LA escena española quedó ayer conmocionada por la muerte de José Luis López Vázquez, una "pata de la mesa" del gran cine español y actor de raza cuya desaparición es el fin de una época, según algunos de los compañeros de este "versátil" intérprete sin el que no se entiende ni la comedia ni el drama del siglo XX. Entre su primera aparición en el escenario, cuando sólo tenía 18 años e hizo en el Teatro María Guerrero El anticuario, y su última actuación, en la película de Antonio Mercero ¿Y tú quién eres? (2007) transcurrieron 67 años de carrera ininterrumpida. En esos años y a lo largo de 200 películas, López Vázquez trabajó con los mejores directores del país y protagonizó papeles de cine que siempre irán ligados a él, como los de Mi querida señorita, El pisito, Pippermint Frappé y de televisión como La cabina.

El actor trabajó a las órdenes de directores como Luis García Berlanga, Jaime de Armiñán, Pedro Olea, Carlos Saura, Marco Ferreri, Manuel Gutiérrez Aragón, Mario Camus e incluso George Cukor, para quien hizo Viajes con mi tía (1972).

"Se va uno de los actores más grandes, una de las patas de la mesa del gran cine español junto con Fernando Fernán Gómez y Pepe Isbert", lamentó el presidente de la Academia de Cine, el director Álex de la Iglesia, en la primera de las reacciones del mundo de la cultura que se sucedieron en cadena a la muerte del actor.

La capilla ardiente con los restos mortales del actor, que estaba prevista a las 20.00 horas de ayer, quedará instalará finalmente hoy a partir de las tres de la tarde. Será en el Teatro María Guerrero de Madrid, sede del Centro Dramático Nacional, en donde López Vázquez debutó en 1940, cuando tenía 18 años.