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Varaverde: en busca del lado más extremo del rock

  • Veteranos de la escena musical de Granada, Varaverde presenta esta noche en la sala Planta Baja su nuevo proyecto

Con los sonidos llevados al límite y unas letras que hablan de una realidad que va mucho más allá de lo que cuentan, cuatro de los responsables de trastocar la escena emo core española hace más de una década al frente de Maine están de vuelta. Ahora se hacen llamar Varaverde, han cambiado el inglés por el español en sus canciones, han simplificado las estructuras de sus melodías y acaban de lanzar un primer álbum que es de todo menos un disco de debut.

Varaverde (Everlasting Records, 2010) ha sido el resultado de sumar las ganas -"que eran muchas", según ellos mismos cuentan- de volver a la carretera y a los escenarios de Álex (voz), Juan (guitarra), Gonzalo (batería) y Tintín (bajo). Grabado hace unos meses en Saint Feliú (Girona) con Santi y Víctor García (Standstill, The New Raemon, The Unfinished Simpathy, Delorean...) a los mandos, el disco combina la chispa de un grupo que da sus primeros pasos con la veteranía de unos músicos que tienen muy claro lo que les gusta.

"Siempre hemos sido un grupo muy democrático para todo, así que en el momento en que vimos que no había chispa decidimos dejarlo", cuenta la banda granadina, que se despidió de Maine con un concierto en Barcelona en 2003 que dejó a todos con ganas de más. Lo bueno es que durante este tiempo, en realidad, la música ha seguido formando parte de sus miembros. Juan y Álex con Apocalypse -un proyecto que ponía música a los textos del poeta William Burroughs para subirlos al escenario-, Juan y Gonzalo con el grupo Galgo y Gonzalo, que se marchó a vivir a Estados Unidos, como batería de distintos grupos que le sirvieron para empaparse de lo mejor de la escena norteamericana.

A la vuelta, y aunque la formación es prácticamente calcada a la de Maine, muchas cosas habían cambiado. "Maine fue como fue porque le tocó vivir en un momento muy determinado en el que la escena emo core estaba despertando. Ahora ni es el mismo momento ni nosotros somos los mismos. Han cambiado nuestros gustos y hasta nuestra propia forma de tocar, así que había que cambiar de raíz el proyecto", explican los Varaverde. Así, y sin dejar de "tirar a la música con más potencia", que es el terreno donde mejor se mueven, han dejado más limpias y claras las estructuras de las melodías -"con Maine hacíamos casi sinfonías, eran muy complicadas", dicen entre risas-, lo que ha supuesto un acercamiento lógico al mundo del rock. Culpa de ellos la tiene el cambio de las dos guitarras a una única que lleva el peso en todas las canciones, así como el paso del inglés al castellano en sus composiciones: "Nos gustaba la idea de enterarnos de lo que estábamos cantando, de participar en los coros y de que el público también se enterase de lo que decimos. Además, cantar en español da un giro nuevo a la voz, ya que no sólo se entiende mejor, sino que ahora tiene más melodías y es más interesante".

La vuelta al estudio y a la carretera no sólo ha "rejuvenecido" a los miembros de Varaverde, sino que les ha devuelto a una realidad que no se ha transformado demasiado desde los años de Maine. "Casi todo sigue igual, salvo que se vende menos y que se sigue la llamada 'cultura de la diversidad'. Ahora es mucho más difícil para cualquier banda. De todas formas, nosotros mantenemos nuestra forma de pensar y de actuar, y creemos que es mejor ir a tocar muchas veces fuera de Granada que centrarnos en patearnos pueblos por aquí porque la escena, al final, está más intercomunicada de lo que parece. Para que funcione, la vida profesional de una banda pasa por tocar y tocar", aseguran. De hecho, tan en serio se han tomado lo que ellos mismos proclaman que incluso antes de que el disco viese la luz ya se habían buena parte de Andalucía. Esta noche les toca la cita en casa, en la sala Planta Baja, donde todo no deja de ser "más especial". "Aquí siempre nos gusta tocar. Hemos querido rodar antes el disco en directo para que aquí llegue perfecto y poder montar un pequeña fiesta con los amigos", añade la banda, que avisa que en su actuación no habrá espacio para Maine, al menos como sus seguidores lo tienen en la cabeza: "Es el concierto de presentación del disco y de Varaverde, así que se escucha algo de Maine será como un pequeño guiño y lo tendríamos que llevar a nuestro sonido actual".

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