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Resistencia y música

  • La Casa de los Tiros recorre la vida del violoncelista catalán Pau Casals en una expoción que se centra en el compromiso del músico con la libertad

Fue un genio del siglo XX. De la música y del compromiso. Esta segunda faceta protagoniza la exposición sobre el violoncelista catalán Pau Casals (1876-1973) que ayer inauguró la Casa de los Tiros. Un paseo por la alargada sombra de un "ejemplo de músico comprometido con la causa de la libertad, la paz y la democracia", explica la comisaria de la muestra, Núria Ballester, sobre el 'trasunto catalán' de Manuel de Falla. "Se parecían en que el artista no sólo debe hacer cosas para el deleite, tiene que ir mucho más allá y combatir por un mundo social", continúa Ballester, quien custodia en el Museo Pau Casals la correspondencia entre ambos músicos, además de las listas manuscritas de las donaciones económicas que hizo a muchos refugiados y cuya copia se exhibe en la Casa de los Tiros.

La exposición organizada por la Generalitat de Catalunya se articula en torno a tres etapas: La Guerra Civil, El exilio y El retorno con cuatro reflexiones del músico que resumen su firme posicionamiento moral: "Hay cosas más importantes que la música"; "La vida del artista es inseparable de sus ideales"; "El amor al propio país es algo natural"; "Levanté mi voz en la causa de la paz". Esta última frase ilustra su trayectoria en el exilio tras la Guerra Civil. Levantó su voz pero silenció su violoncelo. Fue invitado a una serie de conciertos benéficos a Inglaterra al término de la II Guerra Mundial convencido de que las potencias aliadas acabarían con la dictadura de Franco. "Pero se dio cuenta de que no harían nada y decidió dejar de tocar el violoncelo durante cinco años", explica Ballester para remarcar que "hay pocos músicos capaces de renunciar a su carrera artística por unos valores éticos". Pero esta faceta también esta presente en la muestra a través de un vídeo que dimensiona su faceta de violoncelista con piezas clave de su carrera como Canciones populares españolas.

La exposición también refleja momentos clave en que por fin confluyen la música y el compromiso como el concierto de 1958 en la sede de Naciones Unidas, evento retransmitido junto a un mensaje de paz en el que pedía poner fin a los experimentos nucleares. Ese mismo año fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz. Además, "se comprometió con la lengua y la cultura catalana y dijo que no volvería hasta que no hubiera democracia". Y lo cumplió. Sus restos mortales sólo regresaron de Puerto Rico en 1979.

Por último, la muestra se completa con dos conferencias sobre el músico catalán a cargo del crítico musical Jorge de Persia (18 de junio) y la comisaria de la exposición, Núria Ballester (9 de julio); y un concierto a cargo del violoncelista Iagoba Fanlo (25 de junio).

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