Buried, la película del director español Rodrigo Cortés sobre un estadounidense secuestrado y enterrado vivo en Irak, se estrena hoy en Nueva York y Los Ángeles, antes de que la distribución se expanda a todo Estados Unidos a partir del 8 de octubre.

La acción del filme, cuyo guión firma el estadounidense Chris Sparling, tiene lugar íntegramente en el ataúd en el que es confinado el rehén, interpretado por Ryan Reynolds, cuyo único contacto con el exterior se produce a través de su teléfono móvil. "Yo pregunté de qué va: 'Es un tío en una caja durante hora y media'. Así que inmediatamente contesté 'estoy interesado, mandádmelo de inmediato porque suena suficientemente insensato como para atraer mi intención desde el primer instante'", dijo recientemente el director en una entrevista.

El propio Cortés reconoció que el rodaje fue una tortura para su actor, el canadiense Ryan Reynolds, de quien alabó su profesionalidad y dedicación. "Físicamente fue muy duro para él, volvió a Los Ángeles con la espalda literalmente sangrando, con los dedos achicharrados por el calor del encendedor, con la piel destruida por la erosión contra la ruda madera", comentó.

Cortés también dejó claro que Alfred Hitchcock fue su referente a la hora de abordar el proyecto, tomando como referentes obras clásicas como Náufragos, Con la muerte en los talones o La soga. Buried ha cautivado a la industria del cine desde que fue proyectada en el último festival Sundance.