El teatro delante y detrás del telón, como estrella única de una obra poderosa que habla del amor en todas sus vertientes. Es la propuesta de Comediants en El gran secreto, que trata de descubrir si se ama de la forma en la que se hace debido a las grandes escenas del teatro de todos los tiempos. Si es un reflejo de la realidad o es la realidad quien le copia.

Desde el clásico de Shakespeare en Romeo y Julieta o el contemporáneo La gata sobre el tejado de zinc de Tennessee Williams, es difícil imaginar los tópicos hoy ya usuales en el lenguaje del amor. Con máscaras griegas o narices de payaso, Comediants intenta desvelar en la obra si las aptitudes amatorias son innatas o han sido adquiridas gracias a la ayuda del teatro, sin descartar que al fin y al cabo ambas cosas van de la mano en un binomio inseparable.

Todos los amores a través de los géneros son tratados en una obra con la que la compañía catalana vuelve a sorprender al público con un teatro que habla de sí mismo a través del lenguaje un tanto surrealista e irónico del amor y viceversa: habla también de amor a través del mágico mundo teatral. "Lo hace a través de once géneros. Aparecen la comedia, la tragedia griega, la comedia del arte, el género isabelino, el teatro de clowns, el realista, el teatro del absurdo, el musical, el moderno y nuestra propuesta final", explica Carles Romeu, productor de la obra. Comediants acotan la máxima de que cada pareja es un mundo en que cada pareja puede ser un género teatral.

En la obra, hay una forma de amar para cada género. "Algunos aman cantando como en un musical; otros, guiados por los celos, lo hacen más trágicamente; otros, riéndose como en una comedia..", afirma Romeu.

El gran secreto llega este fin de semana al Teatro Alhambra para desvelar las virtudes y contratiempos de todos los tipos de amor a lo largo de la historia del teatro, desde la fabulosa y siempre particular forma de contar las cosas que tiene la compañía catalana, siempre preocupada por el espíritu festivo de la existencia humana. La obra escrita por Albert Espinosa y Joan Font, director de Comediants, recorre siguiendo la evolución del amor la historia del teatro en todas sus etapas, desde sus inicios hasta la actualidad con un final sorprendente.

Las maniobras narrativas que han utilizado algunos autores que lo han tratado a lo largo de los tiempos pero también las opciones imaginativas para recrearlo en distintas épocas, como la primitiva a través de una especie de danzas africanas o el particular teatro de clowns del grupo, contándolo de una forma surrealista. Así, se utilizan dos textos de Shakespeare y Williams para ilustrar parte de la obra. "Todo lo demás es creación propia de la compañía".

Un juego que requiere dinamismo, rapidez y la capacidad de parecer improvisación cuando no la hay por ningún lado sobre un escenario que se multiplica. "Todo es múltiple en la obra. Los actores se multiplican por once géneros; el vestuario, la música, todo es multidisciplinar", explica Romeu.

Amor y teatro se convierten en una suma temática que sobre el escenario personifican cinco actores que se convierten en 55 personajes. "Participan", cuenta Romeu, "el acomodador, la acomodadora, la regidora, el chico-autor y la esencia del teatro, como un homenaje al teatro, al amor y también a todas las personas que trabajan detrás del escenario".