Actual

El arte de lo visible y lo invisible

  • Sebastián Guzmán expone en el Rey Chico 'El silencio de lo expansivo', obras con mucho misticismo

Es difícil imaginar que los conceptos del fútbol jueguen tanto a favor del arte en el caso de Sebastián Guzmán. Por una lesión tuvo que dejar atrás el deporte rey, donde apuntaba maneras con dos títulos consecutivos como campeón de Andalucía y de España cuando sólo tenía 11 años. Al abandonarlo, vio que precisamente el fútbol le había enseñado nociones del espacio (los vacíos) y el tiempo y cualidades de la materia que ahora son primordiales en esa otra pasión a la que se dedica en cuerpo y alma.

El Rey Chico expone hasta el próximo 22 de abril El silencio de lo expansivo. En ella Guzmán muestra al público 24 obras que resumen su proyecto fin de carrera en la Facultad de Bellas Artes y donde la idea principal es la comprensión del arte como un instrumento mediador y una vía de conocimiento.

Hay en su obra pintura, dibujo, escultura y poesía puestas a disposición de todo aquello que no se ve ni se dice, que es "invisible", pero que influye sobremanera en todo lo demás. Si hay algo patente en la exposición es que se respira una disposición de meditación y contemplación hacia el entorno propia de la mística cultural del sufismo o el budaísmo.

La poesía que se puede leer en el Rey Chico hace referencia a lo que hubo y lo que queda del mundo árabe. "Me interesa", cuenta Guzmán, "investigar las dos orillas". No se puede poner fechas ni límites a las obras de arte porque, dice, todas siguen un camino lógico de influencias de otros tiempos.

En la misma línea, hay tres esculturas en la muestra relacionadas con el mundo sufí: dos de ellas son piezas de plástico sobre unos cojines. La otra, con el título Breve historia de sincretismos, es una pirámide de madera sobre una base de metal. En esta última, Guzmán simboliza el constante influjo entre ambas civilizaciones, la oriental y la occidental.

En el resto, el artista utiliza indistintamente el dibujo, el acrílico, el óleo, el bolígrafo, los hilos o elementos como bisagras. En uno de ellos 'habla' sobre Gaza. Es un tablón de maderas con nudos. "El desierto y sus víctimas ensangrentadas". El silencio de lo expansivo, explica, "es aquello que vive oculto, el desierto turbulento que se extiende o actúa tras cada movimiento o pensamiento. Esta inercia se procura en silencio porque se ignora aquello que está más allá de la superficie".

En Batalla en Tehuantepec, Guzmán pone en práctica, visiblemente, ese estado de contemplación al que anima. "El proceso de verdadera escucha y observación es pieza clave en el trabajo que desarrollo. Es para mí la activación del mecanismo que facilita la identificación de procesos internos, un filtro por el cual la emoción deviene menos hermética, evitando la generación de emociones groseras".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios