La raza, la garganta desmesurada y la fuerza de un fenómeno natural arrasaron ayer la Huerta de San Vicente, en el parque Federico García Lorca. Lo desarmaron a base de flamenco y de herencia. Un terremoto pasó por allí y dejó el sabor de boca propio de quien ve actuar a una estrella. María Terremoto, joven cantaora, descendiente de la saga de la familia Terremoto de Jerez de la Frontera y reconocida con el Giraldillo Revelación en la XIX Bienal de Flamenco (2016) sacudió al público que visitó el entorno de Federico García Lorca en un encuentro enmarcado en el FEX.