Personalidades de la cultura y política se unieron la noche del jueves en una cena benéfica para recaudar fondos para la ONG Proactiva Open Arms, que se dedica a rescatar a inmigrantes en el Mediterráneo, apadrinados por los actores Javier Bardem y Penélope Cruz, en el Parque de El Retiro.

Entre ellos, acudieron las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, respectivamente; los directores de cine Pedro Almodóvar y Álex de la Iglesia; así como actores como José Mota, Raúl Arévalo y Hugo Silva, entre otros.

"Queremos demostrar públicamente nuestro afecto y admiración a Open Arms, que ha salvado en menos de tres años a 60.000 personas con una escasa ayuda financiera e institucional. Es algo que sí es marca España y estamos orgullosos", dijo Javier Bardem en declaraciones a los periodistas minutos antes de la cena.

Además, el actor indicaba que "las políticas de inmigración en Europa son terribles", puesto que les están "negando" el derecho de vivir a las miles de personas refugiadas que cruzan el Mediterráneo huyendo de la guerra en busca de una vida mejor.

Por ello, animó a la sociedad a colaborar económicamente con Open Arms, ya que "salir al mar cada día les cuesta 6.000 euros".

Sobre la acusación que tuvo esta ONG en Italia de favorecer la inmigración ilegal, Bardem señaló que fue "grave y errónea": "Si salvar vidas es un crimen, pues yo soy un criminal", dijo el actor.

Por su parte, Penélope Cruz quiso manifestar que los gobiernos "se tienen que poner las pilas para que la gente no tenga que estar jugándose la vida", es "inhumano" y "una locura total" el drama que se está viviendo en el Mediterráneo. "Es una crisis brutal".

También en declaraciones a los medios de comunicación, Carmena se mostraba a favor de favorecer la consideración, apoyo, dinero "y todo lo que sea necesario para acabar con esta vergüenza y todos los muertos que está habiendo en el Mediterráneo".

"Nos están poniendo en evidencia a toda Europa", apuntaba Ada Colau, para añadir que en España "no hace mucho tiempo" padres tuvieron que huir y fueron acogidos en otros países. "Es una vergüenza que los estados europeos estén bunkerizados y estén condenando a miles de personas al mar", añadió.