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Un antídoto contra el odio y el racismo

  • El Tres Festival reivindica el poder de la literatura en su inauguración

  • El ciclo se celebrará hasta el sábado

"Leer es el único acto soberano que nos queda". Lo dijo Antonio Muñoz Molina durante una entrevista en el diario El País en 1989, y tres décadas después, la afirmación tiene más sentido que nunca. El Tres Festival. Voces del Mediterráneo reivindicó precisamente el poder de la literatura en la inauguración de su segunda edición, que se celebró ayer en el Centro Lorca.

El director de la Fundación Tres Culturas, José Manuel Cervera, definió la literatura como "un instrumento para conocer al otro" y un antídoto "contra la xenofobia, la islamofobia o la misoginia". "Tenemos una misión como fundación: luchar por la paz en el Mediterráneo, caracterizado hoy día por los conflictos y las tragedias. Sin ir más lejos, ayer cinco inmigrantes murieron en Alborán. Tenemos que unir esfuerzos paro no asistir pasivamente a estas situaciones", alentó Cervera durante su discurso donde señaló la importancia de los libros, porque en ellos está "el conocimiento y los sentimientos, ya sea el odio, el amor o la fraternidad".

Soleá Morente versionó 'Inventario galante' de Machado y 'Palabras para Julia' de Goytisolo

La segunda edición del Tres Festival, que se celebrará hasta el sábado, está dedicada esta vez a las libertades, que en palabras de Cervera, "están amenazadas en el ámbito mediterráneo actualmente". El director de la Fundación Tres Culturas, la promotora de la cita literaria junto a la Junta, se despidió con una cita de Cervantes que aparece en El Quijote: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre".

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, destacó en su intervención que "el festival genera un espacio de reflexión en el Mediterráneo a través de la literatura, la cual hace a las personas más humanas y más libres". Después, el consejero de Cultura de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, defendió que "desde identidades diversas se pueden reivindicar objetivos compartidos" en alusión al festival donde se reúnen escritores españoles, tunecinos, alemanes, palestinos o marroquíes.

Vázquez recalcó que el encuentro puede ser "un foro de reflexión productivo y una oportunidad" ante una "realidad azarosa y conflictiva" en el Arco Mediterráneo, y destacó que el objetivo es "conseguir que la suma de culturas" permita "tener una visión más abierta", para que, "desde la reflexión y el intercambio de ideas", se pueda "compartir la confección de un futuro mejor".

El titular andaluz de Cultura también recordó los momentos difíciles que se viven hoy en el Mediterráneo y pidió "una visión amplia, integradora, solidaria y cooperativa", en un momento "para la reflexión, el análisis y el encuentro". En este sentido, el consejero mencionó la "triste paradoja" de los voluntarios DE Proactiva Open Arms, ONG en apoyo de los refugiados, y la de los tres bomberos andaluces "que dan su vida para salvar vidas y que están siendo perseguidos judicialmente por intentar evitar la muerte de cientos de personas".

Bajo el título Versos libres, versos para la libertad, Luis García Montero, Ioana Gruia y Adam Fethi se unieron en una lectura poética en el Centro Lorca tras la inauguración del Tres Festival. Cadáveres llegaron a la playa, un poema sobre el drama de la inmigración escrito por Gruia, abrió el recital donde los autores reclamaron con sus versos un mundo más justo, tolerante y sin fronteras.

La intervención de Fethi, el poeta tunecino, hizo vibrar especialmente a los asistentes. Sobre todo cuando el público escuchó en boca del traductor El estereoscopio, unos versos dedicados al oficio de escribir versos: "Quítate la ropa", me ordena el doctor. Él lo hace. El poeta está desnudo. El doctor ignora el estereoscopio que se enrojece sobre su pecho y lo presiona. "¿Y éstas?", señalando las palabras y las penas. "Éstas no me las puedo quitar", murmura el poeta con una luz lejana. "Mi palabras y mis malas son mi segunda piel. A veces salgo desnudo a la calle y nadie aprecia mi desnudez".

La lectura poética en el Centro Lorca se alternó con la actuación a dúo de la cantante Soleá Morente y el pianista J.J. Machuca. Los dos músicos versionaron las adaptaciones a cargo de Paco Ibáñez de poemas tan bellos como Inventario galante de Antonio Machado, En el principio de Luis de Otero y Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo. Ésta última adaptación clausuró la emotiva jornada de inauguración dedicada, sobre todo, a defender el poder de la palabra escrita como antídoto contra el racismo.

El concierto de la cantante marroquí Sophia Charaï y el homenaje a Juan Goytisolo a cargo de Vicente Luis Mora, Javier Valenzuela y Malika Embarek despidieron la séptima jornada de la Feria del Libro. "Goytisolo encarnó la unidad sustancial que hay en las culturas del Mediterráneo. Él fue un escritor que trató lo francés, lo español, lo marroquí, lo turco, lo palestino y lo egipcio", explicó Valenzuela durante la charla en homenaje al autor de Señas de identidad, definido por el periodista granadino como "el último gran intelectual crítico y disidente español, comprometido con su tiempo e irreverente". Entre las cosas que le preocuparían a Goytisolo si viviera, señaló Valenzuela, estaría "el drama de los refugiados", un asunto mal gestionado por una Europa "cruel e inhumana", y "el retroceso de las libertades en España y el resto de la comunidad europea". Al final del encuentro, Valenzuela contó una anécdota sobre el escritor muy ilustrativa: "Una vez recibió en Marrakech a un gran personaje político español y lo llevó a comer a un restaurante de pinchitos morunos al lado de la medina. Juan siempre contaba la cara de asco de aquel político al verse allí comiendo".

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