homenaje | 120 aniversario del nacimiento de federico garcía lorca

Un doble espíritu lorquiano se apodera del 5 a las 5

  • La edición de este año está dedicada al recién fallecido Juan de Loxa, admirador y estudioso del poeta

  • En su recuerdo, la Casa Natal de Fuente Vaqueros recibió el Pozo de Plata

El de ayer fue un 5 a las 5 al cuadrado. Doblemente lorquiano precisamente porque, además de al poeta, se rindió tributo a otro artista que cultivó tanto el carácter de Federico como su obra. En la atmósfera de Fuente Vaqueros reinó sobre todas las cosas los destellos del Juan de Loxa que aunaba en sí mismo todos los símbolos lorquianos. Y aunque faltó la luna llena (el acto comenzó a las ocho de la tarde) sí estuvieron la parra, el pozo y el empedrado del patio de García Lorca que sirvieron de atrezzo a una cita que abarrotaron los familiares y amigos del artista lojeño.

La suya fue una estela brillante que recorrió la cita del 5 a las 5 desde su inicio. No solamente por su reciente fallecimiento sino porque, al fin y aunque de manera simbólica, De Loxa recogió el Pozo de Plata.

Por su talante humilde, el artista y también periodista siempre rechazó obtener el galardón que ayer recogieron los trabajadores del Museo-Casa Natal de Fuente Vaqueros con el artista Alejandro Gorafe como portavoz emocionado al recordar a su amigo durante su discurso.

El acto central que conmemora el nacimiento de Federico García Lorca tuvo lugar en la casa familiar de Fuente Vaqueros. Un evento y un lugar que el mismo Juan de Loxa instauró en 1986, hace ahora 42 años. Otra doble efeméride. La figura del fundador y primer director de la Casa Natal, su amor por todo lo lorquiano y su afán por mantenerlo vivo más allá de su sonido poético, han sido el puente de toda la programación del 120 aniversario del poeta universal.

El acto de ayer se posó desde el comienzo sobre el público como si de instantáneas de familia se tratase. Guiños a De Loxa, otros tantos a Lorca y ambos reunidos en un mapa vital que traspasaba épocas.

Este patio blanco y verde fue la primera página de un nuevo anecdotario 'loxiano' en el que participaron la escritora Antonina Rodrigo, ganadora del Pozo de Plata hace dos años; el profesor Juan Antonio Díaz; Nande Ferrer, de Manifiesto Canción del Sur; y el escritor, pintor y concertista Carlos Manso. Así como Enrique Moratalla, que interpretó poemas de De Loxa y de Manifiesto Canción del Sur y la locutora Elodia Campra, que fue su compañera y amiga en el mítico programa de radio Poesía 70 que ofreció un emotivo recital junto al cuarteto Ars Nova.

Fue José Entrena, presidente de la Diputación y del Patronato Cultural Federico García Lorca, quien hizo mención durante su discurso al halo de familiaridad que reinaba en el acto. Decía que "todas las personas que de alguna manera han participado o van a participar en cada una de las actividades previstas forman parte del círculo de amigos, colaboradores y compañeros de Juan de Loxa, personas muy cercanas que han compartido experiencias con él desde sus inicios, haciendo aquello que mejor saben para recordarle, en ese espacio tan inexorablemente unido a su persona, como es el patio de la casa natal de su poeta más admirado, Federico García Lorca".

Que el Pozo de Plata 'pertenece' de alguna manera tanto a Juan de Loxa como a la Casa Natal Federico García Lorca quedó también patente en las palabras de Entrena que reconoció que pese a "la labor discreta" de su fundador, esta entidad ha colaborado de manera muy importante en la difusión y conservación de la figura y obra del poeta universal.

En al acto participaron también el alcalde de Fuente Vaqueros, José Manuel Molina, la vicepresidenta del Patronato Cultural Federico García Lorca y diputada provincial de Cultura y Memoria Histórica, Fátima Gómez, la nueva directora del mismo, Inmaculada López Calahorro.

También asistió Laura García Lorca, sobrina del poeta, que estuvo acompañada por representantes de todas las instituciones. Desde el Ayuntamiento de Granada con Francisco Cuenca, alcalde de la ciudad, a su cabeza y hasta de la Junta con Sandra García, delegada del Gobierno de la Junta, los responsables de Educación y Cultura, Germán González y Guillermo Quero, así como Reynaldo Fernández, director del Patronato de la Alhambra.

Durante todos los discursos, la figura de ambos poetas estuvieron bailando, aunque era De Loxa quien marcaba el paso. El homenaje fue quizás más sentido hacia el polifacético artista por su reciente desaparición y el recuerdo de su legado humano encarnado en el Museo Casa-Natal. Como dijeron, Federico estaría encantado de seguir hablando con Juan, de todo y todos, de poesía, de música y de esta Granada imposible. En cada palabra, todas certeras, reverberaron los ecos del recuerdo de Federico en De Loxa y viceversa.

Fue su amigo y compañero Nande Ferrer, de Manifiesto Canción del Sur, quien más hizo efervescer el recuerdo de su mente visionaria y transgresora. Antonina Rodrigo le declaró también su amor y complicidad a su Juan más personal, ese que trabajó siempre con dignidad la poesía, el "radicalmente independiente".

A golpe de palabras, todos los asistentes, los que hablaron y a los que no les hizo falta, lograron desdibujar la línea de lo humano y fundir en una sola dos figuras que viajan ya de la mano en Granada, la de Lorca y la del hombre que dejó un testamento en verso. La del militante lorquiano eterno que sumó su nombre al de Federico en el tradicional brindis con limonada que cerró el 5 a las 5.

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