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Violencia y estupidez

Criminal/Comedia, Reino Unido, 2013, 93 min. Dirección y guión: Richard Shepard. Intérpretes: Jude Law, Demián Bichir, Richard E. Grant, Matthew C. Martino, Emilia Clarke, Kerry Condon. Cine: Kinépolis.

Esta película hubiera entusiasmado a las hordas de las SA de Röhm, porque el personaje retratado (¿y celebrado?) es una mala bestia primaria y violenta que habría hecho las delicias de los matones nazis. Para que todo esté más en la salsa de Röhm la cosa empieza con una larga secuencia de felación en una cárcel, durante la cual un Jude Law más calvo y más gordo -por aquello de que los grandes papeles exigen que los guapos se afeen- larga con enfático tono tragicómico de recitación shakespiriana un exordio sobre las bondades de su pilila. Dicho con el tono del discurso de la batalla de Agincourt pero dirigido a su cosita en vez de a los soldados. Esta especie de declamación shakespiriana se mantendrá en los numerosos monólogos estúpidos que salpican la película. Después sale de la cárcel y revienta a un tipo a puñetazos y patadas. Tras lo que se va a una taberna, se emborracha y se larga con dos furcias (una de ellas al hombro). Estupendo.

A partir de ahí se reúne con su compinche, busca al capo para ajustar cuentas que retribuyan su silencio y se desgrana toda la violencia, esnifados y truculencias capaces de acumularse en una hora y media que parecen tres. Todo contado con colorines posmodernos y efectos de cámara excesivamente retóricos (el accidente de coche) que pretenden dar un toque de frialdad y distancia a una obra en la puede que se convoque al humor negro o la ironía, pero sin que acudan nunca. Burda, basta, pretenciosa. Y un puntito nazi en su celebración acrítica de la más brutal violencia y la más feroz estupidez. Todo para al final apuntar que bajo tan dura coraza latía un corazoncito. ¡Vaya tela! Un repaso de la errática carrera televisiva y cinematográfica de su director, Richard Shepard, manifiesta -por si alguien lo dudara- que se trata de un camaleónico oportunista que se disfraza de Guy Ritchie o de Tarantino. Pero se le nota.

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