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'Shecherezade' regresa a la Alhambra con Gergieve

  • La Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky de San Petersburgo dirigida por Gergiev ofrecerá un concierto con una primera parte dedicada a Glinka y la segunda a Rimski-Korsakov

Valery Gergiev, en un concierto ofrecido hace sólo unos días.

Valery Gergiev, en un concierto ofrecido hace sólo unos días. / G. h.

Sheherazade vuelve a Granada en una noche mágica que rendirá homenaje a la música de los Conciertos de la Alhambra de 1883. La Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky de San Petersburgo propone un viaje a lo mejor del repertorio ruso. El primero de sus conciertos se centrará en el repertorio del siglo XIX, con obras de Glinka que evocan su conexión con España y su amor por el folklore nacional, seguidas de la suite del ballet Sheherazade de Rimski-Korsakov. Se trata de dos compositores que son claros exponentes de la gran música sinfónica en la escuela nacionalista rusa.

Entre 1845 y 1847 el compositor ruso Mijail Glinka viajó por España sacando todo el jugo posible de paisajes y paisanajes, anotando en cuadernos experiencias vividas y músicas captadas al vuelo. Especial huella debió dejarle su paso por Granada, donde participó en las tertulias de la famosa Cuerda en las que, a lo largo del siglo romántico, alternaron ilustres granadinos, granadinos adoptivos y visitantes de prestigio. En su correspondencia de abril de 1845, próximo a llegar a España, Glinka expresaba que, además de intenciones turísticas, las tenía también musicales: "Estoy decidido a enriquecer mi repertorio con algunas piezas sinfónicas que titularé fantasías pintorescas [...] En España me pondré a componer estas fantasías, la originalidad de sus melodías autóctonas me será de gran ayuda; por añadidura, nadie ha explotado aún esta veta...". Viajando de norte a sur, compuso sus Oberturas españolas: la célebre Jota aragonesa y Noche de verano en Madrid, que podrán escucharse hoy.

La Sinfónica de Madrid hizo oír por primera vez en la Alhambra la 'Scheherazade' en 1916

En los Los conciertos en la Alhambra, que se celebraban desde 1883 en el Palacio de Carlos V, apareció por vez primera la música de Rimski-Korsakov el 20 de junio de 1910, cuando Arbós dirigió Sadko con éxito. El 10 de junio de 1915 volvería a sonar Rimski (la Obertura de La gran pascua rusa) en el Palacio de Carlos V, esta vez traído por la Orquesta Sinfónica de Barcelona dirigida por Juan Lamote de Grignon. Por fin, el 23 de junio de 1916, la Sinfónica de Madrid, en aquella ocasión dirigida por Arturo Saco del Valle, hizo oír por vez primera en este patio la Scheherazade, con gran éxito que un cronista de la época, Aureliano del Castillo, atribuyó a lo familiar que esta música resultó para la audiencia, dados su "sabor oriental, árabe, casi andaluz": "Y estoy por decir que granadino".

La impresión fue tan positiva que al año siguiente, a petición de muchos aficionados, se volvió a ofrecer la Scheherazade de Rimski-Korsakov culminando el concierto inaugural del ciclo, el 12 de junio de 1917, ocasión en la que hacía su presentación ante el público granadino la Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigida por su fundador y titular, el maestro Pérez Casas.

Pero el crescendo seguía, implacable, hacia el punto culminante que constituyeron las actuaciones de los célebres Ballets Rusos de Diaghilev, con Popokova y Massine a la cabeza, en el mes de mayo de 1918, evento que no se celebró en el Palacio de Carlos V ni dentro del ciclo de Los conciertos de la Alhambra, sino en el Teatro Isabel la Católica, pero dio ocasión a las huestes de Diaghilev de "enloquecer" recreando Scheherazade en el Patio de los Leones de la Alhambra y encaramándose a la fuente central posando para deliciosas e históricas fotografías. En aquellas sesiones de los Bailes Rusos, la orquesta estuvo dirigida en el foso por Joaquín Turina… En 1919 reapareció Enrique Fernández Arbós al frente de su Orquesta Sinfónica de Madrid y, por supuesto, dirigióScheherazade el 22 de junio. Y así sucesivamente, durante años en los que esta partitura "casi granadina" venía acompañada por otras del maestro Rimski-Korsakov que también eran muy aplaudidas, especialmente el Capricho español.

En esta ocasión el director será de la formación musical será Valery Gergiev (Moscú, 1953), la máxima autoridad musical en Rusia y una de las batutas más respetadas del panorama internacional. Es director artístico y general del Teatro Mariinsky, director Titular de la London Symphony Orchestra de Londres, decano de la Facultad de Artes de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Presidente del Comité Organizador del Concurso Internacional Tchaikovsky y presidente Honorario del Festival Internacional de Edimburgo. Ha fundado y dirigido multitud de Festivales entre ellos el Stars of the White Nights de San Petersburgo, el Gergiev Festival (en Holanda) y el Moscow Easter Festival. En 1997, tras la muerte de Sir Georg Solti, Valery Gergiev se hizo cargo de la World Orchestra for Peace.

Desde el Teatro Mariinsky Valery Gergiev ha supervisado la aparición de una gran cantidad de cantantes de talla mundial. Bajo su dirección, el repertorio de ópera y ballet del teatro se ha ampliado de forma significativa, y hoy abarca una extensa gama de obras maestras del siglo XVIII al XX, así como piezas de compositores contemporáneos.

La Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky es una de las formaciones musicales más antiguas de Rusia. La excelencia de la orquesta fue reconocida en numerosas ocasiones por los músicos de renombre internacional que la dirigieron, como Berlioz, Wagner, Von Bülow, Chaikovski, Mahler, Nikisch y Rajmáninov. Durante la era soviética, la formación mantuvo también una impresionante trayectoria con directores como Vladimir Dranishnikov, Ari Pazovski, Yevgeni Mravinski, Konstantin Simeonov y Yuri Temirkánov.

La orquesta ha tenido el privilegio de estrenar múltiples óperas y ballets de Chaikovski, óperas de Glinka, Músorgski y Rimski-Kórsakov, y ballets de Shostakóvich… Desde 1988 ha estado bajo la batuta de Valeri Gérgiev.

La llegada del maestro Gérgiev al Mariinsky supuso una nueva fase de rápida expansión del repertorio de la orquesta, que hoy incluye las sinfonías de Beethoven, Mahler, Prokófiev y Shostakóvich, réquiems de Mozart, Berlioz, Verdi, Brahms y Tishchenko, y obras de compositores como Stravinsky, Dutilleux, Henze, Shchedrín, Gubaidulina, Kancheli y Karetnikov. La orquesta suele dar conciertos sinfónicos en prestigiosas salas de todo el mundo.

En esta ocasión, la orquesta y Gergiev repetirán de nuevo la noche del domingo en el Palacio de Carlos V, en este caso con Sergey Khachatryan al violín y un programa de Prokofiev y Shostakovich.

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