Arte en Granada

Infinitamente más que un taller artístico

  • El Centro Cultural de Gran Capitán acoge hasta el 6 de noviembre la muestra dedicada a las joyas de su extensa producción de Christian M. Walter

Infinitamente más que un taller artístico

Infinitamente más que un taller artístico / G. H. (Granada)

Los buenos aficionados a lo artístico conocen perfectamente a Christian M. Walter; los de Granada no tiene duda de su valía y los de fuera son consciente de su importancia porque gracias a su trabajo se ha dado a conocer mucha de la ingente y significativa obra de la pintura granadina del último tercio de la anterior centuria y de la que se está haciendo en el presente siglo. Con su trabajo la gran producción artística ha tomado un necesario cariz social y puede llegar a todos los estamentos. Lo bueno, la gran pintura de siempre, con las serigrafías de Christian M. Walter puede ser patrimonio de todos y llegar hasta muchos amantes del arte.

Conocí el Taller de Serigrafía hace muchos años cuando, todavía, se encontraba en la recóndita calle Mano de Hierro, antes de pasar a la Zubia y Belicena. Era una continuación de la honda tradición granadina en torno a la obra seriada. No olvidemos tantos buenos talleres como existían en la ciudad y cuántos los artistas de profundo recuerdo, como aquel Pepe Lomas que tanto bien hizo por una obra gráfica que fue referente absoluto en muchos sitios. Desde aquellos inicios, el Taller ha ido creciendo y su labor, no sólo se ha hecho grande, sino absolutamente necesaria para un arte que necesita, de propuestas como las que salen de sus espacios laborales –creo que es más exacto y riguroso decir, artesanales– para bien de la propia creación artística.

Christian Walter trabaja en su taller de serigrafía Christian Walter trabaja en su taller de serigrafía

Christian Walter trabaja en su taller de serigrafía / Archivo (Granada)

El Taller de Serigrafía de Christian M. Walter –nunca ha de olvidarse el trabajo permanente de Loli Rodríguez-, ya, gran realidad en el engranaje artístico de Granada y de España entera, ha obtenido las máximas consideraciones en los más selectos ambientes de la profesión: seis medallas FESPA ( Federación Europea de Asociaciones de Serigrafía ); concediéndosele la Medalla de Oro FESPA-AWARDS y dotándosele como el Mejor Experto Mundial del año 2020; además la Real Academia de Bellas Artes de Granada le otorgó la Medalla al Mérito de las Bellas Artes, en el año 2016. Hablar de los artistas vinculados al Taller sería largo. Los grandes de Granada han visto su obra serigrafiada y llevada a los máximos argumentos de excelencia. En los últimos años, por poner sólo dos ejemplos significativos, Rojo de Paco Pomet y NYC del gran ilustrador Sergio García, han sido obras premiadas con las medallas de oro de los FESPA; siendo la de éste último, así mismo, considerada como la mejor serigrafía del año 2020.

La exposición que nos ocupa, A cuatro manos. Christian M. Walter, Taller de Serigrafía, comisariada por Joaquín Peña-Toro, que ya lo hizo en anteriores grandes comparecencias públicas del Taller, viene a argumentarnos la importancia de lo llevado a cabo por el maestro, a la vez que nos sitúa en los grandes momentos de sus últimas realizaciones, algunas nunca expuestas hasta ahora, obras de Rogelio López Cuenca, último Premio Nacional de Artes Plásticas, Soledad Sevilla –magníficas las dos piezas de Los días de Pessoa-, Elo Vega, Frederic Amat, Carmelo Trenado y su Ella, un espléndido y espectacular libro de autor que magnifica y potencia la realidad creativa del maestro Trenado; las grandes estampas de Antonio Alcaraz y alguna más. Y, así, una serie de obras que plantean la evolución técnica observada serena y lúcidamente en el taller que tiene como consecuencia inmediata un claro paso adelante en materia de innovación y una apuesta absoluta por la protección del medio ambiente. Junto a los nuevos trabajos, la exposición conduce por las obras de los que siempre han sido artistas del Taller, autores especiales, probablemente los más importantes del panorama plástico español, que han posibilitado que, gracias al trabajo de Christian M. Walter, su obra asuma una nueva consideración.

En la muestra se puede observar la solvencia creativa de un dominador de la técnica pero que, además, posee una visión artística segura y capacitada. Lo que se constata en esta exposición totalmente justificada y que nos conduce por uno de los estamentos más importantes habidos en el arte granadino de los últimos tiempos. Feliz realidad de la que todos los amantes del arte nos sentimos un poco partícipes y tremendamente orgullosos.

La exposición en los espacios del antiguo convento de las Hermanitas de los Pobres en la calle Gran Capitán nos sitúa en los comprometidos argumentos artísticos de un maestro total y absoluto de la estampación, un artista colaborador que no se queda en medias tintas –nunca mejor dicho– y que sabe adaptarse a los planteamientos creativos de los artistas para, después, otorgar ese especial sello identificativo de trabajo genial como artesano creador. Porque lo que se realiza en el Taller de Serigrafía de Christian M. Walter es la confirmación de la existencia de una realidad artística construida con el entusiasmo de lo artesanal. El cuidadoso obrero asume la potestad del propio creador y patrocina una nueva entidad donde la verdad suprema de la obra permanece desde la manipulación de otro artista que aporta una nueva dimensión hasta hacerla inmediata y popular.

Muy buen proyecto expositivo que tiene como continuación la realización de actuaciones in situ de Christian Walter y visitas guiadas que completarán un recorrido por el trabajo realizado en un Taller de Serigrafía que es mucho más que un taller y que se abre a un público ávido de experiencias positivas. Lo realizado en el Taller lo son.

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