Chez Masaccio, Chez Masaccio III, Estío, Camping III, Camping IV, Cuenca III son algunas de las representaciones fotográficas pertenecientes a Paisajes Cotidianos, de Francisco Nicolás Parra, que se exponen en la Galería Toro hasta el próximo 15 de octubre, con motivo de la 1ª Bienal Internacional de Fotografía en Granada.

El artista se introdujo en el mundo de la fotografía hará ya un año. No obstante, él en realidad se dedica a la pintura. Todas sus obras tienen un sello especial: Parra se caracteriza por mostrar en ellas el elemento cuadro-ventana, emulando a una de las figuras principales del surrealismo: el pintor belga René Magritte (1897-1967). Este artista fue conocido por sus peculiares y seductoras imágenes, dotando al movimiento surrealista un estilo basado en la yuxtaposición de objetos comunes y característicos, en lugares poco familiares. Su cuadro más popular, Los paseos de Euclide, muestra un caballete frente a una ventana a través de la cual se ve un paisaje. La escena pintada corresponde al fragmento del paisaje sobre el que se sitúa el cuadro, creando así una cuarta dimensión.

Al igual que Magritte, a Parra le interesa la idea de inventar diferentes espacios de profundidad y de esta manera poder jugar con la ilusión de dentro/fuera y a la vez introducir un plano especial por delante del paisaje. Técnicamente, se sirve de las nuevas tecnologías como la fotografía y procesos digitales, aunque para sus pinturas prefiere utilizar otros métodos más tradicionales como el acrílico.

El retratista dice ser un gran admirador de los paisajes rurales compuestos por pequeños caminos como "los campos de cereales, bañados antaño por el sudor de hombres y mujeres, las arboledas cercanas o testigos mudos de tantas vivencias".

Sobre los paisajes descritos, emplea formas modulares, dedicándose a realizar manipulaciones en las imágenes, como por ejemplo introducir a un campesino en la tierra.

"Me interesa mucho la vivencia del hombre. Esos pequeños caminos que retrato son una serie de pisadas de personas que a través de su trasiego van dejando unas vivencias. Los paisajes urbanos no me interesan, ni tampoco el de las altas montañas, trabajo donde siempre esté presente la huella del hombre", relató.

El fotógrafo normalmente emplea la fotografía en color. Al preguntarle si podría definir sus creaciones como fotografías cubistas, lo niega. "Mi fotografía es realista. Realizo una conjunción entre lo figurativo (el paisaje), y las abstracciones".

Parra emplea las formas geométricas lineales a la hora de delimitar los territorios y crea sus referencias espaciales, utilizando la figura humana dentro de los diferentes espacios creados con la geometría, rompiendo la forma plana y creando la ilusión de espacios tridimensionales dentro de éstas.

Francisco Nicolás Parra. Galería Toro. Hasta el 15 de octubre.