Actual

"Estamos empezando de cero otra vez, para lo bueno y para lo malo"

  • Después de tres años de parón "involuntario", el trío sevillano vuelve a las andadas con 'A la hora del sol', el disco de su reconciliación a lo grande con la música

Han recuperado la ilusión en esto de la música, tanto que por primera vez han puesto título a un disco y el resultado no podía ser más luminoso. A la hora del sol supone el regreso del trío sevillano Maga a la escena con nuevo sello discográfico (Mushroom Pillow), nuevo batería (Pablo Cabra) y unas ganas enormes de contar cosas. Esta noche arrancan la segunda parte de su gira con un concierto en la sala Planta Baja.

-Se tomaron su tiempo para A la hora del sol, pero desde que vio la luz no han parado ni un instante...

-Después del parón de tres o cuatro años que hemos tenido nos hacía falta ponernos las pilas y volver a ocupar el sitio en el que estábamos cuando nos retiramos involuntariamente. El cambio de sello fue un rollo porque la salida de Limbo Starr fue bastante dura respecto a las negociaciones. Empezamos a hablar de dinero y de abogados más que de música y llegó un momento en el que el grupo se cansó. Nos gusta hablar de música, de canciones y de letras, y hasta que recuperamos la ilusión de hacer un disco tuvo que pasar un tiempo. Hasta que no coges otra vez las riendas del grupo y te sientes cómodo y con cosas que decir se te va muriendo en las manos el alma del grupo. Desde el año pasado que empezamos con el disco hasta ahora no hemos parado y estamos muy felices tocando por ahí, que es lo que nos gusta.

-Ya sólo el título no puede ser más optimista, ¿ahora todo es luz y sol para Maga?

-Nunca habíamos puesto título a nuestros discos, pero con éste teníamos claro que sí debíamos hacerlo para reflejar el estado de ánimo del grupo. Somos de Andalucía y para nosotros un día soleado es lo más bonito del mundo: salir a la calle a tomarte una cervecita con tus amigos... Ése es el estado de ánimo de este disco.

-Además, quisieron que todo el disco se grabase en directo para reflejar ese estado de alegría...

-Llevábamos mucho tiempo tocando juntos en directo, más de diez años, y el estado natural de este grupo se vive en los ensayos y en los conciertos. A nosotros eso de grabar por separado, con unos cascos y sin verle la cara al otro no nos gusta, no nos sentimos cómodos. Al grabar el disco en directo si se cuela algo raro se cuela, pero es más divertido y más natural. Nos podemos equivocar y cambiar de ritmo, pero eso es lo que hay en un grupo. De hecho, hemos dejado tomas que están peor tocadas pero que tienen más fuerza.

-Han sido muchos cambios: nuevo sello, nuevo batería... ¿A la hora del sol va a ser un punto de inflexión para la banda?

-Cuando un proyecto te ilusiona todo se vuelca en él; y ahora mismo nuestra vida gira en torno a Maga. Quedamos para ensayar todos los días, hablamos, vamos componiendo... Ha sido un punto de inflexión porque ahora sentimos que estamos empezando de cero otra vez, para lo bueno y para lo malo. Tenemos mucha experiencia tocando, pero ahora en cada concierto tenemos las ganas que habíamos perdido antes. Es un punto de inflexión para bien, para ir en otro rumbo.

-¿Y no abruma un poco contar con tanta libertad?

-Pues andábamos un poco agobiados porque una vez que teníamos esa libertad vimos que no teníamos sello, ni conciertos a la vista ni nada, pero sí que teníamos muchas cosas que contar. Cuando tienes en proyecto grabar un disco y no tienes canciones es un abismo, sientes un vacío delante tuyo brutal. Sabíamos que teníamos que grabar un disco o el grupo no seguiría para adelante, así que nos pusimos las pilas y en dos meses teníamos todas las canciones hechas. El año pasado fuimos muy productivos en ese sentido y espero que esa sensación se repita. Las canciones hechas ahí están, pero hay un mundo de cosas por hacer.

-Para A la hora del sol se rodearon de muchos amigos...

-Es la forma en la que mejor salen las cosas. El disco lo grabamos en agosto en Sevilla con Israel Diezma de Sr. Chinarro, Joaquín Calderón... Se pasaron por el estudio y aportaron su granito de arena. Fue muy divertido porque estuvimos entre amigos todas las noches: empezábamos a las 10 y nos quedábamos hasta las 5 de la mañana, porque en Sevilla con el calor que hace en verano no se puede hacer otra cosa.

-Muchos grupos que empezaron a la vez que Maga se han ido quedando por el camino. ¿Tan complicado es aguantar en la música?

-Es muy complicado vivir de la música y dedicarte sólo a tener un grupo. Si tienes otros trabajos por necesidades económicas, mantener una banda es mucho más complicado. Nosotros nos dedicamos a Maga al cien por cien, y tenemos rachas buenas con conciertos, pero cuando no tenemos conciertos tampoco vivimos del aire. De todas formas, cada uno nos buscamos la vida por otros lados: yo toco con Chinarro, Miguel con Tote... No es una vida fácil, tenemos menos papeles que una liebre y el futuro siempre está incierto. Hay que tener las cosas muy claras o ser unos inconscientes, que es lo que nosotros somos. Pero ya es un poco tarde para echarse para atrás.

-¿Y qué se podrá ver en esta última parte de la gira?

-Los conciertos los estamos planteando igual que el disco: Miguel a la guitarra y la voz, Pablo a la batería, yo al bajo y César al piano, con los mismos instrumentos y los mismos amplificadores con los que se grabó el disco. Las canciones están hechas para esta gira. Tocamos muchas canciones del antiguo repertorio de Maga pero revisadas, en un formato más eléctrico, con órganos, más crudo... Son versiones distintas, con menos bases electrónicas, pero creo que más auténticas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios