"El lector de estos ensayos autobiográficos está invitado a tomarse unos güisquis con Francisco Ayala y a hablar con él de lo más importante de nuestra historia reciente, contada por un maestro de la narración cercanísima". Es la sinopsis que ayer esbozó Luis García Montero en la presentación de Autobiografía(s) (Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg), el segundo tomo de sus Obras completas donde se recoge la memoria, la prosa y los pasos en la tierra de Francisco Ayala, de quien hoy se cumple un año de su muerte. En este volumen se incluye la prosa autobiográfica del escritor agrupada en tres apartados: Recuerdos y olvidos (1906-2006), El tiempo y yo, o el mundo a la espalda y De mis pasos en la tierra. Su viuda, Carolyn Richmond, es la responsable de la edición, mientras que Luis García Montero es el autor del prólogo. "Ayala es un testigo del siglo XX que guarda una vigencia como escritor, y estas páginas suponen la conversación con él", explicó en la presentación García Montero. "Es alguien que ha vivido los acontecimientos más importantes del pasado siglo y en primera fila".

También vivió las luces y las tortuosas sombras del siglo XX. Fue testigo del esplendor cultural de Madrid en los años veinte, de los inicios del nazismo en Alemania, del terror de la Guerra Civil, del ambiente cosmopolita de Buenos Aires y Nueva York, del nacimiento de Puerto Rico como estado asociado a Estados Unidos... "El lector va a encontrar también una conversación en la que Ayala pasa constantemente de la actualidad a sus recuerdos, una experiencia y una intimidad que el escritor manifiesta como propia y que ahora van a poder disfrutar los demás a través de sus palabras", continuó García Montero, comisario del Año Ayala en 2006 y fiel amigo en los últimos años. El poeta insistió en que el pensamiento de Francisco Ayala tuvo muy presente, por su propia historia, el problema que para Europa y para el desarrollo de la cultura moderna había significado el nacionalismo. "De ahí se pasa a los recuerdos de su exilio en Buenos Aires, y cómo él y su amigo Borges tuvieron una opinión crítica respecto a los atentados, por su calado nacionalista".

En definitiva, dialogar con Ayala era "hablar con alguien que, como periodista, había cubierto el estreno de Mariana Pineda de García Lorca, había tenido una intimidad estrecha con Azaña, con Ortega y Gasset y Borges o había asistido al ascenso del nazismo en Berlín".

Por su parte, el secretario de la Fundación Ayala, Rafael Juárez, destacó tras el acto de presentación que las Autobiografía(s) están escritas fundamentalmente a partir de 1976, "fecha en la que se jubila y comienza su regreso definitivo a España, que coincide además con el inicio de la Transición". "Los textos tienen un carácter confesional, por decirlo de alguna forma, pero no dejan de ser una elaboración literaria en buena medida", resaltó Juárez. "Estos libros presentan al Ayala más redondo y más complejo, de alguna manera cierra su obra aunque sin quitar valor ni mucho menos al resto de sus publicaciones". Rafael Juárez coincidió con García Montero en destacar que la retina de Ayala retenía buena parte de los hechos más cruciales del pasado siglo. "En ese sentido es un libro con muchísimo interés por las pequeñas historias que aparecen dentro del libro con un gran narrador que sabe captar la atención del lector".

Además, Juárez hizo un repaso por el primer año sin Ayala y por el programa Días felices diseñado por la Fundació con este motivo. "Está dirigido a un público más amplio para capas de la población que no han tenido la oportunidad de estar en contacto con él", prosiguió haciendo referencia a la función de títeres que esta mañana estrena La Maquiné inspirada en la vida del autor de Muertes de perro. "Pero no hay que perder de vista que el espíritu de la Fundación es que Ayala sea leído en sus textos y que las lecturas sean cada vez más profundas", puntualizó. Por último, ¿estaría de acuerdo Ayala con los actos diseñados para el primer aniversario de su muerte? "En la Fundación sabemos perfectamente lo que no le gustaría, que es mucho", concluyó Juárez.