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'La bolsa y la vida', el homenaje 'plástico' a José Guerrero

  • El Palacio de los Condes de Gabia acoge una exposición comisariada por Pablo Sycet en la que participan más de un centenar de artistas

El destino final al que normalmente se ve abocada una bolsa se ha visto truncado por la mano de un centenar de artistas contemporáneos procedentes de diversos países del mundo que han hecho de este objeto una auténtica obra de arte. El resultado se ha recogido en una muestra que bajo el título La bolsa y la vida rinde homenaje al pintor granadino José Guerrero en el Centenario de su nacimiento. Según el comisario de la exposición, Pablo Sycet, "lo fascinante de esta convocatoria es que entre 101 obras no hay ninguna que sea igual, a pesar de que algunas parten de la misma base, pues cada una tiene una intención, un colorido específico y un doble sentido metafórico diferente".

Aunque el arte alimenta los cinco sentidos y reconforta el espíritu, ni siquiera los intentos que trataron de democratizarlo durante el siglo XX a través de las ediciones de obras seriadas -grabados, serigrafías, xilografías y litografías, principalmente- consiguieron acercarlo definitivamente a todas las clases sociales. Todavía hoy, sigue siendo un bien de consumo que está al alcance de muy pocos y que, además, rara vez sale de las galerías de arte, ya vendido, envasado en una humilde bolsa como cualquier otro producto que se pueda comprar en todo tipo de comercios. Sin embargo, a finales de los años 60, el pintor José Guerrero (Granada, 1914 - Barcelona, 1991), que ya estaba totalmente integrado en la vida artística neoyorkina y en plenitud de sus recursos formales, decidió experimentar con nuevos soportes y recursos técnicos en una vuelta de tuerca más sobre el objet trouvé duchampiano, y creó una serie de obras que rompían con la constante bidimensional que había marcado su trayectoria artística. De ese afán por transitar territorios desconocidos, surgió una serie de obras formal e iconográficamente en línea con lo que eran sus dibujos y pinturas del momento, pero a la postre muy rompedora, con bolsas integradas en sus pinturas que le daban una nueva dimensión a su trabajo. Partiendo de este hecho, surgió, La bolsa y la vida, que se inauguró en Madrid con 77 bolsas -una por cada año de vida de Guerrero- en enero de este año en la Casa de Velázquez, institución de la que el pintor granadino fue becario antes de marchar a París y, de allí a EE.UU., y la que ahora se presenta en Granada.

Agrupa un centenar de trabajos realizados por un centenar de artistas de muy diversas opciones formales, generaciones y procedencias -de México, Italia, Brasil, EE.UU, Japón y Francia, además de españoles- y puede visitarse hasta el próximo 8 de febrero en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia.

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