Literatura

La grandeza se revela en lo pequeño

  • La Junta celebró ayer el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil con las canciones y adivinanzas de Manuel Mateo sobre Lorca en la Biblioteca de Andalucía

La mayoría de las librerías celebraron el día anterior la conmemoración del libro infantil.

La mayoría de las librerías celebraron el día anterior la conmemoración del libro infantil. / G, h.

El patito feo, La sirenita, El traje nuevo del emperador o La reina de las nieves han divertido, formado y alentado la imaginación de millones de niños generación tras generación. Estos y otros clásicos de la literatura son fruto de la creatividad del escritor danés Hans Christian Andersen, que nació el día 2 de abril. Por este motivo, desde 1967 el IBBY (la Organización Internacional para el Libro Juvenil) ha escogido esta fecha para la celebración del Día Internacional del Libro Infantil, que busca promocionar lectura entre los más jóvenes.

La Consejería de Cultura, a través del Centro Andaluz de las Letras (CAL), se ha sumado otro año más a esta celebración, aunque en esta edición se ha aplazado un día respecto a la conmemoración oficial. "Se ha atrasado a petición de los colegios", explicó el delegado de Educación en Granada, Germán González, quien aclaró que la incorporación de los alumnos después de la semana festiva hacía más difícil la organización el mismo día dos, por lo que en toda las provincias andaluzas se ha pospuesto un día, salvo en Sevilla que se ha retrasado dos y se hará hoy mismo.

Para la autora del manifiesto el libro infantil representa "una seriedad lúdica y preciosa"

Así lo señaló ayer el delegado en el encuentro con los medios minutos antes de arrancar la jornada lúdico-festiva en la Biblioteca de Andalucía, un acto que arrancó a las 10:30 horas.

"El libro infantil es una estupenda herramienta para que nuestros niños puedan aprender y descubrir de la mejor forma posible, porque la lectura es la puerta de acceso a la Educación y también a la Cultura. A través de él se prende a ser una sociedad cada vez más libre. Por eso es fundamental para el desarrollo de nuestro sistema educativo y de nuestros niños", destacó.

Por su parte, el delegado de Cultura, Guillermo Quero, señaló el papel de las bibliotecas en el fomento de la lectura y presentó la actividad a los escolares invitados: alumnos de los centros Luis Rosales y Padre Suárez . "Hemos preparado un programa para conocer en primera persona el libro Aquí Lorca se adivina, de Manuel M. Mateo", comentó sobre la actividad, que apuesta por la promoción de autores infantiles e ilustradores con el ánimo de fortalecer el vínculo entre los creadores andaluces y sus pequeños lectores.

Quero también informó que "cada año, una sección nacional del IBBY tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor representativo y a un reconocido ilustrador de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños. Este año el país elegido ha sido Letonia. El diseño del cartel es del ilustrador Reinis Petersons, y el texto, de la escritora Inese Zandere".

Fue uno de los pequeños presentes el encargado de subir al escenario de la Biblioteca de Andalucía para leer ese manifiesto, un delicado texto en el que se señala que "las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea cristales a partir de agua". "Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a un texto", una inclinación infantil que responde a la necesidad de "llevar regularidad al caos del mundo". "Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran caos".

Para Inese Zandere, los libros "crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es posible y que todas las personas tienen en él un sitio único". "Todo fluye hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo bien estructurado".

"La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve su coraje para vivir", asegura la escritora letona, para quien, "en un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera instantánea y no solo cuando llegan a adultos".

Pero para la autora, el camino también se puede recorrer a la inversa. "Un libro ilustrado puede funcionar como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de ser íntegros".

Por todo ello, para Zandere, "un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío".

Tras la lectura del manifiesto, los estudiantes pudieron disfrutar del encuentro con Manuel Mateo, que mediante el juego y las adivinanzas les fue descubriendo a Lorca y la Generación del 27 mediante música y acertijos. Los niños cantaron las canciones que Lorca interpretó junto a la Argentinita y descubrieron curiosidades de la vida del autor de Fuente Vaqueros, como la dedicatoria de su primer libro a Manuel de Falla o los rincones vinculados a su trayectoria vital, y repasaron los títulos de muchas de las obras que han pasado a la historia, como El amor de don Perlimplin con Belisa en su jardín o El maleficio de la mariposa.

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