dos décadas han pasado ya desde que un madrileño de pelo frondoso le cantara a una tal Ana que volvería "a escuchar las piedras que contra tu ventana lanzó la felicidad" o quien guitarra en mano -de la que aún no se ha separado-, camisa blanca muy de los 90 compusiera un himno sobre el mayo del 68 y gendarmes y fascistas. Tanto Ana como Papá cuéntame otra vez pertenecen al primer disco de Ismael Serrano, Atrapados en azul de 1997. Dos décadas en las que se han sucedido decenas de canciones aunadas en trece discos que ayer trajo a Granada con su gira 20 años, hoy es siempre.

El Palacio de Congresos fue el escenario de un reencuentro esperado desde hace años con una ciudad que, amante de la canción de autor, se rindió ante los dotes compositivos del de la voz quebrada al estilo Serrat.

Pocos temas quedaron sin corear en este directo, que vino acompañado de la estética y performance rigurosa de esta gira en la que una luna gigante preside una suite bohemia, y algo arquetípica, de una noche de verano entre cuerdas de guitarra y copas de vino tinto. Eso sí, es tan válida para una balada post ruptura como ese ansioso Ven que recuerda a la desesperada como "la vida es eterna en cinco minutos; los que nos tomaba quitarnos la ropa" o aquella Nieve, nada recomendable para quienes no consiguen que una pareja se sostenga.

Pero no todo el concierto se dedicó a la parte más lacrimógena de la maleta de letras de Serrano, también sonaron Pequeña criatura o Últimamente que siguiendo en la temática amorosa cantan esta vez a la euforia y reverencia del comienzo de un noviazgo.

Chaleco y con una cabellera menos frondosa que en sus primeros discos, quien llegara a cantar sin miedo a lo políticamente incorrecto el amor entre un concejal y una adolescente, se recorrió a sí mismo durante casi dos horas en un Palacio de Congresos que disfrutó tanto con el cantautor como recordando veinte años de canciones grabadas a fuego para muchos.

En resumidas cuentas, éste fue un concierto que quedó redondo. No en vano se repasaron veinte años de trayectoria con la que Ismael Serrano se ha hecho con el título de príncipe de la canción de autor, esa que tras los 80 empezó a naufragar en este país. Público entregado, artista encantador... la receta era perfecta. Un concierto de grandes éxitos es siempre un regalo para quien escucha y una mano ganadora para quien interpreta.

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