El Teatro Isabel la Católica acogerá el estreno de El precio, una honda tragicomedia de Arthur Miller, el sábado a las 20:30 y el domingo a las 19:00. La obra dirigida por la brillante Silvia Munt cuenta con un elenco de primerísimo nivel: Tristrán Ulloa, Gonzalo de Castro, Eduardo Blanco y Elisabet Gelabert.

El precio es, a grandes rasgos, "la historia de la destrucción de una familia a partir de la ruina económica", resume Munt. A partir de ahí, los personajes -y los propios espectadores- se preguntarán cómo uno reacciona ante la precariedad económica dentro de una misma familia, cómo se afronta el futuro y cuál es el precio de nuestras decisiones.

La pieza, ambientada en 1968, en plena crisis tras el crack de 1929, parece haberse escrito en pleno siglo XXI. "Sea el crack del 29 o el de 2008, las crisis económicas hacen tambalear los fundamentos de nuestro sistema, de nuestras familias y de nuestro comportamiento, dejando consecuencias devastadoras", reflexiona la directora.

Munt se enamoró de la obra, cuenta en una entrevista en el programa Atención Obras, en un viaje de avión: "Me llevé algo para leer y encontré un texto magistal que explicaba casi todo lo que te puede pasar en la vida". La artista cree que Miller tiene "una obsesión que convierte en don, de forma magistral: radiografiar lo más íntimo del ser humano". "Como un experto cirujano, va trepanando con delicadeza lo más recóndito de nuestro comportamiento", apunta.

Munt ya estrenó el clásico de Miller hace tres años en Barcelona, donde contó con el beneplácito de crítica y público. El año pasado, la directora decidió montar la obra en el Teatro Kamikaze de Madrid y obtuvo gran reconocimiento.

Sinopsis de 'El precio'

La obra arranca cuando dos hermanos se reencuentran en la casa familiar después de 16 años sin hablarse. En breve, la casa debe ser demolida y Víctor (Ulloa), un humilde policía a punto de retirarse, junto con su mujer Esther (Gelabert), convocan al hermano mayor, Walter (Gonzalo de Castro), cirujano de éxito, a un encuentro con el tasador (Eduardo Blanco) para decidir el precio de los viejos muebles familiares. 

Pero estos viejos trastos no son lo único que hay en la casa: también hay un montón de recuerdos, fantasmas que llevarán a los protagonistas a pensar en cómo podrían haber sido las cosas si, en cierto momento, hubieran tomado otras decisiones.