"Es el momento de que la Orquesta Ciudad de Granada y yo nos pongamos a trabajar para conseguir su consolidación y crecimiento". Ésta fue la primera declaración de intenciones expresada ayer por el nuevo director titular y artístico de la OCG, el barcelonés Salvador Mas, que ayer tuvo su presentación oficial en el Auditorio Manuel de Falla. "Tenemos delante una nueva etapa después de una época de crisis de crecimiento. Todas las orquestas pasan por ese momento. La de Granada es una orquesta que ha llegado a un nivel bastante singular".

Salvador Mas no es nuevo en la plaza. Ayer mismo comentó que había dirigido a la OCG casi un centenar de veces desde 1992. "Incluso antes de que llegara Pons, cuando el director era Juan de Udaeta", recordó. "La orquesta y yo nos conocemos bastante bien. Mi vinculación con la OCG no ha sido una vinculación meramente profesional. Hemos tenido una relación cariñosa".

Mas, que sustituye al francés Jean-Jacques Kantorow, un director que no cumplió las expectativas de los músicos, viene con dos objetivos claros para la OCG: "Consolidación y crecimiento". "La orquesta", dijo, "debe seguir creciendo en estatura artística. Tiene que crecer e ir incorporando las experiencias vitales. La OCG es una orquesta físicamente joven y espiritualmente joven. A diferencia de muchas otras orquestas españolas, tiene espíritu de superación, de inconformismo. Tiene ímpetu juvenil y ganas de llegar a alguna parte".

El director anunció que la próxima temporada será de transición, ya que él se incorpora cuando la programación del año que viene ya está cerrada, y cuenta, además, con un problema añadido: el traslado de la OCG al Palacio de Congresos por las obras de rehabilitación que van a iniciarse en el Auditorio Manuel de Falla este mismo verano y que durarán un año.

"Si un buen violinista tiene que tocar un violín que no es de gran calidad, tiene que trabajar muy duro", explicó. "Para nosotros, la acústica de un local es un instrumento más. Lo que nosotros tocamos se materializa en unos metros cúbicos de aire. Si la acústica varía, hay problemas. La próxima temporada tendremos que trabajar duro para 'disimular'. Pero en un año estaremos de nuevo en casa".

"La próxima temporada será una temporada de transición", agregó. "Eso no significa nada. Una transición no significa el menoscabo de la calidad artística".

La llegada de Salvador Mas, que tiene contrato con la OCG por cuatro años, fue acogida ayer con satisfacción por las instituciones que dirigen el Consorcio Granada para la Música. "Comienza una nueva etapa para la orquesta y seguro que trae estupendas intenciones", dijo de él el alcalde, José Torres Hurtado.

"Tenemos mucha ilusión puesta en la orquesta y en Salvador Mas. Hay una sintonía total y esa sintonía va a dar grandes resultados", dijo, por su parte, el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Pedro Benzal.

Nacido en Barcelona, Salvador Mas se formó en la Escolanía de Monserrat y en el Conservatorio Superior de Música de la Ciudad Condal. Becado por la Fundación Juan March y el Ministerio de Ciencia e Investigación de Austria, cursó dirección orquestal y coral en la Escuela Superior de Música y Arte Dramático de Viena. También realizó estudios en Salzburgo con Bruno Maderna y con Franco Ferrara en Siena.

Mas inició su carrera profesional en la Ópera de Maguncia y fue nombrado director de la Orquesta Ciudad de Barcelona y del Orfeó Català. Desde 1999 dirige en Viena la clase de Dirección de Orquesta de los Wiener Meisterkurse y, desde 2005, es director de la Escuela Superior de Música de Cataluña.

Es director invitado de la Orquesta Filarmónica de Múnich y ha sido director de la Orquesta Filarmónica de Wüttemberg, en Reutlingen (Alemania), de la Orquesta Sinfónica de Limburgo y director titular de la Orquesta Sinfónica y del Coro de Düsseldorf (Alemania), además de la Orquesta de Cámara de Israel. Además, ha sido uno de los principales directores invitados de la OCG desde su fundación.