El conocido presentador y humorista Manu Sánchez presenta esta noche en la Terraza Sima de las Gabias su último show que arrancará con una disyuntiva para el público. "Yo voy a preguntarle si quiere un espectáculo en el que hago capoeira durante media hora totalmente untado en aceite y luego salen delfines que bailan pasadoble. Si el público no quisiera, por lo que sea, también puedo ponerme a hacer monólogos como un loco, pero aviso y advierto, por si alguien quiere devolver la entrada, que canto". Con el humor que lo caracteriza, así resume Sánchez lo que ofrecerá esta noche a sus seguidores granadinos, que podrán escuchar cosas que ya le han escuchado pero también "cosillas que no se pueden hacer en televisión".

-Se sabe qué tiene el teatro que no tiene el cine y qué posee el directo en salas que no posee la tele, ¿pero qué ofrece la tele que no tienen ni el teatro ni el directo?

-La de gente que cabe detrás de ella. Es una responsabilidad saber que te diriges a todos los andaluces. En el directo sabes que te diriges a los que ya les gustas, que por eso han ido a verte. Y ahora hablamos de tele pero también es Youtube, Twitter... para lo bueno y para lo malo llegas a muchos más sitios.

-Con internet y las redes sociales cualquier comentario puede tener mucha más repercusión. ¿Eso corta mucho a un humorista?

-No, o no debe. Debe de hacerte sentir responsable y saber la repercusión que puede tener, pero los cómicos no pueden tener más cortapisas que eso.

-¿Usted tiene temas tabú?

-Bueno yo no creo que haya ningún tema sagrado, pero lo que es verdad es que algunos temas para poderles sacar humor hay que hilar más fino. Yo en las Gabias veo el público que tengo delante, sé si es más mayor, más joven y puedo deducir que gustos tienen... pero en la tele no y puedo estar molestando a mucha gente, pero no creo que se tenga que escapar más ningún tema al humor.

-¿Es usted de los que escriben sus propios textos?

-Detrás de la Semana más larga hay un equipo de periodistas, editores, realizadores, de producción y de guión. Yo dirijo el programa y participo también en la sala de guión porque soy la persona que más tiempo lleva escribiendo para Manu Sánchez por lo tanto es de los que mejor conoce al personaje. Además, yo tengo la suerte de probar los textos en directo y decirles al resto como ha funcionado, pero en guión estamos seis. Uno día uno aporta más a la sección de Valérie Tasso, otro día uno se hace el monólogo entero... Aunque yo tengo esa doble labor de director y guionista, que es más libertad pero también más responsabilidad. Por eso me llevo más parte de la medalla y de la colleja.

-En su sección con Valérie Tasso, ¿usted pone el contrapunto de la voz de la calle frente al discurso de la sexología moderna?

-Claro, y creo que es una sección que nos está funcionando muy bien. Valérie cuenta la parte más informativa y yo trato de empatizar con lo que puede estar pensando el espectador desde la tranquilidad de su casa. Eso no deja de ser divertido y la fórmula del experto en un tema y Manu Sánchez haciendo el comentario hace que todo llegue más fácil.

-Habla de Manu Sánchez en tercera persona, como Aída Nízar.

-No es que hable en tercera persona es que cuando hablamos de Manu Sánchez hay mucho equipo detrás (risas). A Manu Sánchez yo le pongo cara porque soy el más atractivo del equipo de guionistas que hay, pero al final somos muchos. Igual que tengo la tendencia de decir "pues mañana les vamos a contar", aunque estoy sólo, pero porque sé que somos un equipo.

-Además de por el acento, ¿hay un humor andaluz?

-Yo no creo en el humor andaluz, serbocroata o irlandés, aunque lo haga con acento andaluz porque soy andaluz. En las Gabias intentaré hacer unas bromas de lo que conozco de Granada que cuando voy a Jaén no hago porque igual no lo entienden. Lo mismo, cuando estoy en Canal Sur hago bromas sobre el imaginario andaluz que cuando estoy en Madrid no hago. Pero también hay un imaginario universal porque un monólogo sobre Heidi es lo mismo para un gallego, un alemán o un inglés porque la serie es la misma para todo el mundo.

-¿Por qué tienen los gaditanos más fama de graciosos y los granadinos de malafollás? ¿De dónde vienen estos tópicos?

-No sé que base tendrán, pero a mi es que la malafollá de Graná me encanta. De hecho tengo mucha relación en lo personal con Granada, y hasta aquí puedo leer... Es verdad que hay una ciudad que tiene una forma de vivir muy especial y en la que se trabaja el humor mucho, que es Cádiz. Y claro, hay gente muy graciosa. En Mallorca se hacen las mejores ensaimadas porque es donde más ensaimadas se hacen.

-Cómo pasa un estudiante de telecomunicaciones y miembro de la hermandad de la Oración del Huerto a showman.

-Yo era un chico que estudiaba, que le gustaban los monólogos como hobby y que tenía un sueño, que era llegar a dirigir y producir cine y televisión. Pero claro, para producir hace falta dinerito y como yo vengo de una familia normal y corriente elegí esa carrera. Empecé a hacer monólogos por bares, salas, teatros y al legar a la tele vi que podía producir lo que me gustaba y que no necesitaba seguir en una carrera que no era mi vocación. Y lo de pertenecer a la hermandad, nunca lo he visto incompatible (dice entre risas).