Jesús Senra. Bajista de Sidonie

"Hemos hecho un disco libre, sin ataduras, ni miedos ni complejos"

  • El trío más prolífico de la música española actual llega esta noche al Auditorio Falla con las canciones de 'El fluido García', un aventura psicodélica con la que soñar despierto

Vaciaron su cabeza de influencias, dejaron a un lado canciones tan adictivas como las de El incendio y decidieron romper con todo buscando la libertad absoluta que da aquello con lo que habían crecido como músicos: la psicodelia. El fluido García (Sony, 2011) es la apuesta más madura de los catalanes Sidonie; un homenaje a las bandas que hacen de los coros su mejor instrumento, un guiño a los avistamientos de ovnis en el bosque y una colección de canciones de primera que esta noche sonarán en directo en Granada.

-El incendio era un canto a lo grande al amor. ¿Qué le ha pasado en este tiempo a sus corazones que ahora ya no aparece ni un atisbo de romanticismo?

-Nosotros siempre decimos que si El incendio era el disco del amor, El fluido García es el disco del coito, porque es más agresivo y más áspero. En cada disco cambian muchas cosas, y en este caso hemos querido hacer algo que nos alejase mucho de lo anterior. Creo que las ganas de ir cambiando en cada disco es algo muy interesante en una banda, y nosotros tenemos la máxima de intentar hacer algo siempre diferente, arriesgar un poco más, no repetir fórmulas... El incendio fue un disco que funcionó a la maravilla en cuanto a público y ventas, pero teníamos ganas de arriesgar y probar cosas nuevas. En El fluido García aparecen canciones más largas, estructuras mucho más complicadas, y retomamos un poco el lenguaje de la psicodelia que teníamos al principio, ya que nosotros tres crecimos con esa música.

-Los medios insisten en el regreso de Sidonie a la psicodelia, pero ¿es que la han dejado de lado alguna vez?

-Yo creo que no... La psicodelia siempre ha sido el hilo conductor de la banda, solo que a veces la hemos cogido más y otras menos. Sigo pensando que en discos como El incendio o Costa Azul hay influencias de esa psicodelia con la que crecimos. Decir que El fluido García es un disco psicodélico es un poco una excusa para decir que nos gustaba, que teníamos ganas de ser libres y de jugar con todo lo que tuviésemos al alcance, sin ataduras ni complejos ni miedos.

-Les ha salido un álbum cargado de metáforas, mucho más críptico... ¿Viene con algún mensaje oculto que descifrar?

-Está abierto a interpretaciones... Es verdad que el lenguaje vuelve a ser más surrealista, cargado de imágenes, con letras más escapistas y no tan sencillas. En El incendio las letras eran conversaciones en la barra de un bar y en éste son letras abstractas, con imágenes, más abiertas a la interpretación, que para cada persona tenga un significado, como decía John Lennon.

-¿Las voces se están reivindicando como uno de los instrumentos más potentes con los que cuenta Sidonie?

-Sí, y es algo que nos encanta. Cuando nos dimos cuenta de que las voces de Marc y la mía empastaban de maravilla juntas decidimos apostar por ello. Siempre nos habían gustado bandas como The Byrds, The Beatles, Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, The Beach Boys o Los Brincos; es decir, todos esos grupos que hacían armonías vocales, y siempre hemos ido detrás de eso. La introducción de Un cielo azul (de papel celofán) era algo que teníamos claro Marc y yo desde siempre; los dos teníamos muchísimas ganas de cantarnos algo a capella e incluso nos tiramos un día entero para grabarlo, pero al escucharlo fue una maravilla. Estamos muy orgullosos y creo que es un rasgo distintivo que nos diferencia del resto y queríamos reivindicar que somos un grupo coral y que nos gustan mucho las voces.

-Da la impresión de que cada vez existe más conexión entre los tres, de que el trío es una buenísima forma de entender la música...

-Después de una minigira en formato de trío nos dimos cuenta de que existía una energía muy bonita entre los tres, quizás por los años y la amistad y el amor que nos tenemos y todo eso... Esa energía es muy especial y decidimos grabar el disco entre los tres solos; hicimos cinco o seis tomas de cada canción y nos quedamos con la mejor, sin tocar nada. Y si hay imperfecciones, mejor todavía. Buscábamos naturalidad, que fuera algo orgánico.

-Y que en los directos les permitiese estar prácticamente a solas los tres...

-Los conciertos que llevamos hasta el momento están siendo una maravilla. Las canciones no tienen mucho truco porque se grabaron en directo, así que no hay mucha complicación... Ahora llevamos solo a un guitarrista de apoyo, David T. Ginzo, que nos acompaña haciendo coros guitarra y teclados, y nos están saliendo unos directos muy potentes. Además, estamos preparando un rollo muy visual, un envoltorio que añade cosas, y que cuando entres a la sala al concierto te traslada a otro sitio.

-La gira de El incendio fue muy larga, con muchísimas paradas... ¿Con qué espíritu han comenzado ésta?

-Esta gira creo que será igual que la de El incendio. Siempre hemos hecho giras muy largas porque somos un grupo al que le gusta tocar mucho en directo. Siempre que salimos por primera vez a la carretera ya no podemos dejar de tocar; llegamos a casa para poner las lavadoras justas y otra vez salimos a la carretera. Creo que es bonito compartir tu música con la gente y somos muy afortunados por poder hacer tantos conciertos tal y como están las cosas...

-Seis discos suponen ya una carrera en mayúsculas en esto de la música... ¿Firman sin complejos por otros seis más?

-Nos sentimos orgullosos de todos esos seis discos, cada uno en su lugar y su momento. Siempre hemos intentado salir adelante, evolucionar y estamos inquietos por ofrecer cosas diferentes en la medida de lo posible. Estamos muy orgullosos de nuestra carrera y claro que tenemos ganas de hacer seis discos más por lo menos. No tenemos una meta ni un fin, seguimos viendo camino y queremos seguir caminando.

-¿Qué es más desolador como músico, que haya más de 145 millones de euros de derechos de autor 'perdidos' por la SGAE o que parte de las nuevas generaciones no se haya comprado un disco original en su vida?

-Nosotros somos de los románticos que van a comprar discos en vinilo cada semana a la tienda. Lo que pasa es que hoy en día las cosas no son de esa manera y hay que adaptarse a las nuevas formas en las que también estamos, ya que El bosque lo regalamos al principio en nuestra web. ¡Hay que amoldarse a lo que hay! De todas formas, a mí me gustaría que la gente comprase nuestro disco porque hay un esfuerzo y un trabajo detrás y todo ese rollo que soltamos los músicos, pero respeto la decisión de cada uno. Está todo ya demasiado avanzado como para ir con charlas morales a nadie; que la gente haga lo que quiera pero que después vaya a tus conciertos y disfrute con tu música.

-El experimento de radio que han puesto en marcha en Spotify está descubriendo a muchos grupos a sus oyentes... ¿Se sorprenderán con alguna recomendación?

-Hace tiempo Marc y yo hicimos un programa para Radio 3 y nos lo pasamos pipa. Como locutores somos lo peor, pero es como si le pusieras música a tu colega en la habitación de tu casa y nos pareció muy divertido compartir la música que escuchamos y dársela a conocer a la gente. Queremos hacer más, pero antes deberíamos aprender a ser locutores.

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