El libro La sátira contra la mala poesía, una antología de la poesía satírica del Siglo de Oro de Eduardo Chivite publicada por la editorial Berenice, reproduce las "guerras literarias" libradas entre los poetas de la época, entre ellos Lope de Vega, Cervantes, Quevedo o Góngora.

Según explicó Chivite, estas "contiendas" comenzaron como un entretenimiento en círculos privados como las academias, pero, según avanzó el tiempo, sobre todo en el siglo XVI, el poeta siente una "necesidad de adquirir relevancia social y prestigio y la utiliza como arma". A ello, explica el antólogo, hay que unir el hecho de que las administraciones de la época necesitan recurrir a los literatos porque son los únicos que dominan el lenguaje y la retórica. Así, surge la figura del 'poeta-secretario', que hace de intermediario en diferentes cuestiones de la vida política, lo que provoca que estos enfrentamientos literarios se desarrollen con el fin de "conseguir un puesto en la Administración".

En este sentido, aparecen muchos 'bandos literarios', con sus cabecillas o líderes, como Lope de Vega, que según Chivite, gracias a su popularidad en el teatro, "tenía la posibilidad de colocar en puestos administrativos a muchos poetas de su círculo. De hecho, si se repasa la biografía de alguno de ellos, se ven las recomendaciones de Lope de Vega", añade.

Así, el libro recoge, entre otros, una serie de poemas críticos que se cruzan Lope de Vega y Góngora con motivo, según el antólogo, de los intentos de este último de salir del reducto de los intelectuales y lograrse el favor de los nobles, territorio que Lope consideraba "suyo".

Esta guerra literaria la ejercían los poetas a través de la sátira contra la mala poesía, un 'subgénero literario' centrado "lograr el desprestigio del escritor atacado y el crecimiento de la popularidad del atacante". Pero la crítica no se quedaba sólo en lo literario, si no que trascendía a lo moral y lo ético, ya que, en aquella época, "hablar de literatura y moralidad era prácticamente lo mismo".