César antonio Molina. escritor

"La cultura es una forma de resistencia"

  • El poeta gallego publica 'Tan poderoso como el amor', un homenaje al cine donde analiza más de 100 películas para hablar de las pasiones imposibles en la gran pantalla

El poeta, en una fotografía de archivo.

El poeta, en una fotografía de archivo. / EFE/Lavandeira

Exministro de Cultura, exdirector del Cervantes, narrador y poeta, César Antonio Molina es un intelectual comprometido que dice que representa "un mundo que está desapareciendo por el avance tecnológico". "Nos queda la cultura como resistencia", explica.

Molina (La Coruña, 1952) acaba de publicar su último ensayo Tan poderoso como el amor (Destino), un homenaje al cine, donde analiza más de cien películas para hablar de los amores imposibles.

Un amor específico por el cine y las salas de proyecciones, pero que este autor ha solido plasmar también en sus libros de poemas y ensayos. Un amor por la cultura en general, por la escritura, lectura, el arte, o el teatro, porque Molina defiende la cultura frente a la alienación y los populismos que hoy nos amenazan.

"Nos queda la cultura -recalca- y es una manera de volver a la resistencia porque la cultura tal y como la hemos entendido nosotros ya no volverá. Es el final de un tiempo después de muchos siglos, de más de 2000 años. Es un tiempo final para el pensamiento porque el mundo tecnológico ha ido contra una manera de en entender la cultura, la civilización", añade el exministro.

Y es que Molina, periodista y columnista, sostiene que el desarrollo tecnológico, el cambio de paradigma, va por delante de la necesidad del ser humano de adaptarse a él.

"Eso nunca había pasado -precisa- y esto avanza a pasos agigantados y en el futuro inmediato los robots de la inteligencia artificial tendrán que ver donde colocan al ser humano, porque no se trata solo de comer o sobrevivir, necesitamos más cosas", advierte.

Toda esta situación lleva al que también fue director del Círculo de Bellas Artes y Casa del Lector a decir que se considera un "exiliado digital", como los de su generación. "Qué le voy a hacer", dice con humor.

"Yo sigo yendo al cine tres o cuatro veces por semana -argumenta- y quiero seguir haciéndolo, no quiero estar solo frente a la pantalla, porque todo lo que va saliendo va reduciendo a la gente a que se quede en casa", sostiene.

Muchas cosas que están ocurren como la involución en la cultura por lo políticamente o la censura -continúa- contribuyen a la degradación de las expresiones de la persona porque siempre ha habido un intento de controlar al individuo y cuanto más homogéneo sea, más fácil es su control".

Molina, que está muy desencantado con la política, reconoce, que está "muy preocupado" con el tema de Cataluña. "Nosotros venimos de un país que tiene 500 años de historia y la separación de Cataluña significaría la desaparición de este país, porque vendría una cosa detrás de otra. Y no sería solo la desintegración de España, sino de Europa -añade- porque hay otros nacionalismos".

"Hace unos días vi como en Córcega, los nacionalistas asumían la bandera independentista catalana... En fin; esto sería el inicio de la desintegración de Europa, y tenemos al lado a Rusia, y a Estados Unidos con una persona desequilibrada, y si Europa pierda su razón de ser, su existencia, su presencia en el mundo a través de esta voladura del Estado sería muy grave", sostiene el exministro.

Así, con los pies en el suelo, fuera de la política, donde ya no quiere volver, preocupado por el gran cambio de paradigma cultural y con su mirada crítica y lúcida, intenta captar "y disfrutar de la belleza del mundo", de ahí que haya encerrado en su último libro una gran reflexión sobre el cine y el poder del amor.

El libro comienza con el cine mudo y acaba en nuestros días con el filme La correspondencia, de Tornatore, en un volumen de casi 500 páginas, donde el autor analiza cada película para hablar del amor y la transgresión.

"El amor es el asunto que desde la Biblia es una obsesión en el ser humano y es uno de los pecados mas perseguidos y, sin embargo, está en la historia de la cultura, la literatura, del cine y demás", explica el autor.

Pero para el exministro de Cultura, el amor es una gran ilusión creada por el ser humano para dar sentido a la vida. "Los amores imposibles prologan esta ilusión de que todo se puede llevar a cabo en la vida, lo que pasa es que la vida está llena de leyes y normas que lo complican, y las obras literarias y las películas nos mantiene esa ilusión. Y ya se sabe que sin ilusión no se puede vivir", concluye.

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