Entrevista | Antonio Pérez 'Toto' (guitarrista de Palmar de Troya) por lanzamiento del single Distopyan Blaster y su álbum debut

"El ocio lanzado sin sentido es un arma para tenerte las 24 horas con la baba colgando"

  • Un grupo de músicos de diferentes bandas se unen en esta nueva 'secta sonora' con una identidad estilística y de valores vitales que proviene del hardcore y el postpunk de los 90 y principios del 2000

Imagen promocional de la banda granadina Palmar de Troya

Imagen promocional de la banda granadina Palmar de Troya / G. H.

"Salir en portadas, entrevistas o que te pinchen vale dinero. Igual que Amancio Ortega te vende que este año vas a llevar los tobillos al aire por cojones, te van a vender que la banda equis es lo mejor que has escuchado en tu vida y que no ha salido nada igual en años. La música en España es de mentira". Con la última pregunta se desata la tormenta de verdades incómodas y Toto, guitarrista de la banda granadina Palmar de Troya, critica lo evidente sobre eso que ahora llaman hypes (modas pasajeras), festivales que no arriesgan y son copias calcadas los unos de otros o un público general al que le gusta que le digan "esto es lo que mola ahora".

Palmar de Troya, una banda de amigos cada uno con su particular trayectoria musical, se sale de todo lo anterior y busca sus otras verdades en un álbum de debut de seis temas que ya puede escucharse en internet y que, con suerte, esta primavera saldrá en formato vinilo de diez pulgadas de la mano del sello Linier Discos. Esta nueva 'secta musical' con valores muy positivos un combo muy contundente formado por Alfonso Alcalá (bajo) Antonio Pérez 'Toto' (guitarra) Juan A. Salinas (guitarra) Marina Pérez (voces y sintetizadores) y Marcos Muñiz (voces y batería). Lo hacen por amor a la música que siempre les ha gustado y lo tienen claro: "Ya cada uno decide si paga o que hace para visualizarse más o menos. De todas formas, al final en directo, es fácil ver quiénes son unos y otros".

–Parece una broma del destino lo de sacar el single de 'Dystopian Blaster' y que llegue el apocalipsis de repente, ¿no?

–Pues ha sido una casualidad bastante curiosa, sí. Aunque, bueno, tampoco había que ser Sandro Rey para verlo venir tarde o temprano. El sistema en el que estamos atenta directamente contra nuestro entorno y nuestro bienestar personal. Igual acaba sirviendo para reubicarnos y priorizar muchos aspectos que creíamos secundarios.

–"Nos habéis robado el futuro" grita un coro de niñas en la canción que funciona de single del álbum. ¿Estaba preparado?

–Son un grupo de niñas de un cole del Albaicín. Lo dieron todo y nos lo pasamos genial con ellas grabándolas, moló mucho. Las frases para decir las propusieron ellas, que tienen un concepto brutal, de que los adultos somos absolutamente pesados, pasotas, irresponsables... Que les "estamos robando el futuro" puede ser la verdad más absoluta que aparece en el disco.

–Formato vinilo en una época donde las pantallas y la sociedad entretenida y multitarea siguen ganando la batalla. ¿Ganas de ir a contracorriente, ejercicio de nostalgia o querer hacerlo bien?

–Bueno, nosotros somos compradores de discos de vinilos y somos fans de Pepe y Lola de Discos Marcapasos, que tenemos la suerte de tener en Granada. Nos descargamos también discos y escuchamos streaming, pero somos conscientes que el formato físico es uno de los puntos de que la banda genere algo para poder volver a grabar, moverse o lo que sea. La mayoría de bandas, cuando están en gira, sobreviven de discos y camisetas que venden. Aparte de generar algo de merchandising, también nos atrae la idea de poder escucharlo en formato vinilo, nos encanta, y Linier Discos se ofreció a ello.

–¿Qué lleva a músicos de diferentes bandas a abrir otro proyecto?

–Nos conocemos de diferentes bandas de hace años. Algunos, además, somos amigos de hace mucho también. Empezamos a hablarnos colateralmente hasta que empezamos a quedar. Fue fácil y desde el primer día fueron saliendo bocetos. No había ninguna idea preconcebida, tan sólo que cada uno estuviera cómodo tocando lo que quisiera.

"El sistema actual atenta directamente contra nuestro entorno y nuestro bienestar personal"

–Os une el estilo, eso sí.

–Más o menos todos venimos de lo mismo y vimos claro hacia dónde tiraba de forma natural el proyecto. Igual ha sido mucha casualidad, pero todos tenemos una visión conjunta de la banda que coincide bastante.

-¿Qué otras cosas os motivan de tocar juntos?

–Como decía nos conocemos de hace mucho pero nunca habíamos podido coincidir. Se dio el momento de que, de pronto, todos estábamos en Granada, con ganas de tocar juntos. Desde el principio, nos lo tomamos muy en serio. Que hagamos todo muy hazlo tú mismo no implica que no seamos muy disciplinados a la hora de ensayar o exigirnos un nivel de implicación. Somos ya puretas, y no estamos para perder el tiempo de 'tocatita'.

-Lo de que las letras sean en inglés, ¿cree que le imprime más carácter al sonido?

–Sinceramente, la mayoría de música que escuchamos es en inglés. El escribir en inglés es algo que para empezar, decide quién va a cantar con un idioma en el que se sienta cómodo. Aparte, creemos que tiene mejor sonoridad con lo que habíamos compuesto.

Portada del disco de Palmar de Troya Portada del disco de Palmar de Troya

Portada del disco de Palmar de Troya

-¿Qué tiene el hardcore como música y filosofía para volver siempre ahí?

–Nuestra forma de entender la música viene de ahí y, sí, es algo que tenemos todos los miembros del grupo en común. Todos venimos de una escena que partía de unos valores de ayuda, de compartir, de tener pocos recursos, de priorizar conexiones, vivencias y establecer lazos. Es una escena que te da una identidad a muchos niveles, desde artísticos a éticos, todo dentro de una diversidad brutal que te anima a experimentar y a arriesgar. Por eso da igual que estemos tocando cualquier estilo, porque realmente, esa base va a estar ahí presente de una forma u otra. El que estemos ahora haciendo esto responde principalmente a que es lo que nos apetece tocar a día de hoy. Sin más.

-La escena granadina, en general, está algo parada. ¿No cree?

–Yo personalmente llevo un año en Granada, así que no te puedo responder con mucha base a esa pregunta. Lo que sí te puedo decir, es que he tenido la suerte de tocar y ver el estreno de dos bandas muy jóvenes de Granada con unas propuestas muy interesantes: Ática y Ramper. Me parece que en cierto punto responden a eso que dices: se salen absolutamente del sonido granadino más típico 'indiepop', para hacer unas propuestas muy experimentales y con mucha personalidad. Da esperanza y buen rollo ver a gente joven haciendo cosas guays y arriesgando sin prejuicios.

-En esta época de confinamiento, hay un dato penoso que indica que está escuchando menos música que antes cuando lo utilizaba en su rutina ¿Por qué es tan difícil que la gente se pare a escuchar música como una forma de arte única y sin tener que combinarla con otra cosa?

–Pues imagino que por un lado responderá a que cantidad de ocio para elegir que nos sobrepasa a todos y por otra parte, una oferta musical que no ha existido jamás. Yo con trece años si quería escuchar un disco lo tenía que pedir a una tienda que aparecía en una revista y cuando me llegaba lo escuchaba 30 veces el primer día. Ahora es una época de lo inmediato, de dar le 30 segundos y si no a otra cosa. El problema es que la música, aparte de ocio también tiene un cariz crítico y el arte es necesario para que la sociedad se siga cuestionado cosas, debatiendo, etc.... y no se amuerme. El ocio lanzado sin sentido es precisamente un arma para tenerte las 24 horas del día entretenido y con la baba colgando, sin darte tiempo a parte a pensar en lo que te rodea.

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