astronomía | lágrimas de san lorenzo

A la caza de las perseidas

  • El pico de mayor actividad para su avistamiento tendrá lugar entre las dos de la tarde de hoy y la madrugada del domingo

  • Para disfrutar de la lluvia, lo mejor es buscar un sitio en el altiplano granadino

Con una velocidad de 59 metros por segundo y un tamaño de 26 kilómetros de diámetro, el cometa Swifft-Tuttle podría destrozar la Tierra con una fuerza 27 veces más potente que la del cometa que provocó la extinción de los dinosaurios. Pero, ¡qué no cunda el pánico! Para eso se calculan que podrían faltar al menos unos 2000 años, así que de momento podemos contemplar su paso por el firmamento con completa tranquilidad. Y es que este cuerpo celeste, además de haber sido calificado como "el más peligroso objeto conocido por la humanidad", también es el causante de uno de los fenómenos más populares de la astronomía: la lluvia de las perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.

El título de las perseidas proviene de la constelación de Perseo, formación de la que parecen surgir estos destellos fugaces. El apelativo de Lágrimas de San Lorenzo hace referencia al llanto arrojado por el santo durante el martirio, que coincide con la mayor frecuencia de avistamientos de estrellas fugaces. Y puestos a esclarecer hechos, aunque sean fugaces no se tratan de estrellas. En realidad este increíble espectáculo son una suma de meteoros, el nombre con el que se designa a los destellos de luz producidos cuando fragmentos de un cometa entran en contacto con la atmósfera y se evaporan, creando así las características estelas que dejan a su paso estos cuerpos celestes. Y es que aunque estos días sean los de mayor intensidad, los rastros que deja este cuerpo celeste se pueden empezar a apreciar desde mediados del mes de julio. No en vano se trata de la tercera lluvia de estrellas periódica de mayor intensidad en nuestro planeta.

Las 'lágrimas' son en realidad destellos de luz provocados por el paso de un cometa

La fascinación que ha levantado este tipo de acontecimientos entre expertos y profanos ha llevado a muchas empresas a realizar actividades en torno al paso de las perseidas. Sin ir más lejos, y como se viene haciendo desde hace varios veranos, las oficinas de Cetursa Sierra Nevada, en colaboración con la empresa de astroturismo Azimuth, organizaron anoche unas jornadas de observación en la sierra para todos los públicos. Partiendo desde el cerro de Borreguiles, los asistentes pudieron disfrutar de una copa y un chocolate caliente de bienvenida. Los más pudientes también pudieron asistir a talleres astronómicos y charlas de divulgación científica -tanto para adultos como para niños-, y de la ambientación musical en directo de un cuarteto de cuerda. Con la batería de telescopios desplegados los cazadores de estrellas pudieron disfrutar de la belleza de este acontecimiento en un entorno natural inigualable. La afluencia para esta actividad suele oscilar entre los 600 y 700 visitantes, lo que demuestra la popularidad de este fenómeno astronómico.

Los que no pudieran acudir ayer a esta cita en la Sierra, tampoco deben preocuparse, ya que el mayor pico de actividad de esta lluvia de estrellas tendrá lugar hoy entre las dos de la tarde y las dos y media de la madrugada del domingo.

Para todos aquellos que quieran animarse en esta actividad por su propia cuenta, Marcos Villaverde, doctor en astrofísica y cosmología por la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los coordinadores de Azimuth, ofrece una serie de consejos para facilitar la observación de estos destellos fugaces.

Lo primero de todo es huir de las grandes ciudades. Las urbes se han convertido en un foco de contaminación lumínica que proyecta al cielo tal cantidad de luz que es imposible ver nada salvo los astros más brillantes. Este tipo de contaminación no sólo afecta a los astrónomos, sino que tiene un impacto directo sobre el medio ambiente y los ciclos naturales de los seres vivos, incluidos en esta sección a las propias personas. Por ello, Villaverde recomienda buscar un lugar apartado, siendo las zonas del altiplano granadino las mejores regiones para este efecto ya que la contaminación lumínica es infinitamente menor y la atmósfera más transparente. En palabras del propio astrofísico para imaginar mejor la situación: "la ciudad ofrecería una visión comparable a la de un par de árboles mientras que el altiplano supondría contemplar un bosque frondoso".

El siguiente consejo pasa por buscar un horizonte con una dirección norte-oeste, lo más despejado posible. Así nos aseguraríamos de abarcar la mayor cantidad de cielo nocturno que podamos, centrando la atención en la dirección en la que parecen originarse estos destellos. Para los más puristas, también aconseja tener en cuenta condiciones como la humedad del ambiente, que pueden afectar al visionado con el telescopio.

Al margen de los aspectos más técnicos tampoco conviene olvidar que se trata de un actividad al aire y a altas horas de la madrugada, por lo que un par de prendas de abrigo siempre pueden venir bien, sobre todo cuando se está a cuerpo parado. Y dado que tendremos que dedicarle varias horas, la hamaca será otro de los elementos imprescindibles para poder recostarnos bien. Y por supuesto una buena compañía y algo para picar nunca sobran en este tipo de salidas.

Aunque desde Cetursa reconocen que la noche de las perseidas es la "actividad estrella" del programa de verano, está lejos de ser un evento aislado. Durante todo el periodo estival se vienen proponiendo diversas actividades tales como visitas al observatorio de Sierra Nevada (en el que los visitantes aprenderán las distintas funciones llevadas a cabo desde el observatorio más alto de Europa), excursiones para contemplar las puestas de sol y amaneceres desde el pico del Veleta o la observación de eclipses, como el que tendrá lugar este 21 de agosto. Una apuesta cultural que a la que se han venido sumando a lo largo de estos años entidades como el Parque de las Ciencias, pero también varios municipios granadinos como La Puebla de Don Fadrique o La Tahá. Un esfuerzo por acercar a la población los distintos misterios que tienen lugar en nuestro universo.

Sin embargo, Villaverde muestra cierto escepticismo frente al auge de este nuevo modelo de turismo, recordando que antes que una actividad económica de jugosos beneficios, el astroturismo debe definirse como un punto de encuentro entre la gente y profesionales para dar a conocer que se esconde detrás de estos fenómenos que tan fácilmente cautivan la imaginación del público. De esta forma defiende un astroturismo responsable ya que "si bien se puede disfrutar de la astronomía desde cualquier parte, incluso desde la ciudad, no todas zonas cuentan con las condiciones idóneas para la contemplación de un cielo nocturno realmente oscuro".

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