Incluido en el proyecto Granada Red de Festivales, este año el Orcefolk será el único de los cuatro del programa original que se realice en los mismos términos que en años anteriores. El Festimed, que era ya una cita reconocida en toda la costa española, el Fusión Velillos en versión mini y el Urban Folk, este año han sido pospuestos por los gestores del nuevo Área de Cultura provincial, que nada más instituirse ha hecho temporalmente 'limpieza' en algunos proyectos heredados. El Ayuntamiento de Orce, con el apoyo de algunos patrocinadores locales y la 'buena voluntad' de grupos y técnicos han salvado la cita para solaz y disfrute de los vecinos y visitantes de la localidad, que la madrugada del domingo llenaron la plaza del castillo para escuchar a los dos grupos programados: Aliara y Cerandeo.

Los primeros, los cordobeses de Aliara, son unos clásicos ya del folk andaluz, concretamente de la zona norte de Córdoba, el valle de Los Pedroches, fronterizo con el sur de Extremadura y Ciudad Real, tierra de paso y cruce de culturas, como demuestra su música. Primorosa y con ribetes de autenticidad, el grupo fue señalado por la Junta de Andalucía con el premio de la música hace unos años por su trabajo de búsqueda, rescate y por su respeto a la tradición oral del entorno olivarero, lo que ellos llaman "la cultura del olivar". Son ejemplo prototípico de grupo de folk de toda la vida, popular, reivindicativo, emotivo, lúdico… Y evidenciando un amor infinito por su trabajo, en el que llevan desde hace ya más de treinta años. Sintonizaron perfectamente con el público (de más edad) que se acercó, al rememorar coplas de escuela, de campo y de amoríos de cuando los mozos rondaban a las mozas y a veces la cosa terminaba en casorio.

Desde Cáceres llegaron Cerandeo. Es la primera vez que este grupo actúa en Granada. Se trata de una multitudinaria banda de once miembros que ofrece una casi infinita variedad musical ya que muchos de ellos tocan numerosos instrumentos. Cerandeo quedó finalista en el festival celta de Ortigueira, y es que su música suena a los cuatro puntos cardinales. Sus voces femeninas remiten a las voces búlgaras en una suerte de folk sinfónico riquísimo en sustancia y sugerencias. Ellos lo llaman "nuevas tendencias en la música extremeña" y no engañan. Si al anterior grupo los disfrutaron las personas mayores, Cerandeo llegaron mejor a sus hijos y nietos. Al final de la noche: todos felices. Que es de lo que se trataba.