El reportaje

El otro cronista de Nueva York

  • Además de Woody Allen, nadie como Scorsese ha filmado tan bien las historias de su ciudad natal · Tomás Fernández recoge ahora en un libro su exitosa carrera

Martin Scorsese ha sabido jugar las reglas de Hollywood sin haber dejado de ser un director-autor, según explica el especialista cinematográfico Tomás Fernández Valentí, autor de la biografía del cineasta Martin Scorsese: un infiltrado en Hollywood (Ediciones Carena). Se trata de un repaso cronológico a la vida y la obra del director con una única pretensión, según confiesa el autor, de "dar una perspectiva general y actualizada de su carrera a lectores no necesariamente especializados que sirva de iniciación a la obra de este realizador e incite a explorar su excelente filmografía".

Aunque muchos dirán que se trata de "un libro más", según el periodista, "Martin Scorsese no se agota en un libro, ni en dos ni en tres, y siempre se publicarán libros sobre el director neoyorquino mientras mantenga la reputación que tiene ahora".

Fernández resume en una frase el común denominador que atraviesa la biografía: "Su cine es su vida, y su vida está vinculada asimismo al cine". Así, justifica la aparición de la biografía en este momento porque Scorsese "ha alcanzado el máximo de su prestigio crítico, así como el reconocimiento popular". "Siempre había tenido gran predicamento entre los especialistas cinematográficos, pero nunca había llegado al gran público, pues sus películas, con alguna excepción contada, no habían sido éxitos de taquilla", añade.

El gran mérito de Scorsese, considera Fernández Valentí, ha sido "consolidarse como autor, como productor, cosa que ha conseguido jugando las mismas reglas de Hollywood". Precisamente, el título del libro hace referencia a la habilidad de Scorsese para "infiltrarse' -en un evidente juego de palabras con su filme Infiltrados- en la maquinaria de Hollywood, la única que le garantizaba el dinero necesario para tirar adelante sus proyectos".

Un análisis superficial de su filmografía descubre un buen número de películas que tienen como temática el mundo de la delincuencia: Taxi Driver, Toro salvaje, Uno de los nuestros o Gangs of New York. Esta coincidencia tiene, a su juicio, una explicación en los propios orígenes étnicos del director: "Scorsese nació en Little Italy, el barrio de los emigrantes italianos que frecuentaba la mafia, unos ambientes que no le eran desconocidos".

La comparación con otro de los grandes directores norteamericanos de su generación, Francis Ford Coppola, con quien también comparte orígenes italianos, es inevitable. "Mientras Coppola fue torpedeado en la línea de flotación y se acabó hundiendo, Scorsese siempre hizo aguas, pero al final consiguió salir a flote, en gran parte por haber contado con Leonardo DiCaprio en sus tres últimos filmes; Gangs of New York, El aviador e Infiltrados", señala.

DiCaprio se ha convertido de este modo en el actor fetiche de Scorsese, un papel que jugó en sus inicios Robert de Niro, con quien no trabaja desde Casino. Por regla general, "Scorsese se ha llevado bien con todos sus actores" y por sus películas han desfilado estrellas como Tom Cruise, Jack Nicholson, Matt Damon, Paul Newman, Michelle Pfeiffer, Jessica Lange o Daniel Day-Lewis.

A su carácter de "cineasta muy cinéfilo", como queda demostrado en sus documentales sobre la historia del cine, Scorsese añade otro título honorífico, ser "cronista de Nueva York", un título que comparte con Woody Allen, a pesar de que "ambos ofrecen una visión diferente de la ciudad".

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