Fátima gómez Abad. Diputada de Cultura Y memoria Histórica

"El turismo cultural puede ser el despegue definitivo de la economía provincial"

  • Afronta la 'temporada alta' de la programación cultura de la institución provincial

  • La también alcaldesa de Alfacar asegura que "la verdad nunca puede ofender"

"El turismo cultural puede ser el despegue definitivo de la economía provincial"

"El turismo cultural puede ser el despegue definitivo de la economía provincial"

-¿puede decirse que ahora arranca la 'temporada alta' de las actividades culturales de Diputación?

-Sí porque los municipios generalmente hacen de este tiempo el mejor momento para la cultura porque la climatología les ayuda a celebrar actividades en la calle. Y hablamos de municipios pequeños, de menos de mil habitantes, que tienen unas características determinadas.

-Lo normal es que la gente de los municipios tenga que ir a la capital a ver espectáculos, pero ahora en verano puede darse el movimiento en el sentido inverso.

-Por lo pronto, algún espectáculo del Festival de Música y Danza se ha estrenado en pueblos. Pretendemos que la cultura no sea sólo para unos pocos por vivir en un lugar determinado. Eso las administraciones lo tenemos que intentar por todos los medios y Diputación especialmente debe trabajar en ese sentido: que quien quiera venir a Granada a ver un espectáculo pueda hacerlo, pero es más importante que un vecino de Huéscar tenga un espectáculo de calidad a un precio asequible en su municipio, o un vecino de los Gualchos. Es nuestra razón de ser y para eso trabajamos.

-Cuando llegó en 2015 estábamos en plena etapa de recortes culturales. ¿Se ha superado ya esa época de vacas flacas?

-Creo que todavía queda mucho por hacer. Es verdad que he conseguido que año tras año el presupuesto se vaya aumentando con un porcentaje pequeñito, aunque en el caso del Patronato García Lorca lo hemos triplicado. La cultura todavía sigue siendo el lugar donde todos quieren recortar, pero hay que superar eso: hay que poner a la par el desarrollo de infraestructuras y el desarrollo cultural porque en Granada debería de ser el motor de la industria para generar empleo.

-¿Qué porcentajes ha subido?

-Creo que un dos y pico por ciento. La ley no te permite subirlo como quieras: sobre lo ejecutado del año anterior -que lo ejecutamos todo- sólo puedes incrementar un tanto por ciento o incumples la regla de gasto. Todas las reglas que nos puso Rajoy antes de irse nos tienen muy encorsetados. Si hubiésemos tenido la posibilidad de dotar a cultura con un 5, 6 o 7% más, a lo mejor no hubiésemos podido. A pesar de todo, el diputado de Economía decía que era una de las áreas que más habíamos subido, pero yo le contestaba que sigue siendo poco.

-¿Con qué presupuesto cuentan en la actualidad?

-Nosotros manejamos aquí más de dos millones de euros, que en el montante de la Diputación tampoco es tanto. Eso se divide en dos grandes bloques: el sistema tradicional de la concertación con los municipios y otro tanto por ciento a las actividades propias que nosotros llevamos como festivales, OCG, tango, numerosas cosas de artes escénicas, como el circuito provincial y la campaña de teatro, que funcionan muy bien.

-Existe la idea, que comentaba no hace mucho el nuevo gerente de la OCG, de que la cultura se ve como un gasto y uno como una inversión.

-Es una inversión a todas luces impresionante. En Granada hay un turismo cultural muy importante. Y no hablo solamente de la Alhambra, hablo del Festival de Música y Danza, por ejemplo, que genera un turismo europeo y mundial. Es muy de agradecer, y más con estas comunicaciones tan malísimas que tenemos, que tantos opten por venir a visitarnos y a disfrutar de todo lo que tenemos.

-Pero también está mal visto por los artistas que se utilicen las actividades culturales como reclamo turístico.

-Yo creo que todo tiene que tener su justa medida, pero no puede ser malo que alguien nos visite para un evento cultural y aproveche para comer en Granada, o degustar los vinos de la tierra o visitar el Norte de la provincia o la Costa. Es cierto que el turismo masificado no es bueno para ninguna ciudad, pero es verdad que el turismo cultural genera sinergias económicas para cualquier territorio que lo disfruta. Todo con una buena medida y una buena planificación puede servir para un despegue definitivo de nuestra economía provincial.

-También se generan movimientos internos. Como decía, también cuentan programas para que los vecinos de la provincia puedan ver obras en la capital.

-Es verdad que a determinados sitios no pueden ir espectáculos de gran formato porque las infraestructuras son las que son. Aunque en estas fechas haya mucha actividad cultural que se desarrolla en plazas, algunos montajes exigen un Generalife o un Carlos V, y es ahí cuando ayudamos a que puedan verlos en la capital.

-¿Cómo se gestionan esas visitas?

-Es el municipio el que muestra interés en venir a ver, por ejemplo, un concierto de la OCG. Nosotros trabajamos a petición de los ayuntamientos. Otro ejemplo: está muy reglado el tema de las visitas a la Alhambra. Tenemos una partida de entradas para vecinos de la provincia y conjuntamente nos repartimos los gastos de los autobuses con ellos. Con el ciclo del Generalife, que arranca ahora en verano, también nos volcamos, pero son los municipios los que tutelan. Nosotros no escogemos los Ayuntamientos con los que trabajamos. Otro ejemplo más: el consistorio que quiere tener Las Navidades mágicas tiene un plazo para solicitarlo y luego nosotros seleccionamos entre las peticiones para que los programas culturales lleguen a todos y hacer un reparto equitativo. El objetivo es que al final de la legislatura todos los municipios hayan tenido sus espectáculos.

-¿Hay mucha disparidad en las peticiones?

-Hay espectáculos que tienen mucha demanda, como todas las actividades de la OCG o del Festival de Música y Danza. Los que son más específicos, como el Festival de Música Antigua o el Granada Noïr, con el que estamos trabajando los clubes de lectura, son más minoritarios e igual lo solicitan 10 pueblos de los 172. Cuando se meten cosas nuevas siempre cuesta más.

-Qué supone la llegada del legado de Lorca.

-Me da pena que Granada no sea lo suficientemente consciente. Si vas a la ciudad donde nació Beethoven está todo lleno de Beethoven, y si vas donde nació Kafka, igual... Si fuéramos conscientes de la importancia del legado todos estaríamos volcados con esto y algunos están empeñados en que los tribunales sean los grandes protagonistas. Será un revulsivo para los investigadores, y eso va a generar actividad, pero también es importante porque Granada va a estar definitivamente en el mapa del universo lorquiano. Había que pelear para tener esa parte de nuestra literatura aquí, que es donde él hubiese querido que estuviese. Estoy muy esperanzada en que al final disfrutemos de Federico y saquemos pecho como él se merece. No podemos ser tan cainitas. Ya está bien.

-Además de la participación en el Consorcio del Centro Lorca, el presidente de la Diputación, José Entrena, siempre ha destacado el papel histórico de la institución provincial en la recuperación de la figura de Lorca.

-Somos la única institución, hasta ahora, que habíamos estado trabajando todo este tiempo por el universo lorquiano con el Patronato Federico García Lorca. El mítico y legendario Cinco a las cinco ha ayudado durante años a difundirlo por todos los rincones. Creo que esta es la otra pata que le faltaba: la llegada del legado.

-Usted tiene la doble vertiente de Diputada de Cultura y Memoria Histórica, y además alcaldesa de Alfacar. La familia Lorca siempre ha sido reacia a la búsqueda del cuerpo del poeta y a cualquier tipo de excavación. Su línea siempre ha sido buscar y hacer justicia con las víctimas. ¿Cómo ha llevado todo esto?

-Bueno, hay que buscar y hacer justicia cuando los familiares quieren. Creo que esa es la clave. Estoy a favor de buscar en las cunetas porque son muchos los parientes que se quedaron sin respuesta. Ahora, buscar a Lorca sin que los familiares quieran es una pregunta que nos debemos hacer como sociedad. Federico es patrimonio de todos porque su obra es patrimonio de todos pero, ¿es necesario seguir? Yo creo que la verdad nunca puede ofender. Cuando hablamos de una persona como Federico es importante saber qué se hizo y cómo terminó sus días y los motivos. Lo que hay es que estar seguros si una nueva teoría es verdad porque, a los que estamos en asociaciones memorialistas, lo que no nos gusta es, cada vez que nos levantamos, encontrarnos una teoría distinta en los periódicos. Pero si es rigurosa, científica y contrastada, pues tiramos para adelante.

-Puede darse el caso, por ejemplo, que se crea que hay cinco personas en un mismo espacio, tres familias quieran y dos no. ¿Qué se hace?

-Para eso están las comisiones técnicas. Tenemos una jurisdicción en Andalucía que es la más garantista de todas. Tenemos una Ley de Memoria muy avanzada, hecha de un consenso en el que ha participado todo el mundo y aprobada en el Parlamento, que tiene un protocolo muy claro de cómo actuar. Si me presentas una documentación rigurosa y científica, la comisión tiene argumentos para pronunciarse en uno u otro sentido. Lo que yo no quiero es gente que cada mes o cada semana opina de manera distinta, porque flaco favor se le haría a los familiares de las víctimas. Lo que quiero es respeto, pero conocer la verdad, siempre. Si la investigación tiene rigor científico se debe llevar adelante porque lo único que va a hacer es arrojar luz sobre un capítulo tan negro. Otras veces hemos pensado que teníamos un buen proyecto, pero se demostró que no se llevaba razón. Y, ¿eso ha sido malo? No, ha permitido conocer que aquella posibilidad no existió y no fue así. Lo que queremos es que la verdad florezca y que salga a la luz y la mejor manera de hacerlo es trabajando, estudiando y creando proyectos certeros y poco sensacionalistas.

-Como en cualquier ámbito científico: avanzar por ensayo y error.

-Como en un medicamento, por ejemplo, que funciona en ratas y luego no funciona en humanos, pues ya está. Aunque no vaya a ningún lado, es el procedimiento científico. A mí como alcaldesa de Alfacar me llega un escrito diciendo que la comisión ya se pronunciará y se me informa de los resultados.

-¿Cómo compatibiliza el cargo de alcaldesa de Alfacar y el de Diputado de Cultura?

-Es difícil pero lo importante es tener un buen equipo en los dos ámbitos, porque sola sería impensable. Yo tengo un grupo de concejales maravillosos y un grupo de gente en Diputación que me ayuda: un coordinador, dos jefes de servicio y una secretaria increíble que me lo pone todo facilísimo. Ayuda también el estar en Alfacar, tan cerquita de aquí, a diez minutos de Granada, porque puedo venir a Condes de Gabia dos veces en un día. Al principio las dinámicas son más difíciles, pero ya está todo instaurado.

-En general, durante todo este tiempo, en ambos ámbitos se ha distinguido por la discreción.

-Tengo una de las áreas más polémicas pero soy una persona a la que no le gustan los enfrentamientos y sobre todo soy constructiva. Me gusta que las cosas se hagan mejor con consenso. Es verdad que no soy polémica. Llevo formando parte de la asociación granadina memorialista desde hace muchos años. Empecé de la mano de Rafa Gil y todo el mundo sabe mi opinión en ese tema. Sobre el resto de los asuntos, en algunos he opinado y en otros no. Tampoco me gusta destacar individualmente: a lo largo de mi carrera siempre he pensado que uno sólo no va a ninguna parte. Mi candidatura fue una foto de equipo y aunque la gente me dice que salgo en el periódico todos los días, lo hago para cosas buenas.

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