-¿Qué le llega antes: la música o el periodismo?

-La verdad es que son dos facetas que he compatibilizado siempre. Me da de comer el periodismo, pero la música siempre ha formado parte de lo que he hecho en la radio, así que tampoco las separo mucho. Siempre hay música en directo y la banda sonora es tan fundamental como lo demás.

-¿Cuándo comenzó como batería?

-Empecé con unos 16 años. Al principio, de manera amateur y conforme fue pasando el tiempo la música llegó a ser incluso una fuente de ingresos fundamental. Me dediqué de forma semiprofesional. Estuve primero en My Criminal Psycholovers (en Subterfurge), cuando empezó la música indie en España a principios de los 90. Después estuve en Insecto, luego Dead Capo, y ahora mismo en Forastero, un grupo formado con músicos que se dedican a la experimentación y a la música de vanguardia.

-Esta noche habla en la Calle Puerta Villa (Salobreña) de discos que cambian el mundo. ¿Cuáles son algunos de ellos?

-Voy a hablar, por ejemplo, de A love Supreme, de John Coltrane, o del Omega, de Morente, porque a mí me marcaron vitalmente y han cambiado el mundo. Como tenía que limitar la selección he buscado los que han creado un estilo y los que de alguna forma cambiaron mi forma de pensar y escuchar. Pienso que estos dos discos cambian el mundo porque abren un nuevo horizonte, un paisaje que no existía antes de esos discos.

-¿Es de los que le extrañó 'Omega' en la primera escucha o de aquellos a los que les fascinó de inicio?

-Yo flipé en colores porque además tuve la suerte -debo de ser un elegido- de estar en una presentación no anunciada que hizo Morente del Omega en Madrid, en un concierto de flamenco. En vez de salir con el guitarrista y cantar como había hecho el resto del concierto, sin previo aviso apareció con Lagartija Nick y cantó el tema Omega. Creo que no había tenido una sensación tan chocante en un concierto en mi vida y no la he vuelto a tener. Ese concierto dividió al público por completo: hay gente que se levantó, empezó a abuchear y se fue antes, y luego una gran parte que aplaudimos hasta rompernos las manos. No había visto una cosa semejante en mi vida y no creo que la vuelva a ver.

-Y aparte de la deidad de Morente, ¿qué más destaca de Granada?

-Yo he sido muy de los Lagartija, o sea que Morente con ellos para mí era la mezcla perfecta. No soy tan de Los Planetas, aunque entiendo que es un grupo fundamental para entender la música independiente y como punto de lanza de todo un movimiento. Y luego, claro, es que 091 tiene una canción que se llama Carne Cruda (risas), qué te voy a contar. Son grupos de referencia. En la línea que hay entre 091 y Lagartija -una línea que se puede seguir perfectamente- te diría que me encuentro muy a gusto, en ese estilo.

-Se le atribuye ser un periodista comprometido. En el campo musical, ¿está en el lado de lo del arte tiene que ser político ?

-No. En realidad todo es político, pero creo que tiene que existir la libertad para que uno hable de otras muchas cuestiones que nos preocupan al ser humano, desde el amor (que es la más obvia) hasta cualquier desvarío. No me concentro solo en escuchar música política porque creo que eso sería estrechar mis propias miras y me aburriría mucho.

-¿Qué me dice del debate sobre si el 'indie' siempre ha sido cómodo para el poder? Habla de ello el periodista Lenore en 'Indies, hipsters y gafapastas'.

-Estoy de acuerdo con lo que dice Lenore en ese ensayo, pero con matices. Creo que la música indie y lo que ha derivado de ella -lo que llaman hipster- pues sí que es una cultura muy burguesa. Es una música que no incomoda para nada al poder. Pero también creo que hay grupos que no tienen letras políticas y no por ello dejan de ser subversivos, como Sonic Youth o Radiohead, que sí hablan de temas importantes. En ese sentido, creo que hay otras formas de ruptura que no son directamente el panfleto político.

-¿Y el 21% de IVA cultural qué?

- No es la piratería la que está matando a la música, es el 21%. Es un auténtico ataque a la cultura. Estoy convencido de que la cultura siempre ha sido incómoda para el poder. Una forma de evitar que alze el vuelo es freírla a impuestos y atacarla donde más duele.

-¿Pisa Salobreña hoy por primera vez en su vida?

-No, no. Es muy divertido porque Salobreña es donde he veraneado desde que era chico y he ido con mucha frecuencia cuando era niño. Cuando me llamaron, dije tengo que ir a esta charla seguro.