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Mi hijo es calcado al vecino

  • 'Songs from the southern seas', del director Marat Sarulu, muestra los márgenes mágicos de la realidad en una cinta que reflexiona sobre las raíces culturales y sentimentales del ser humano

Assan maltrata a su mujer de manera metódica, en silencio, sin exabruptos, como si le estuviera recitando un sermón. Ivan persigue a su mujer por el patio insultándola; entran en el cobertizo y se cambian los papeles, con Ivan corriendo delante de un palo con el que le amenaza la mujer. Assan es kazajo; Ivan es ruso. La intimidad de dos culturas en apenas dos planos, las raíces. Sobre estos temas gira Songs from the southern seas, del director Marut Sarulu (Kirguiztán, 1957). A la salida de la proyección, el actor Vladimir Yavorsky (Ivan) se aparece como en La rosa púrpura de El Cairo, vestido con camisa blanca y pantalón de pinzas. Hace segundos, los espectadores lo han dejado en el corazón de Kazajstán tras encontrar el sentido de la vida. "¿Cuál es tu pena?", pregunta una princesa en una escena de teatro de sombras que se intercala en la acción de la película. "Mi pena es mi vida", responde el caballero.

Pero tanto el actor como el director están entusiasmados con su visita a Granada. "Estaba preocupado porque me gusta mucho el cine español y Buñuel ha influido en mi obra desde muy joven", dice Marut Sarulu en ruso. Prosigue y se intuyen en su discurso las palabras "García Lorca" y "duende". "El arte tiene tres elementos, la musa, el ángel y el duende, que es un matiz español muy peculiar que tenía Buñuel y que yo espero conocer tras este viaje", continúa.

Marut Sarulu es, de los directores que han pasado por Cines del Sur en esta edición, el que mejor ha sabido diseccionar su propio trabajo. O lo que quedó del mismo tras pasar por un duro proceso de montaje en Alemania sobre el que no tuvo voz ni voto. Al menos consiguió salvar la historia de adulterio de ida y vuelta de Ivan y Assar, bendecidos por el cielo con hijos calcados al vecino.

Por eso disculpa ciertas incoherencias del filme. "Prescindieron de muchísimas escenas, en la cinta había muchos momentos graciosos, pero viendo el sentido del humor de los alemanes, que por lo visto no lo tienen, decidieron cortarlos pensando que ayudaban a la película". Y claro, "fue un gran error".

Después pone un ejemplo de las humoradas de los productores con unas tijeras en la mano. Ivan escapa de casa buscándose a si mismo y acaba dándose un baño en el lago. Pero nadar y guardar la ropa no va con él y acaba volviendo a su sidecar desnudo; le han quitado los pantalones y la camisa. "Antes había una escena en la que entraba a robar manzanas y el dueño le dispara con balas de sal. Una de ellas le impacta en la cadera y por eso corre al lago a limpiarse". Los 'censores' se dijeron: "¿Para qué va al lago a hacer sus necesidades?". Así que suprimieron la escena. Incluso cercenaron una historia paralela entre Víctor, un conductor de origen alemán, y un ingeniero. Víctor regresa a su tierra, no tiene raíces. Ivan, en el reverso de la película, se queda al encontrar antepasados kazakos. "Esa era la verdadera historia, como la gente comprende su vida a través de sus raíces", dice el director con la nostalgia de la película que pudo haber sido y que es pese a los recortes.

Buena parte del magnetismo de Songs from the southern seas reside en el ensamblaje entre la realidad y el mundo onírico, capas superpuestas del mismo paño. "El cine moderno no tiene esta estructura, pero Buñuel y David Lynch sí la tenían, precisamente el tipo de cine al que yo aspiro", concluye Marut Sarulu. Fin de la rueda de prensa. Aplausos. El imponente actor Vladimir Yavorsky (Ivan), de gran parecido a Klaus Maria Brandauer, se levanta sin haber sido requerido para ninguna pregunta. Las contestó a todas minutos antes, en la pantalla.

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