Cuando tres genios llegan a encontrarse lo normal es que salten chispas. Pueden producir una explosión, pero también pueden encender una llama que perdure en el tiempo y que incluso genere más genialidades. Es lo que ocurrió entre el compositor Manuel de Falla, su amiga la clavecinista polaca Wanda Landowska, recuperadora del clave a comienzos del siglo XX, y el discípulo de ésta, el afamado clavecinista colombiano Rafael Puyana.

Y en homenaje a estos tres amantes de la música -y de la colina roja-, el Patronato de la Alhambra y el Generalife, junto con el Archivo Manuel de Falla, ponen en marcha el ciclo de conciertos La Alhambra en clave, que se presenta hoy a las 10:30 horas en el palacio de Carlos V.

Desde sus comienzos como uno de los discípulos más cercanos a Wanda Landowska, Rafael Puyana sintió un gran amor por la música de Manuel de Falla, por Granada y la Alhambra, lo que le llevó a materializar pocos meses antes de su muerte en París la donación de su extensa biblioteca y su archivo documental junto a numerosas obras de arte, además de una extrordinaria colección de instrumentos musicales, material que ha quedado integrado al del Archivo Manuel de Falla adentro de un espacio bautizado como Aula Rafael Puyana.

Entre los instrumentos donados se encuentran tres claves, que son el eje central de estos conciertos, y que se presentan ahora tras una profunda restauración, de hecho el último de ellos llegó ayer mismo desde Madrid, donde se envió para la intervención, según explicó la directora del Archivo, Elena García de Paredes.

El primer concierto del ciclo tendrá lugar este sábado 17 de septiembre y servirá de acto de clausura de la muestra Zuloaga y Falla, historia de una amistad, que ha estado los últimos meses en la Alhambra con gran éxito de público. Este primer recital estará a cargo de Diego Ares, que tocará en un clave Peyel de doble teclado Grand Modèle de concert obras de Johann Sebastian Bach, Jean-Philippe Rameau, François Couperin y Domenico Scarlatti.

El siguiente será el sábado 8 de octubre de la mano de Genoveva Gálvez tocando un clave Willard Martin de doble teclado según un original de Nicolas Blanchet. Interpretará obras de Domenico Scarlatti y Manuel de Falla. Mientras que el último correrá a cargo de Alejandro Casal, que interpretará sonatas de Sebastián de Albero y Mateo Pérez de Albániz en un Clave Goble de triple teclado, según un original de Hieronymous Albrecht Hass.

Todos los recitales de este ciclo tendrán lugar en el Palacio de Carlos V en tres pases, a las 11:30, 12:30 y 13:30 horas, con entrada libre hasta completar aforo.

Estos tres conciertos tienen como objetivo fundamental, además de mostrar la restauración de los claves, abordar la relación de Granada con estas tres figuras fundamentales del instrumento, según explica el Archivo Manuel de Falla en una nota.

En torno a 1900, la joven Landowska se estableció en París, que en aquellos tiempos, además de concentrar la vanguardia musical europea, trataba de revitalizar la música de tecla. En 1907 llegó Falla para completar su formación como compositor y en los siete años de estancia en la ciudad, asistió a numerosos conciertos de música antigua y descubrió el clave, de manera que se relacionó con personajes importantes en la recuperación del instrumento, entre ellos Landowska.

Pocos años después, cuando Falla ya residía en Granada, Landowska le escribió informándole de que iba a realizar una gira de conciertos por España. El compositor la invitó a dar dos recitales de clave en el teatrito del Hotel Alhambra Palace que, según las crónicas de la época, "entusiasmó" al auditorio.

Las fotografías existentes demuestran que durante su estancia en Granada, la clavecinista y el compositor fueron inseparables, amistad que desembocó en un "fructífero intercambio artístico" que tuvo consecuencias inmediatas en dos obras de Falla: El retablo de Maese Pedro, en la que incluyó una parte para clave, y el Concerto para clave y cinco instrumentos, que Landowska definió como "la primera composición de esencia moderna concebida para un instrumento antiguo". Rafael Puyana, el tercer personaje de la historia, estudió con Landowska y llegó a ser considerado como uno de los clavecinistas más importantes de su generación.

Por tanto, y según destacan desde el Archivo, La Alhambra en clave "no hace más que recoger una herencia, que teniendo a Wanda Landowska como eje fundamental, arranca desde Manuel de Falla a Rafael Puyana".