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Távora dignifica la libertad de 'Carmen'

  • El dramaturgo, que traerá a la plaza de toros de Granada el espectáculo el próximo 6 de mayo, asegura que la ópera dejará en el ruedo un abanico de emociones que entroncan con un mito andaluz

El propio Prosper Mérimée habría releído, y probablemente vuelto a escribir, su obra más conocida en Andalucía, Carmen, de haber conocido y, lo que es más difícil, entendido la verdadera historia de la gitana cigarrera de Triana. Incluso, ni la mismísima Condesa de Montijo, se habría atrevido a frivolizar sobre la vida de una mujer que dio la suya por no doblegarse ante el orden establecido socialmente. Carmen luchó por los derechos de los trabajadores, por la libertad, por el trabajo digno de la mujer trabajadora, y por la libre elección personal. Todo ello en un entorno poco propicio para ello, y cuando la frivolidad de los acontecimientos sociales, llenaban los bares y tertulias de una sociedad cambiante y alterada como la española y, por ende, la andaluza y sevillana. Pero la historia de la cigarrera gitana llegó a oídos de un dramaturgo sevillano, Salvador Távora, que emocionado, y tal vez indignado, por aquel injusto juicio de la historia hacia el mito deformado de Carmen, se dispuso a reinventarlo, por justo, y a dignificarlo, por justicia.

Salvador Távora, cree que la ópera Carmen “está perfectamente vigente en nuestros días” y encuadrarla en la sociedad actual es fundamental pues “es la reivindicación de la mujer andaluza, por lo que además, el momento es muy necesario”, añadió.

La ópera ha sido un espectáculo cambiante desde sus orígenes, se ha suprimido la muerte del toro, y sustituido por la actuación de los recortadores, pero eso no quita ni un ápice de significado a la representación, pues “se ha ganado, y no por entrar en el debate de toros sí, toros no, sino porque así se evitan los parones que tenía la obra, y con los recortadores se vuelve a los orígenes de creta y de la tauromaquia, y además se gana en dinamismo y ritmo general, el toro tiene que tener otras opciones” dijo Távora.

Pero la idea de ver Carmen, no sólo seduce al que lo hará por primera vez el 6 de mayo en Granada, sino que es un evento en el que cada vez que se admira se descubre algo nuevo, porque según el dramaturgo “Carmen es un espectáculo que, según el sitio donde se represente, es imprevisible, el escenario significa mucho. Granada, al igual que Sevilla o Ronda, están cargados de historia, y eso se vuelca en el escenario”.

Para Távora, la plaza de toros de Granada es hermosa y, sobre todo, transmite historia. Pero el empresario José Jesús Cañas, mentor de la posibilidad de contemplar la ópera en Granada, quiso ir aún más lejos y se mostró rotundo “estoy seguro de que Carmen enamorará a la Alhambra y La Alhambra a Carmen”.

Hace unas semanas tuvo lugar la presentación de la ópera en el Teatro Isabel la Católica, y la representación de un fragmento de la misma, que aún está en la retina de los asistentes. El escenario de un teatro recoge, como tal vez ningún otro lugar, los detalles más íntimos de cada actuación, por cercanía de los actores, por el silencio casi sepulcral, y por una atención casi ritual, pero Carmen se representará en el ruedo de la plaza de toros porque “la historia de Carmen tiene sentido en cualquier lugar, pero en una plaza de toros adquiere su máxima dimensión. La tragedia está en la propia arena de la plaza, y se la transmite al espectáculo” aseguró Távora.

Para todo neófito de este evento, Salvador Távora quiso dejar constancia de lo que se iba a encontrar cuando se levantara el telón imaginario del ruedo “fundamentalmente es un espectáculo de emociones, y que se entronca con un mito andaluz que deforma el mito de la mujer andaluza, con su voluntad de ser libre. Es sorprendente por no ser un modelo habitual, por lo que es volver a los viejos espectáculos andaluces”.

Si alguien busca el momento cumbre de la obra, sería bueno no perder detalle del que señala su autor “creo que el momento fundamental es el encuentro de Carmen con el amante a caballo, con un gran valor en la historia. No podemos olvidar que era picador”.

El que Salvador Távora dijera sí a Granada tiene varias acepciones: para el director de Carmen “es un lugar fundamental para comenzar la gira 2011, es partir de Andalucía, y con la aprobación de un público andaluz. Este hecho refuerza y estimula la obra porque, para los actores, es cargar las espaldas de un público entendido en historia, mitos, toros y teatro”.

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