El Centro Cultural Memoria de Andalucía de Granada acoge la obra pictórica de Juan Carlos Lazúen y resume a través de cuarenta cuadros, esculturas y un montaje audiovisual su "mirada insolente", una apuesta por romper con la tradición y sumar originalidad al arte.

La nueva exposición que el museo granadino inauguró ayer es una visión multidisciplinar de Juan Carlos Lazúen (Baza, 1957), una muestra con cuadros, esculturas y una pieza audiovisual que resume su esencia y que permanecerá abierta hasta el 6 de enero con acceso gratuito.

Con el título Una mirada insolente, la nueva apuesta expositiva del centro ofrece la acción "desusada o temeraria, poco ortodoxa con la pintura", de este artistas que evita sin embargo cualquier expresión plástica ofensiva sin renunciar a ser descarado en su obra.

La mirada desempeña un papel fundamental en la obra de Lazúen porque se atreve a combinar líneas, manchas, secuencias o ritmos para dibujar otra forma de organizar su obra para sumergir en ella al espectador.

"El tiempo bien utilizado permite crear soluciones que conduzcan al deleite estético impregnado de la historia asimilada", subrayó el artista granadino durante la presentación de la muestra.

El catedrático de la Universidad de Granada Álvaro Salvador destacó además la relación entre la pintura y la poesía y aprovechó para apuntar que la obra de Lazúen se inscribe en la corriente tradicional de la ruptura, "de abstracción lírica, de pintura poética".

Según este especialista, en las series que componen la muestra no solamente están muy presentes los ecos de Kandiski, Mondrian, Delaunay o el expresionismo abstracto, pero también una voluntad clara de aportar a esa tradición una gota de originalidad.