Humorista, actor, escritor, pintor, músico, cantante, reportero, presentador, cómico… La carrera del inclasificable Pablo Carbonell es un continuo vaivén entre las disciplinas más diversas siempre con el nexo en común de la visión cómica y surrealista que aplica a todo lo que toca. Ha ejercido de cómico de cabaret, triunfó al frente del grupo Los Toreros Muertos, trabajó en la mítica serie infantil La Bola de Cristal junto a Alaska, fue uno de los más incisivos y carotas reporteros del inolvidable programa televisivo Caiga Quien Caiga, se dejó ver en las películas Ópera Prima y Atún y Chocolate, en la serie Hospital Central, ha colaborado como jurado en el 'talent show' Tú Sí Que Vales, y hasta presentó una temporada en la noche de los viernes el exitoso programa El Intermedio. Eso sin contar sus incursiones literarias ni sus devaneos con la pintura. Pues bien, resulta que este artista total -o totalmente enloquecido, según se mire- va a pasar el fin de semana en Granada, presentando su último disco, Canciones de Cerca, un nombre que es un guiño a los espectáculos de magia en recintos reducidos que están tan de moda.

Se trata de un recital a modo de cantautor en el que con el único acompañamiento de su guitarra, La Cangrenosa, desgranará las canciones de este trabajo para cuya elaboración ha contado con la colaboración de un elenco de artistas entre los que destacan Los Delinqüentes, Raimundo Amador, Pepe Bao o Lichis de La Cabra Mecánica, además de otros muchos amigos y profesionales del mundo sonoro, como él mismo dice. El recital del imprevisible y siempre divertido Pablo Carbonell, surrealista y entrañable, tendrá lugar esta noche en el Teatro Municipal del Centro Cívico del Zaidín a partir de las nueve y media, pero por si alguien se queda con ganas de más, mañana sábado a la misma hora repetirá en la sala La Expositiva, donde para un aforo reducido, volverá a interpretar el mismo repertorio.

En su espectáculo, un Carbonell cercano mezcla como solo él sabe música y humor en las dosis justas, y se muestra íntimo y reflexivo en un montaje singular que combina canciones, agudeza e ingenio sin olvidar dos de los ingredientes que le acompañan desde su etapa en Los Toreros Muertos, la sátira y la crítica social.