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Sociedad Fonográfica Subterránea regresa a la actividad tras la pandemia con un doble concierto en Granada

  • El sello organiza una fiesta en el Lemon Rock con El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands, una de sus bandas estrella

El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands.

El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands. / Miguel Martos

Sociedad Fonográfica Subterránea regresa mañana a su actividad tras la pandemia con una fiesta en el Lemón Rock en el que estará el que es su buque insignia, El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands, "compañeros de camino desde hace años y militantes convencidos en la más radical independencia", según explica el sello en una nota de prensa. Junto a esta formación completa el doble cartel el grupo cordobés Algunos Hombres festejando la edición de su nuevo trabajo en formato 7".

Pocas formaciones musicales hay en Granada que incorporen a su propuesta tantos ingredientes y elementos diferenciales como El Osombroso, hecho que lógicamente repercute en su inequívoca singularidad, siendo un islote en el panorama musical local y pudiendo afirmarse que no existe banda como ellos en el panorama nacional.

El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands son una banda originaria de Benalúa formada por Isaac Fernández y Antonio Travé 'El Oso de Benalúa' en 2013, a la que de inmediato se incorporan algunos de los mejores músicos granadinos, como Antonio Pelomono, Daniel Gominsky y Francisco Molina. Desde las áridas tierras de la comarca de Guadix, la formación granadina incorpora diversos estilos tradicionales del roots americano (country & western, blues rural, folk, ragtime o swing), y el folklore y el costumbrismo andaluz. Canciones interpretadas con un aire inequívocamente festivo e inyectando inteligentes letras por las que desfilan toda clase de personajes marginales y en las que predomina la crítica social, hasta el absurdo y la sátira.

Con título homónimo, en 2015 se lanzó su primer disco que incluía temas compuestos en esa primera época, algunos incluidos en El Genuino Mambo de Secano. En agosto de 2017 publicaron su segundo LP, 'Gloria o manicomio' editado por el sello granadino Sociedad Fonográfica Subterránea. Para ese segundo disco se incorpora Raúl Bernal, que aporta acordeón y teclados para generar en la banda un sonido más rico con composiciones cada vez más complejas

En 2021 se publica No es país para jóvenes, de nuevo editado por la Sociedad Fonográfica Subterránea, tercer disco de El Osombroso en el que la banda alcanza un notable grado de madurez en las composiciones y en la instrumentación, con la incorporación de Antonio Molina a la guitarra eléctrica. Temas como Nunca me llegué a marchar, Varoufakis o Mi caballo tenía sed dibujan un fresco social cargado de crítica desde un humanismo militante y una querencia por el personaje marginal, siempre con un tono más agridulce que en anteriores trabajos.

Los miembros de la banda han pisado los escenarios del Lemon Rock en numerosas ocasiones con sus otras formaciones: El Oso de Benalúa y Tony Molina con El Oso y Sus Sabandijas o Elemento Deserto, Antonio Pelomono con Pelomono, Daniel Gominsky con Manu Ferrón o Raúl Bernal con sus diferentes proyectos, pero curiosamente El Osombroso todavía no ha dado muestra de su talento en nuestras instalaciones, hecho que sin duda tendrá lugar muy pronto; deseando estamos de que estos embajadores de las badlands vengan a nuestra casa a dar testimonio de su innegable talento.

Algunos hombres

Dos años después de publicar Experimentación y Ensayo (Happy Place Rds), un segundo disco celebrado unánimemente por la crítica especializada (Ruta 66, Rockdelux, Efe Eme, Mondosonoro) y presentado con éxito en festivales andaluces como el Monkey Week o el Medina Sonora, la banda regresa con un EP grabado un mes antes del confinamiento y la pandemia y que se edita ahora en un irresistible 7" gracias a una nueva colaboración entre Happy Place Records y Sociedad Fonográfica Subterránea, dos de los sellos más audaces del underground andaluz.

Un suspiro eléctrico, título que ya define el tono existencialista del conjunto, incluye tres canciones que abundan en ese modelo tradicional de canción de pop confesional filtrado por un carácter cada vez más desprejuicidado y personal.

En 2020 presentaron Puzzle, balada sintética bañada en chorus, cajas de ritmo y teclados, que abre el EP de forma perezosamente original. Le siguen ahora otras dos brillantes: "Conductividad", un single pletórico y emocionante, en la línea de unos Prefab Sprout mediterráneos, que revisa la cartografía de un pasado crucial y "Me partiste en dos", a medio camino entre la Velvet Underground, New Order o el Nick Cave más etéreo, con una imponente revisión de los clichés asimilados desde una educación católica.

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