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Las cartas de cine de Jaime Rosales

  • El cineasta presenta la correspondencia en forma de cortos con el chino Wang Bing

El director de cine español Jaime Rosales y el chino Wang Bing estrenaron ayer en el CCCB sendos cortometrajes fruto de la correspondencia cinematográfica que han mantenido en los últimos meses dentro del ciclo Cinergias.

Según la comisaria de Cinergias, Joana Hurtado, Rosales retrata en sus obras "una sociedad tomada en una imagen plana y frontal, que aisla y asfixia a los personajes, doblemente enmarcados por puertas y ventanas en Las horas del día, separados por el recurso de la polivisión en La soledad o asediados por el teleobjetivo en Tiro en la cabeza".

Wang, continúa Hurtado, hace que esos personajes se pierdan en los meandros de la historia, en el laberíntico recuerdo de un pasado que se repite (He Fengming), o en las ruinas de un presente sin futuro (Tie Xi Qu, "Caiyou riji", L'argent du charbon).

Bajo el título de T4-Barajas Puerta J50, Rosales presenta en su corto un día cualquiera en el aeropuerto madrileño, donde con una cámara equipada con un teleobjetivo filma la microsucesión de idas y venidas de los pasajeros mientras esperan, van de compras o juegan a los videojuegos.

El sonido se desprende de la imagen para recoger pequeñas conversaciones y ambientes del lugar, en un trabajo experimental que ofrece una reflexión sobre la espera y la soledad en un gigantesco espacio aeroportuario convertido en un gran centro comercial y de ocio.

El cortometraje de Wang Bing, Xi Yang Tang (Valle feliz) muestra las imágenes tomadas por el cineasta chino en la provincia de Yunna, en un altiplano de 3.000 metros de altitud, una región pobre en la que los habitantes del pueblo de Xi Yang Tang viven en una pobreza y penuria extremas.

Las imágenes muestran cómo los niños se dedican sobre todo a cuidar a sus hermanos pequeños y a ayudar a sus padres en las tareas cotidianas.

En la presentación, Rosales comentó: "A ambos nos mueven preocupaciones parecidas que tienen que ver con el intento de captar nuestra realidad, nuestro tiempo, a través del cine, aunque nuestros mundos son muy diferentes, algo que queda reflejado en nuestras películas".

Elogió el trabajo de Wang Bing, del que encuentra interesante "no sólo el material humano, sino también esa radicalidad, ese grado de escritura cero, de aparente banalidad. Capta lo realmente humano y se olvida de cualquier tipo de artificio".

En los filmes del director chino, Rosales tiene "una primera sensación de haber visto ya la película", aunque conforme avanza el metraje se da cuenta de que no es así. "Mientras yo retrato un mundo del confort material, en el que la comunicación es muy banal, Wang Bing nos cuenta una historia de supervivencia", dijo Rosales en relación a los dos cortos del ciclo Cinergias.

El realizador español expresó su deseo de "encontrar ese grado de escritura cero" que tiene el cineasta chino.

Wang Bing recordó que conoció a Rosales en 2004 tras ver una película suya en un cine de París, una visión que le dejó dubitativo sobre las ideas y los pensamientos que quería transmitir. El director chino no ha ahorrado tampoco elogios hacia su compañero cuando dijo: "Las películas de Rosales son muy personales y yo debo aprender a hacer eso, a ofrecer mi punto de vista, lo que yo veo en la sociedad".

"La creatividad del cine -agregó- pasa por reflejar los cambios sociales y ahora mi preocupación fundamental es reflejar en mis películas esas transformaciones que se están produciendo en China".

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